domingo, 27 de octubre de 2013

LA BÚSQUEDA DEL TESORO - ANDREA CAMILLERI

El oráculo de Vigata

          En medio de una inexplicable ola de paz, calma y falta de asesinatos, el comisario Salvo Montalbano se ve convertido en un héroe mediático capaz de trepar hasta un balcón sorteando múltiples disparos para neutralizar a dos ancianos que se han liado a tiros con el vecindario. El resultado: una muñeca hinchable de cuatro décadas de edad, una habitación llena de crucifijos de innumerables tamaños, y la agridulce sensación, instalada en el estómago del comisario, de que extrañas fuerzas han empezado a jugar con su destino.

          Andrea Camilleri le ha reservado a su vástago literario un desafío inquietante para que, a sus cincuenta y tantos años ya, vea si todavía es capaz de descifrar enigmas que aumentan la complejidad de su ya intrincada vida, con sus discusiones con Livia, las inquietantes visitas de la siempre turbadora Ingrid, los devaneos de Mimi Augello, e incluso las barbaridades del inefable Catarella. Un misterioso rival, en el que acaso se reflejen influencias de los ‘serial-killers’ anglosajones, le va dejando a Montalbano una serie de pistas con objeto de que entre a formar parte de un macabro juego, oculto tras el inocente nombre de la búsqueda del tesoro.

          El ritmo narrativo de Camilleri no decae ni un ápice, los diálogos siguen guardando la misma sorna zumbona de siempre, y el universo montalbaniano está reflejado de manera incólume. ¿Qué hace a esta entrega diferente a las demás? Tal vez el hecho de que el comisario sea más capaz que nunca de asumir sus carencias, y también que al mismo tiempo empiece a cultivar un cierto desapego a la hora de deshacerse de algunas obligaciones. En cualquier caso, el resultado sigue siendo brillante, la acción envolvente, con sus dardos de crítica social y su geografía humana propia del sur italiano, toda una mezcla de la que el lector saldrá con la satisfacción habitual que provocan las novelas de Camilleri.

La búsqueda del tesoro. Andrea Camilleri.
Salamandra. Barcelona 2013. 221 páginas. 14’50 euros.
(LA VERDAD, "ABABOL", 26/10/2013)

LA MADRINA DEL BATALLÓN - BELÉN GARCÍA CALVO



La juventud de Serena Rivera, como la de miles de españoles, quedó sacudida el verano de 1936, y Belén García Calvo da cuenta de ello en una novela deliciosa y escrita con tanto esmero como atractivo, en la que no hay dogmatismos ni clichés (salvo acaso el de la pérfida tía Dolores), sino una variopinta tipología de personajes entre los que la joven Serena trata de ser feliz. Páginas llenas de amargores y dulzuras, que recuerdan que nuestra guerra puede seguir siendo argumento novelesco, siempre que lo manejen unas buenas manos.


La madrina del batallón. Belén García Calvo.
Sepha. Málaga 2013. 262 páginas. 14 euros.
(LA VERDAD, "ABABOL", 26/10/2103)

sábado, 19 de octubre de 2013

2099-b - VARIOS AUTORES

     Ediciones Irreverentes sigue empeñada en renovar el interés por la ciencia ficción, y este segundo volumen así lo demuestra. Editado por Fco. Javier Illán Vivas, recoge a una treintena de autores que dejan sus particulares visiones sobre el género, con historias de mundos fronterizos, apocalípticos e incluso ucrónicos. Nombres como los de Elia Barceló, Eduardo Vaquerizo, Pedro Pujante, Miquel Barceló, Raymond Mora, Elena Marqués o Antonio Ayala van sonando cada vez con más fuerza en este ámbito fantástico, dando fe de la gran dedicación que le prestan a su trabajo.

