domingo, 29 de julio de 2018

ENTREVISTA A JESÚS TÍSCAR

ENTREVISTA A JESÚS TÍSCAR

Proponemos conocer a un discípulo aventajado de Valle-Inclán: Jesús Tíscar, autor de ‘La japonesa calva’, a través de esta entrevista para Solo Novela Negra

ENTREVISTA A JESÚS TÍSCAR

LA JAPONESA CALVA

Por Antonio Parra Sanz
Siempre resulta interesante poder charlar con un autor de la potencia narrativa, y también expresiva, por qué no decirlo, de Jesús Tíscar, que desembarcó en el ambiente de la novela negra con una trama un tanto delirante, La japonesa calva, que le otorgó el XXI Premio de Novela Negra Ciudad de Getafe.
Jesús Tíscar Jandra nació en Jaén en 1970. Escribe cuentos, novelas, artículos, guiones y obras teatrales. En la actualidad ejerce profesionalmente como actor y reside en Santiago de la Ribera (Murcia). Es autor de cinco obras teatrales y seis libros publicados, siendo el más reciente Memorias de un gusano (Ediciones RaRo). Asimismo, atesora en su haber más de treinta galardones literarios, entre los que cabe destacar el XXV Premio «Felipe Trigo» de Novela, el XV Certamen Literario «Villa de Colindres», el XXXIII Premio de Narrativa «Antonio Porras» y el VII Certamen de Literatura «Miguel Artigas».
  • Ahora que ya ha tenido tiempo de asimilarlo, cuéntenos sus impresiones sobre el premio que recibió su novela.
Me ha dado dinero y proyección, comí y bebí gratis, la publicación de mi novela a nivel nacional, estar en los cortingleses y en las casasdelibros y en los fenaces, cosa que yo creo que ya me iba mereciendo, o sea que mis impresiones son buenísimas. Y poder echar al carrito del súper alimentos, whiskys, calcetines y tonterías sin mirarles el precio, eso también me lo merecía.
  • ¿Este tipo de reconocimientos supone baterías nuevas a la hora de escribir? ¿Cómo las encaja alguien como usted, que lleva mucho tiempo escribiendo?
Los reconocimientos son bienvenidos porque, como poco, te indican que tu trabajo interesa. Ahí es nada, con la cantidad de mierda que se escribe ahora. Usted lo ha dicho, llevo mucho tiempo escribiendo, y eso implica pasar temporadas (rachillas) de inseguridades y agobios, con la toalla en la mano, balanceándola ya. O sea que este tipo de reconocimientos ayudan a seguir agarrando la toalla, con fuerza, enjugarte los sobacos y seguir.
  • Algunos han calificado su prosa como valleinclanesca, ¿le molesta eso o le agrada?
Me agrada muchísimo. Usted mismo la ha calificado así, que me acuerdo yo, y, como verá, no le he retirado la palabra ni le he arrojado cosas por la calle, sino que nos estamos tomando este asiático tan tranquilos. No, en serio: que te comparen con un genio, nada menos que con el inventor de esa delicia estética y moral que es el esperpento, pues no está mal. No creo que sea para tanto, y se lo dice alguien al que le asquea profundamente la falsa modestia, pero que sigan, que sigan valleinclanándome, que yo me dejo.
  • Dicen que la crisis va remitiendo, con todo lo que se ha escrito con ella como fondo, ¿significa eso que nos vamos a quedar sin argumentos literarios?
