domingo, 28 de mayo de 2017

DOCE LUNAS - GRAZIELLA MORENO

Con motivo de la aparición de la nueva novela Flor seca, de Graziella Moreno, tuve la oportunidad de charlar con ella sobre la propia obra, el género y alguna que otra inquietud más. La entrevista se publicó también en la revista Sólo Novela Negra, y puede verse en el enlace siguiente: http://solonovelanegra.com/la-autora-de-flor-seca/

DOCE LUNAS

GRAZIELLA MORENO
FLOR SECA


1)    En Flor seca recupera a la juez Sofía Valle y a Enda Rivas, ¿cómo han cambiado estos dos personajes con respecto a su anterior aparición?

En Juegos de maldad, conocíamos a Sofía, juez en un juzgado de instrucción con mucho trabajo (como en la vida real) y a Rivas, el policía nacional con el que tenía que trabajar en una operación de narcotráfico, un personaje atormentado por el suicidio de su mujer. En esa primera novela inician una amistad que en Flor seca evoluciona pero que se ve dificultada por la trama de corrupción policial. Vamos a conocerlos mucho mejor y veremos cómo la investigación de los cuerpos policiales implicados afecta a esta relación. Y hasta aquí puedo escribir…

2)    Parece que con ellos y los mossos d’esquadra Víctor y Anna hay como una doble visión generacional en la novela, ¿es así?

No me lo había planteado de forma consciente pero es posible. Sofía y Rivas tienen una edad parecida, ambos acumulan una experiencia de años en su trabajo, lo que hace que su visión pueda ser más amarga. Por su parte, Anna quiere progresar en su profesión y ello hace que en ocasiones no cumpla los protocolos establecidos y consigue contagiar a Víctor, que es mucho más formal en este sentido. Ambos van a implicarse totalmente en descubrir al asesino de la mujer que aparece muerta con la cara destrozada.

3)    En la novela, entre otras muchas cosas, hay un crimen brutal y una trama de corrupción. ¿Resulta sencillo elegir la corrupción como argumento novelesco en los tiempos que estamos viviendo?

Quería hablar sobre la corrupción que existe en el día a día, hacer reflexionar al lector sobre lo fácil que es traspasar la delgada línea que separa lo correcto de lo incorrecto. Por desgracia, la prensa rebosa de información sobre grandes tramas de corrupción, pero me interesaba explicar cómo se inicia, y que todos, cada uno dentro de nuestra esfera, estamos expuestos a ella.

4)    Una de las virtudes de su narración, reconocida además en numerosas ocasiones, es la autenticidad y verosimilitud de sus personajes, ¿cómo lo consigue, cómo los perfila?

Observo la realidad que me rodea y aún hoy, después de veintiséis años en la Administración de Justicia, me sigue intrigando el porqué de las reacciones de los seres humanos. Intento expresar en mis novelas ese porqué y que el lector sea partícipe de ello, implicarlo en la historia.

5)    Jueces, policías, mossos d’esquadra…, ha logrado combinar colectivos que, aunque han de trabajar juntos, a veces no encajan tan bien, ¿o eso de las rivalidades entres cuerpos son leyendas urbanas?

Como es lógico, que varios cuerpos policiales tengan que colaborar en un mismo caso genera tensiones, no son leyendas urbanas. No es fácil acotar hasta donde llega la actuación de unos y otros, pero todos estamos obligados a colaborar si queremos que el trabajo salga adelante.

6)    ¿Es la debilidad humana una buena fuente literaria? ¿Y es un buen argumento para cometer un crimen?

Los seres humanos del siglo XXI seguimos siendo los mismos, hemos avanzado en muchos campos, pero nos mueven las emociones básicas. En esta novela hablo sobre lo fácil que es caer en la tentación y que las pasiones que nos dominan son las responsables de nuestros actos. La gran pregunta sigue siendo si nos conocemos a nosotros mismos…

7)    En la novela hay una importante presencia de la mitología griega, ¿responde a la obsesión de algún personaje o es algo más personal?
 
Quizás ambas cosas. El lector descubrirá que hay un personaje amante de la mitología griega, obsesionado con el dios Apolo, y ello es fruto de mis lecturas. Disfruto mucho con los mitos, han impregnado nuestra cultura, idioma, forma de pensar y me apetecía introducir ello en la novela.  

8)    Con tanta producción de novela negra como hay ahora en España, ¿no correremos el riesgo de morir de éxito, o de aburrir un poco al lector?

Creo que la novela negra es una novela social, que refleja la sociedad que creamos entre todos, que explica las reacciones humanas y que intenta por encima de todo hacernos reflexionar hacia dónde vamos. No creo que los lectores se aburran de un género, en todo caso lo que queremos todos es disfrutar con una buena historia.

9)    Disculpe, pero me resulta inevitable, una juez escribiendo y otra como personaje, ¿hay mucho de Graziella Moreno en Sofía Valle?