2099-b. Varios autores.
Ediciones Irreverentes. Madrid 2013. 242 páginas. 15 euros.
(LA VERDAD, "ABABOL", 19/10/2013)

sábado, 12 de octubre de 2013

CIEN AÑOS DE PERDÓN - CLAUDIO CERDÁN

Escribir con las tripas

  Hay novelas negras teñidas de sofisticación y elegancia, de fríos y especulativos análisis, de protagonistas que rozan la perfección personal, y hay otras más viscerales, tan sucias como negras, escritas con el remordimiento de las tripas, y en las que los valores son zarandeados una y otra vez hasta que se reorganizan de nuevo en un código particular y antípoda. Claudio Cerdán pertenece a esta segunda categoría, la que empuña el crimen como la única vía posible por la que transitar, la que se alimenta de la dureza más áspera, y aquella en la que encontrar un resquicio de cariño supone una incansable criba entre mordaces comentarios de barra y continuas sentencias urbanas: ‘Joder, eso es el Bronx. / No, es peor, en el Bronx hay colegios’

Ya lo hizo en su entrega anterior, El país de los ciegos, y de nuevo se adentra en las entrañas alicantinas, las que se empeñan en desmentir y apagar el brillo de la Costa de la Luz, las que acogen al inspector Antonio Ramos, un tipo extraviado que verá pasar ante sus narices el dinero suficiente como para querer cambiar de vida. Y es que su familia le desprecia, los compañeros le ignoran, y hasta a veces los yonquis tratan de dársela sin queso. Si a eso le sumamos una inquietante pareja de mafiosos rusos, los Organov, una mujer que se cree poseída por una secta, la reaparición del Tuerto Durán y unos extraños crímenes familiares junto a un anciano ‘diógenes’ asesinado con curare, el combinado va alcanzando unos grados que prometen una monumental resaca.

Hay pocos policías competentes, forenses amigos, vecinos maltratadores, camareras capaces de soliviantar al mundo con el swing de sus nalgas, estrellas de cine perdidas en la vanagloria, paparazzi casposos con ínfulas literarias, y por encima de ellos el deseo de la venganza cuando ya no queda otra salida, cuando las deudas le comen terreno a los homenajes de la amistad, y cuando son los muertos los que cada mañana rellenan los espejos. Esa atmósfera tan particular es típica de este autor yeclano, que siempre le ofrece al lector un ambiente lleno de sombras, físicas y narrativas, para recoger la ansiedad y los palos de ciego que requiere toda investigación.

Claudio Cerdán ha ido varios pasos más allá con una narración descarnada y vertiginosa, tienen suerte los editores de que el inspector Ramos sea un personaje ficticio, porque podría haber liquidado a quien se haya empeñado en confundir en el texto las ges y las jotas, una novela como ésta no se merece las injusticias ortográficas que le han propinado. Deberían esmerarse más o…

Cien años de perdón. Claudio Cerdán.
Versátil. Barcelona 2013. 354 páginas.
(LA VERDAD, "ABABOL", 12/10/2013)

CHICAS MALAS - MARTINA COLE

    Estrujar a un personaje sin medida tiene sus riesgos, y Martina Cole no ha calculado bien hasta dónde podía estirar la vida de la inspectora Kate Burrows, tal y como se desprende de la primera mitad de esta novela. Los desencuentros de la inspectora con el hampón Patrick Kelly ahogan a la trama de las prostitutas asesinadas en serie, y sólo en el tercio final de la narración priman las cosas que de verdad importan, y el ritmo resucita, y la intriga vuelve a florecer, aunque para algunos lectores puede que ya sea demasiado tarde.

Chicas malas. Martina Cole.
Alianza. Madrid 2013. 372 páginas.
(LA VERDAD, "ABABOL", 12/10/2013)

sábado, 5 de octubre de 2013

MEMENTO MORI - CÉSAR PÉREZ GELLIDA

    Un peculiar asesino en serie aparece en Valladolid, obsesionado con el latín, la música y los carnales recuerdos de sus víctimas, y al inspector Ramiro Sancho le tocará lidiar con él, ayudado por la psicolingüista Martina Corvo y por el psicólogo criminalista Armando Lopategui. Hasta ahí todo correcto y ortodoxo, pero César Pérez Gellida ha ido mucho más allá con una novela estremecedora que no sólo se lee, sino que también se oye y a ratos casi hasta se huele. Una vivencia lectora de las que no se experimentan todos los días.

Memento mori. César Pérez Geliida.
Suma de Letras. Madrid 2013. 588 páginas.
(LA VERDAD, "ABABOL", 5/10/2013)