¿Cómo vamos a escribir contra Franco sin Franco?, dicen que se preguntaban algunos tras la santísima muerte del abuelillo aquel que guardó Occidente. Pues nada, ¡a espabilar! Es cierto que las crisis son muy sustanciosas literariamente, como los malos malísimos, como las beatas contrariadas, como los inocentes apaleados, pero es que crisis (en plural) va a haber siempre, no sólo va a ser la del parné. Además, la crisis no está remitiendo, ¿le vamos a hacer caso al bocarrara ese?
  • ¿Qué tienen los personajes del lumpen que se vuelven atractivos para la novela negra? Ya sé que usted no se considera autor del género pero La japonesa calva es negra…
Para la novela negra y para la que no es negra. Creo que el personaje correcto, triunfador, con ascensor, que paga sus impuestos, que deja propina, que no le mete dos hostias a nadie y que se apunta a inglés y a zumba es muy aburrido. Lo tiene todo hecho, no aspira a más, o no quiere aspirar a más, que es lo mismo, y ahí hay poco que escribirle, mejor que se lo cargue pronto un sicario y seguimos con la novela. ¿La japonesa calva es negra? De acuerdo. Como negra me la ha premiado un jurado competente.
  • Me temo que sonará un poco repetitivo pero, ¿cómo surgió esta historia de la masajista nipona?
Nunca lo repetiré bastante, yo lo repito con gusto. A saber por qué (aprovecho para confesar que nunca he ido de masajistas, tampoco en Blablacar), se me instaló en la parte de imaginar la imagen de una septuagenaria inocentona y desgraciada atravesando un barrio muy chungo en busca de una japonesa milagrosa y prostituta que le calmara el dolor de las piernas. Ahí empezó. Y así comienza La japonesa calva. No sabía más. Después le puse pasado a esa escena, cómo se conocieron Kazumi Kuriwako y Luciana Crespillo, y fueron surgiendo más personajes y tramas. Mucha humana miseria. Y me gustaban, que es lo difícil. A los nueve meses, tras mucho batallar con la estructura narrativa, la dí por terminada y la envié a Getafe.
  • ¿Volverá a practicar novela negra? Mire que el ambiente a veces está para practicarla incluso sin escribir…
Y que lo diga. Dan ganas de hacerse malo, ya que los buenos empiezan a escasear, a ser presuntos, y vivir de los sobres y de las visitas de los papas. En fin… He comenzado otra novela, de momento muy verde, tan verde que aún no confío en ella ni de broma, pero creo que me puede salir también negra, aunque a mi estilo, claro. Sin detectives.
  • ¿Qué le impulsa a la hora de seguir escribiendo, y qué le inquieta de ese proceso? Si es que hay algo que le inquiete.
Podría responder esa vulgaridad de que escribo porque me gusta (y porque la literatura nos salva o cualquiera de esas mamarrachadas), pero es que además de vulgar sería mentira. Me gusta a veces, porque escribir en serio (repito: en serio, no en plan dominguero) es duro. Ya sé que más duro es alquitranar carreteras, pero me la suda, yo no alquitrano carreteras y no me arrepiento de ello. ¿Qué me inquieta? Que no voy a tener paga de jubilación, al contrario que los que alquitranan carreteras, aunque bueno… Veremos a ver. El bocarrara no lo tiene muy claro esto tampoco.
  • Dicen algunas malas lenguas que a veces el ordenador le grita, ¿es eso cierto?
Sí. Acabas cansado de darle al alfabeto, cierras y oyes los chillidos de los personajes, que quieren seguir viviendo, pero eso es porque termina uno medio gilipollas de tanto escribir.
