Sombras nórdicas
Hacía
falta una voz nueva en la negra narrativa nórdica, y ha surgido en la figura de
Carina Bergfeldt, quien se estrena con una novela impactante y adictiva como
pocas, vestida, porque la portada rezuma toda la ironía del mundo, con una
candidez que choca con su título. Y el envoltorio no desentona con el interior,
al hilo del hallazgo en un lago del cadáver de una mujer, otras tres féminas se
embarcan en la investigación del caso, una policía menospreciada por sus
compañeros, y dos periodistas aficionadas a las series detectivescas
norteamericanas.
Hasta
aquí todo normal, ortodoxo incluso, pero es entonces cuando la autora sueca
hace estallar la espoleta de su originalidad. Alternando con la narración del
caso, surge una primera persona en la que una de las tres mujeres desempolva su
pasado para justificar lo que lleva un tiempo planeando y anotando en un
cuaderno bajo el inocente membrete de ‘magdalenas’: el asesinato de su padre.
Un padre salvaje y maltratador, capaz de los sadismos más impensables, y que ha
perpetrado ese salvajismo durante tres décadas, tres esposas y cuatro hijos. La
novedad reside en que al lector se le esconde la identidad de la inminente
parricida, y sólo al final podrá averiguar de quién se trata.
Por
supuesto, las tres mujeres arrastran sus sombras correspondientes, de eso se
trata, de que el lector no pueda descartar a ninguna de ellas. Pero además hay
otra intención evidente en la novela, el combate contra los malos tratos,
vengan de donde vengan, la lucha contra el acoso, sea del tipo que sea, una
campaña que en la Europa del norte siempre se toma con mucha más seriedad que
en otros lares del continente. Así que el resultado es bastante completo, tanto
en lo sociológico como en lo que al género se refiere, y hace de Carina
Bergfeldt un soplo de aire fresco en la novela negra.
Matar a papá. Carina Bergfeldt.
Seix Barral. Barcelona
2013. 443 páginas. 18’50 euros.
(LA VERDAD, "ABABOL", 30/11/2013)