La verdad es que la única cosa que nos une es la profesión, la pasión por los puzzles y esa manía de ir a nadar los fines de semana a las siete de la mañana. En lo demás somos totalmente distintas. Quizá haya más cosas mías en el personaje de Rivas.

10) ¿Qué le resulta más dificultoso a la hora de perfilar una trama negra? ¿Y qué le resulta más sencillo?

Creo que lo más complicado es encontrar esa última pieza que hace encajar todas las demás. Lo más sencillo es decidir qué historia quieres narrar y los personajes que van a estar en ella.

11) En la novela también se habla de las cárceles del alma, ¿tan altos son sus muros?

Estoy convencida. Pienso que somos prisioneros de nuestras emociones, de lo que hemos hecho, de todo aquello que queremos olvidar y nos persigue. Acumulamos sentimientos que no nos dejan avanzar y como apuntaba antes, damos pasos que nos llevan a situaciones de las que no sabemos salir. Como dice uno de los personajes de la novela, tenemos claro que “antes que venderse al diablo, lo que sea”, pero es que a veces, el diablo no nos da ni tiempo a pensar…

12) Cuéntenos, si se puede, qué planes literarios le aguardan tras la aparición de Flor seca.

Flor seca tendrá continuación, pero no por el momento. Ahora estoy con una trama totalmente distinta, exprimiendo el reloj todo lo que puedo para encontrar el tiempo que merece. A ver si lo consigo…





EL ABISMO VERDE - MANUEL MOYANO

Sin sosiego
Hay narradores que con unas pocas frases ya son capaces de transportar al lector al ambiente que ellos han creado, al centro mismo de su historia, al vórtice de su universo literario. Algo así ocurre con Manuel Moyano, que acaba de regalarnos otra de esas novelas inolvidables que nos arrastran sin remisión por sus páginas desde que comenzamos la lectura. Y es que las vivencias de un sacerdote aquejado de falta de fe en pleno Amazonas, lejos de parecer algo manido, se convierten en una retahíla de momentos impactantes que nos van robando el sosiego, tal y como le ocurrirá a este Padrecito a medida que va descubriendo la realidad en la que se ve envuelto.

            Podría pensarse que en la novela hay un cierto aire a Conrad y su corazón de las tinieblas, sólo que Manuel Moyano logra que percibamos una mayor inmediatez en esta trama, y no precisamente porque el protagonista sea un misionero español en los pasados años sesenta, sino porque sentimos con él cada una de las abyecciones que se producen en esa pequeña aldea de Agaré, donde una empresa papelera esquilma eucaliptos, y una horda de leñadores esquilma otros recursos menos materiales de la selva, para luego recibir su correspondiente y dominical hostia consagrada.

            En Agaré no hay mujeres, y sobre eso circulan algunos inquietantes rumores, como los que hablan de unas extrañas criaturas de una piel blanquísima. En Agaré hay una atmósfera que oprime hasta la asfixia, y en ella tendrá que moverse el nuevo misionero hasta que el autor decida que ha llegado el momento de acelerar la intriga, de ir empujándole hasta un destino cruel, ineludible, que acaso termine por arrancarle de los brazos de la Iglesia.

            Pocos autores pueden aunar, con tamaña naturalidad, la aventura, la intriga y el género fantástico, o acaso sea más fácil hacerlo cuando se atesora calidad literaria suficiente, como sin duda le ocurre a Manuel Moyano.

El abismo verde. Manuel Moyano.
Menoscuarto. Palencia 2017. 168 págs. 16’50 euros.
(LA VERDAD, "ABABOL", 27/5/2017)


sábado, 20 de mayo de 2017

domingo, 14 de mayo de 2017

MI NOMBRE ESCRITO EN LA PUERTA DE UN VÁTER - PAZ CASTELLÓ

Literatura y ambición

            Cuando en una novela se toca el tema de la corrupción literaria, más de uno debería echarse a temblar, por si lo que se cuenta, por disparatado que pueda parecer, tuviera visos de realidad. Por supuesto, hay otra opción, mucho más sana, especialmente para todo aquel escritor que no tenga miseria alguna que esconder, y esa opción consiste en sentarse, leer y disfrutar de la historia, de la elocuencia con la que está contada, de un estilo cuidado de quien analiza muy bien cada palabra antes de fijarla escrita, y disfrutar también de un estilo firme, con objetivos muy claros, entre los cuales está el propio amor por la literatura.

            Lo demás serán boas de plumas, razones superfluas, curiosidades de un título que luego comprobamos lo bien justificado que está. Pero lo verdaderamente importante es el trabajo que ha hecho Paz Castelló, poniendo ante nuestras narices a tres personajes muy bien perfilados, cuyas almas incluso nos entrega para que los conozcamos de manera muy profunda. Lo que hace esta autora es armar una novela con el material más sólido posible, el de la naturaleza humana, con todas sus virtudes y miserias, las mismas que atesoran Mauro Santos, Olvido Valle y Germán Latorre, alguno con más miserias que virtudes, aunque debe quedarle al lector la labor de averiguar quién de ellos es y hasta dónde se puede inclinar la balanza del bien y del mal, de la ética o la falta de ella.