  • Antes hemos hablado de Valle-Inclán pero, ¿a qué otros autores les debe algo Jesús Tíscar?
A Francisco Umbral, a Camilo José Cela, a Stephen King, a Miguel Delibes, a Juan Marsé, a Ignacio Aldecoa, a Rakel Rodríguez, a Caballero Bonald, a Bukowski, a Eduardo Mendoza… A Marcel Proust no, a ese no le debo nada, ¡qué pestiñazo!, y a Luis García Montero tampoco.
  • Sabemos que es un hombre apasionado por el teatro, ¿cómo le ha ido cuando ha intentado escribirlo?
Compañías profesionales me han estrenado cinco obras, dirigidas todas ellas por Miguel Ángel Karames, que es un gran teatrólogo, que las ha salvado, y en casi todas me he dado cuenta de que caigo en el error del narrador que escribe teatro: no es así. Soy un novato, me gusta el género, le pongo pasión, pero lo desconozco, así que he ido corrigiendo defectos en cada una de ellas, hasta dar con la última, Verracas, que es de la que más satisfecho me siento en cuando a texto, porque he de decir que las anteriores han sido muy bien interpretadas y puestas en escena.
  • ¿Y lo de la interpretación, no le tienta regresar a ella?
Sí, bastante, y hacer de villano, que es para lo que casi siempre me llaman, porque soy alto y estoy gordo y tengo vozarrón, lo que pasa es que uno ya carga una edad y en el teatro se curra mucho, muchísimo, y se paga poco, poquísimo, y en cine (algunos cortometrajes he hecho) no se paga nada, y pasas calor, en el cine se pasa mucho calor, y a mí los amores al arte se me secaron hace un tiempete, a lo mejor por el calor de los rodajes. Vocación de actor no he tenido nunca, me metí a interpretar casi sin querer, y como me dicen que no lo hago mal… Por cierto, Murcia sé que es muy teatrera, cuando llegué aquí hace casi tres años creí que se me iban a rifar las compañías, me di a conocer, y nada. ¡Qué mal!
  • Como usted mismo ha reconocido, ha empezado a dejar de ser un autor de culto, incluso está conociendo más el mundillo literario, ¿cuáles son sus impresiones sobre el mismo?
No, apenas conozco el mundillo literario. Yo soy de relacionarme poco, no me gusta la gente, ni que me cuenten cosas que no me interesan, y aquí todo el mundo se lanza a contar cosas que no le interesan a nadie. Al mundillo literario me asomo cuando no tengo más remedio, pero siempre con un ojo puesto en la puerta de salida para salir pitando en cuanto me impaciente. Prefiero estar más solo que un perro, comerme un polvorón, eructar. De verdad: se habla mucho, se habla demasiado, y para conocer mundillos hay que fingir que escuchas y corresponder con las mismas soplapolleces, y a mí se me da muy mal eso, no tengo la presencia de ánimo suficiente.
  • Confiésenos, si se puede, qué proyectos literarios tiene en el horizonte…
La nueva novela que ya le he dicho, haga el favor de atender a lo que le respondo, oiga, y una nube teatral que se me está instalando y que cualquier día me pongo y la sacudo. Qué rico está el asiático este.
  • Y ya que estamos, ¿qué le puede decir a un lector que no le conozca para que se acerque a esta japonesa calva?
Te vas a excitar, te vas a poner chorreandico, se te va a poner dura, no lo dudes, acude a la japonesa, ve a ella, déjala hacer, son 18 euros, si no tienes dinero, ponte a alquitranar carreteras y vuelve.
 https://punica.es/entrevista-a-jesus-tiscar/

LA CARICIA DE LA BESTIA - CRISTINA C. POMBO

‘La caricia de la bestia’ nos adentra en desencuentros, un bosque inquietante y extraños sucesos… Antonio Parra reseña la novela de Cristina C. Pombo

Título
La caricia de la bestia.
Datos publicación
Espasa. Barcelona 2018. 437 págs.

Datos del autor

Cristina C. Pombo (Ourense, 1977) estudió música, filología y arte dramático, completando su formación con un máster en Creatividad y Guión Audiovisual. Ha trabajado  como copy, directora artística, profesora, traductora y guionista de televisión. Colabora con sus artículos en medios como La Región o Pikara Magazine. En la actualidad compagina la docencia de letras y música con la escritura de novelas.

Sinopsis de la obra

En un bosque solitario, dos adolescentes son brutalmente atacados por un ser de una fuerza sobrenatural. En su declaración, ambos sostienen que el agresor es un zombi.
La inspectora Laura Tébar es encargada de la investigación. Se trata de una profesional de 55 años, brillante, solitaria  y con un carácter temible forjado en un pasado lleno de errores imposibles de remediar. Se la respeta y se la teme a partes iguales. Con Tébar, y a su pesar, comienza a trabajar el subinspector Merino, un joven tan inexperto como intuitivo y motivado.
Los dos no pueden ser más opuestos y no tardan en chocar. A través de la novela, el lector asistirá a un auténtico tour de force entre ambos personajes, que pasarán lo suyo antes de permitirse el mínimo respeto mutuo que les permita colaborar y enfrentarse a unos seres tan misteriosos como violentos, que  atacan desde lo más profundo del bosque, parecen invulnerables y desaparecen sin dejar rastro.

Reseña

La extraña pareja
Aquel principio ficticio que habla de que los polos opuestos se atraen se cumple a rajatabla en esta novela de Cristina C. Pombo, porque no en vano podrían estar más alejados la inspectora Laura Tébar y el subinspector Merino, su nuevo compañero. De esa situación en la que hay dos compañeros que deben empezar a trabajar juntos se parte en esta trama, bueno, de ella y del supuesto ataque sufrido por una pareja de novios a manos de lo que parece ser un zombi.
Que no se alarme el lector, no estamos ante una novela “zeta” sino ante una trama negra y policial que, empleando en todo momento la lógica, tendrá que rebatir lo que parece evidente, o lo más fácil de pensar a juzgar por las circunstancias. En el tranquilo pueblo de Grazalema ocurre algo extraño y esta peculiar pareja tendrá que averiguar qué es, claro que primero tendrá que ir solventando sus propias diferencias, o lo que es lo mismo, intentar que se acerquen un poco los caracteres solitarios de ella, que recela de los hombres y del mundo en general, y expandido de él, a quien su superiora acusará de perroflauta conspiranoico.
Pombo no se limita al caso, de hecho a ratos quizá sería deseable que avanzase con más celeridad, pero la profundización en la personalidad de ambos policías justifica el ritmo sosegado de la novela, hay que conocer a Tébar y a Merino, su pasado, sus sombras, sus dolores, porque sólo entonces la investigación podrá avanzar como es debido, sólo entonces la pareja hará frente a todo lo que va a encontrar oculto en la sierra de Grazalema, los jóvenes desaparecidos, los ataques, los manejos turbios de quienes ostentan el poder. O las conspiraciones que de pronto se vuelven reales.
https://punica.es/la-caricia-de-la-bestia-resena/

lunes, 23 de julio de 2018

LA LÍNEA DEL HORIZONTE - ISABEL MARÍA ABELLÁN


ALMAS GEMELAS


La joven María necesita reconducir un poco su vida, alterada en lo personal, lo laboral y lo sentimental incluso, y de la mano de la figura de su abuelo, con el que vuelve a estrechar los lazos que ya mantuvieron en el pasado, iniciará un nuevo camino, una andadura muy diferente llena de esperanzas, en la que el cariño, la memoria y las confidencias se convertirán en los principales hilvanes para tejer una nueva manta vital que la cobije.

Isabel María Abellán ha logrado que esta novela vea de nuevo la luz, esta vez bien tratada por La Fea Burguesía, para recordarnos cuáles fueron sus orígenes literarios, los mismos que le llevaron a preguntarse muchas cosas sobre lo ocurrido en 1939 en el Puerto de Alicante, y posteriormente en aquel campo de los almendros del que tan brillantemente nos hablara Max Aub, la aberración del campo de prisioneros de Albatera, lugar en el que también transcurriera Isidro, su anterior novela, aunque posterior a ésta en su génesis literaria.

A diferencia de aquella, La línea del horizonte no tiene como tema central los sucesos y barbaridades ocurridos en aquel campo, esta novela vive y se alimenta de la relación entre Antón y María, y aunque son estremecedores los testimonios de lo vivido en el puerto alicantino mientras miles de republicanos descubrían que ya no habría salida, y algunos tomaban el atajo del suicidio, la verdad es que el tono de la novela se acerca más a la confidencia vital, al contacto de dos almas gemelas para las que las distancias generacionales no eran más que una anécdota. Una delicia leer esta historia.