            Un escritor indeciso que se encuentra con el triunfo y le vende, por dos veces, su alma literaria al mismísimo diablo. Un diablo que no sólo compra dos veces dicha alma, sino que ya cree poseerla a perpetuidad mientras disfruta de la fama televisiva. Una mujer un tanto perdida, madre de una hija encantadora, que sobrevive como puede tanto a la crisis económica como a la de su corazón. Y un loro disparatado, y una vidente seria, y un periodista lacayuno, y un programa de televisión en el que mostrar el talento literario. En suma, una atmósfera que invita a la curiosidad y la lectura, y que atrapará al lector en cuanto éste se descuide.

            Para saber qué ocurrirá después, para conocer si la ética, o el amor, o la venganza, o las miserias logran triunfar hay que seguir leyendo. Paz Castelló ha creado una novela muy viva, con una sátira brutal sobre el éxito y la televisión, y con una reflexión sobre la trastienda de la literatura que todo el mundo debería conocer, y encima lo ha hecho escribiendo muy bien. Poco más se puede pedir.

Mi nombre escrito en la taza de un váter. Paz Castelló.
Umbriel. Barcelona 2017. 284 págs. 16’50 euros.
(LA VERDAD, "ABABOL", 13/5/2017)


sábado, 13 de mayo de 2017

CUENTOS SUSPENSIVOS EN LITERATURA + 1

La última sorpresa sobre los Cuentos suspensivos me la regala Luis Sánchez Martín desde su blog Literatura + 1. Mi agradecimiento para él.

http://literaturamasuno.blogspot.com.es/2017/05/cuentos-suspensivos-antonio-parra-sanz.html

10 de mayo de 2017
"Cuentos suspensivos", de Antonio Parra Sanz


FICHA TÉCNICA:
Género: Narrativa, Cuentos
Editorial: La Fea Burguesía 

SINOPSIS: 
    Vencer al destino, ése es el objetivo de muchos de los personajes que pueblan estos relatos, reordenar su mundo, enfrentarse a sus miedos y conseguir vencerlos para seguir viviendo. En estas páginas hay hombres asaltados por un sueño, herencias envenenadas, mujeres capaces de tomarse sus propias venganzas, asesinatos por encargo, amores desnortados, curiosos encuentros con la muerte y un puñado de microrrelatos con los que el autor trata de encontrar una nueva visión de la realidad. 

OPINIÓN:
      El autor saca la artillería pesada desde el primer momento, con lo que uno queda enganchado a la lectura hasta el final. Y esto no significa que conforme avanza el libro, y disminuye la extensión de las historias, decaiga el interés (todo lo contrario, algunos de los relatos más breves son una maravilla y hablaremos de ellos más adelante), simplemente significa que los tres primeros relatos, cuya extensión supone un tercio o más del total, tienen, por separado y en conjunto, un enorme potencial. Por separado por la calidad de cada uno de ellos, y en conjunto porque son relatos muy distintos entre sí, tanto en fondo como en forma, lo que da una idea del gran oficio que destila su autor.

      ‘La tormenta’ es un relato rural, oscuro, en el que las leyendas y la superstición ocupan amplias parcelas del ánimo de sus protagonistas. Sin llegar a entrar en el llamado Realismo Mágico, encuentro ciertos guiños al género y un punto un tanto onírico en la narración.
‘Ite missa est’ es una instantánea del tiempo presente (crisis, corrupción) narrada por las voces de tres personas que asisten a una misa. Me ha recordado novelas recientes como ‘Asamblea ordinaria’ y ‘La edad media’, logrando el autor sintetizar la esencia de éstas en unas pocas páginas. En ‘El sueño de Tántalo’ un boxeador retirado desentierra su vieja gloria para intentar conseguir el amor de una prostituta. Buen giro final para una historia con pie y medio en el género negro.

       La segunda parte del libro la componen relatos de menor extensión, salvo alguna excepción, que los tres primeros. Gran variedad de temáticas y sorprendentes finales en esta serie de historias entre las que destaco ‘El holandés errante’, sobre juego e inevitable destino, ‘Los viernes a última’, con un agradecido punto de humor negro, al igual que ‘Delicatessen’, ‘Despedida’, un breve drama familiar y el más extenso ‘Inevitables golosas’, uno de los que más me ha gustado y la aportación surrealista al conjunto.

     Finaliza la obra con la recopilación de microrrelatos ‘Minificciones’, donde el autor monta y desmonta una trama en apenas unas líneas. Destaco de esta parte ‘Desayuno continental’ y ‘Éxito rotundo’, de los que prefiero no comentar nada pues, debido a su ínfima extensión, el riesgo de ‘spoiler’ es altísimo.

                Una lectura muy recomendable, en mi opinión.

domingo, 7 de mayo de 2017