‘LA LÍNEA DEL HORIZONTE’
Isabel María Abellán.
La Fea Burguesía. Murcia 2018.
155 páginas. 10 euros.


lunes, 16 de julio de 2018

ENTREVISTA EN SOLO NOVELA NEGRA

‘Dos cuarenta y nueve’-Entrevista a Antonio Parra Sanz

A pocas semanas de una nueva edición del festival Cartagena Negra, charlamos con uno de sus organizadores, Antonio Parra Sanz, a cuenta de su novela ‘Dos cuarenta y nueve

Escritor, crítico literario, profesor de escritura creativa y docente en un instituto de la ciudad portuaria, miembro de la organización del festival Cartagena Negra y ELACT … Es difícil hallar personas tan comprometidas con la cultura como Antonio Parra Sanz. En un interludio entre sus múltiples actividades conseguimos realizar esta entrevista, en la que principalmente abordamos -además del noir, lo humano y lo divino- los entresijos de su última novela, ‘Dos cuarenta y nueve’.

Ficha del libro

Autor: Parra Sanz, Antonio
ISBN: 9788476289174
Editorial: Eds del Serbal
Año de edición: 2017
Nº páginas: 261

Entrevista a Antonio Parra para Solo Novela Negra

  • La primera pregunta es obligada: ¿Por qué el título ‘Dos cuarenta y nueve’?
Es aproximadamente la duración de un movimiento de Las cuatro estaciones, de Vivaldi, en concreto el Presto del Verano, un movimiento que escucha el asesino de la novela, y cuya duración se impone como tiempo para cometer sus crímenes, demostrando así que es posible acabar con la vida de una persona en menos de tres minutos.
  • En el desarrollo de la trama se combinan temas tan dispares como el mundo de las emisoras de radio, el ámbito policial o aspectos bíblicos… Con respecto a tus anteriores novelas, ¿dirías que has tenido que documentarte más ampliamente?
En el caso de las cuestiones bíblicas sí, tuve que hacer una buena búsqueda de aquellos fragmentos que pudieran ilustrar las confesiones de un asesino en serie, y después de valorar varios textos sagrados me decanté por el Apocalipsis, sin duda el libro más críptico de toda la Biblia, y por eso mismo el más metafórico y el que más se presta para hacer diversas interpretaciones. En los otros aspectos, bastaba con recordar algunas situaciones reales, tanto del mundo radiofónico como de casos policiales que se hicieron públicos en su momento.
  • En la novela la música juega un papel relevante… ¿Sueles escribir con música de fondo? En caso afirmativo, ¿cuáles son tus preferencias?
Es curioso, antes sí lo hacía. De hecho antes tenía muchas más manías de las que tengo ahora, escribía de madrugada, con música suave o clásica, acompañado de alguna bebida. Ahora ya no, parece que con los años esas manías van desapareciendo. Creo que esta novela fue la última en escribirse bajo esos condicionantes, fue escrita íntegramente de madrugada, mientras escuchaba de manera febril la música de Vivaldi, tanto que incluso llegué a aborrecerla, y en ocasiones incluso bebiendo el mismo whisky que toma el inspector Marquina. Creo que es una prueba más de hasta dónde tuve que empatizar con la trama y los personajes.
  • Hablando de esos personajes. Alonso, Marcos y Elisa. Un triángulo de protagonistas que da mucho juego. ¿Cuál ha sido el que más te ha costado construir? ¿Te ha seducido o divertido especialmente alguno de ellos?
Cada uno tenía sus peculiaridades, me interesaba que los tres arrastrasen un equipaje de duros recuerdos, incluso de pulsiones inconfesables, porque lo que yo quería era ahondar en sus miserias, y que ellos mismos se enfrentasen a ellas. Ésta ha sido la novela más dura de escribir, precisamente por haber tenido que entrar en sus mentes, en sus recuerdos, en sus miedos…, y de los tres creo que el que más me costó construir fue el de Marcos, porque las sombras de Elisa y Alonso les llegaron cuando ya eran adultos, pero Marcos lleva toda su vida sufriendo, y eso me puso las cosas más difíciles. Divertirme no me he divertido con ellos precisamente, pero sí he sufrido a su lado, y supongo que eso ha hecho que me haya hermanado con ellos más que con otros personajes míos.
  • ¿Crees que personas con el perfil psicológico de Marcos existen realmente hoy en día en la sociedad española?
Por desgracia sí, hay personas que se sienten rechazadas por la sociedad y que se dedican a juzgar a los demás como desahogo, aplicándoles una vara de medir egoísta y particular, no hay más que echar un ojo a las redes sociales y a toda la intransigencia que se ve en ellas, donde parece que triunfa el “o estás contigo o estás contra mí”. Otra cosa es que luego la gente decida llevar esos juicios un poco más allá, ahí, por fortuna, los casos disminuyen muchísimo, aunque alguno hay, como por desgracia hemos podido comprobar en los medios.
  • En la novela visualizamos una Cartagena nocturna, con una clara pátina inquietante y siniestra, al estilo de los escenarios noir norteamericanos o nórdicos… ¿te has inspirado en estos últimos o ha fluido de manera natural mientras escribías?
No se trataba de buscar un paisaje inquietante y siniestro de por sí, lo que pretendía era situar determinados episodios en diferentes lugares de Cartagena, pero muy conocidos para el habitante de la ciudad, con el fin de crear inquietud, de crear en el lector la sensación de que el mal podría ocultarse en cualquier rincón de los que habitualmente transitamos. Cartagena es una ciudad muy hermosa, ahora es mi ciudad, y el reto era situar la trama en sus calles, en sus rincones, para ir sembrando ese miedo, para que la presencia del justiciero amenazara con aparecer por cualquier esquina.
  • Madrileño afincado desde hace años en Cartagena… ¿Para cuándo una novela ambientada en tu ciudad de origen?
Mi primera novela, Ojos de fuego, que supuso el estreno de mi detective Sergio Gomes, transcurría en Madrid, a pesar de que la escribí viviendo ya en Cartagena, fue un homenaje hacia mi tierra que le debía tras tantos años de vivir allí. Ahora escribo sobre Cartagena porque es la ciudad que mejor conozco, y creo que uno debe escribir sobre aquellos espacios que domina, aun así, no he olvidado Madrid, por supuesto, pero seguro que ahora hay muchas zonas cambiadas y no quiero estar visitando mapas de mi ciudad de origen. De todas formas, hay por ahí proyectos que transcurren en Madrid, y nunca podré olvidarla, como es lógico.
  • En 2015 ‘La mano de Midas’, protagonizada por Sergio Gomes, se distingue con el Premio al Libro Murciano del Año. Ahora, con ‘Dos cuarenta y nueve’, abordas el noir desde una perspectiva muy diferente; ¿piensas seguir experimentando dentro del género o ya tienes en mente una nueva entrega de tu detective?
A veces pienso que en el género negro está todo inventado, leo muchísima novela negra y agradezco mucho que una trama me sorprenda, porque creo que estamos cerca de alcanzar la saturación a fuerza de repetir argumentos. En ese sentido, intentaré buscar nuevas vías, como supongo que hacemos todos los autores del noir, otra cosa es que lo consiga o que con ellas logre interesar al lector, que, dicho sea de paso, también se está volviendo cada vez más exigente, para que luego alguno siga empeñado en considerar a la novela negra como un género menor. En cuanto a nuevas entregas de Sergio Gomes, algo hay en el horno, pero es una creación conjunta con otro autor, por lo que me perdonará que no le dé más detalles, salvo que trataremos de innovar un poquito.
  • Con tus ‘Cuentos suspensivos’ hemos disfrutado de una antología de relatos variados, tanto en lo referente a la temática como a la técnica narrativa. ¿Te sientes igual de cómodo en el género del relato que en el de la novela, o tienes alguna preferencia?
Siempre estaré en deuda con el relato, porque fue el que me convirtió en escritor, y mi mente es proclive a generar tramas de cuentos que va almacenando hasta el momento de ver la luz. En cuanto a la comodidad, tanto la novela como el cuento son hijos de la misma madre: la narración, y yo soy un narrador, un contador de historias que unas veces salen más breves y otras más largas, pero la esencia siempre es la misma, aunque la técnica, obviamente, no. De todas formas, reivindico siempre que puedo el relato, porque vivimos en un país en el que hay magníficos cuentistas y me da pena que el lector a veces no sepa apreciarlo porque prefiera comprar una novela antes que un libro de relatos.
  • Hace un par de meses has recibido, junto a Paco Marín, el Premio Mandarache al fomento de la lectura. ¿Qué supone para ti este premio?
Una gran alegría. Yo soy un lector que de vez en cuando escribe un libro, así que mi principal preocupación es contagiar la pasión por la lectura a tanta gente como sea posible, lo hago en las aulas con mis alumnos, ya sean de secundaria o universitarios, y en general cada vez que puedo en cualquier situación, así que recibir un premio como ése fue un pleno de satisfacciones, porque es una forma de reconocer una labor que me apasiona, al igual que le ocurre a Paco, por eso los dos nos embarcamos en cien actividades literarias, porque disfrutamos con ello, y  esperamos seguir contagiando a los demás durante todo el tiempo que podamos.
  • Eres uno de los organizadores del festival Cartagena Negra, que tiene lugar a primeros de septiembre en la ciudad portuaria. ¿Tenéis ya perfilada su cuarta edición? ¿Puedes avanzar a los lectores de SNN alguna exclusiva?
El programa ya está cerrado. Como en las tres ediciones anteriores, nuestro principal objetivo es el de acercar a los autores a los lectores del género, estrechar lazos entre ellos, aumentar sus vinculaciones, que participen en actos conjuntos y se retroalimenten de experiencias literarias. Por eso siempre procuramos hacer que el autor se sienta bien tratado, y que el lector tenga muchas oportunidades de departir con él. En esta edición, como en las anteriores, hemos tratado de echar el resto, así que celebraremos el vigésimo aniversario de Bevilacqua y Chamorro con Lorenzo Silva, hablaremos de la relación entre los crímenes, la prensa y la literatura, haremos que algunos autores consagrados apadrinen a algunos nuevos, departiremos sobre el maltrato, tendremos monólogos, encuentros con clubes de lectura, concursos de cortos y microrrelatos… En fin, cinco días apasionantes en los que nos acompañarán figuras como Berna González Harbour, Graziella Moreno, Estela Chocarro, Carlos Augusto Casas, Manuel Marlasca, Benito Olmo, Lorena Franco, Jerónimo Tristante, y así hasta completar la treintena de autores, incluyendo a un tal Jesús Zaplana, no sé si le sonará.
  • En tu opinión, ¿cuáles son los factores que propician el gran interés que suscita el género noir dentro de la literatura actual?
Esa es la pregunta del millón, bueno, una de ellas, porque la otra sería ¿qué es novela negra? A mi juicio, el género negro estimula tres facetas del ser humano: la psicológica, la lúdica y la sociológica, de ahí que provoque tanto interés. Y es que tiene un triple atractivo, por un lado nos permite jugar a adivinar quién es el asesino o cómo se han producido los hechos que se cuentan, después nos ofrece una panorámica de la sociedad en la que florecen todas sus miserias, y por último nos permite hurgar en los recovecos de nuestra mente, y pasear por su lado oscuro sin que tengamos que estar frenados por la ética o la moral, como ocurre lógicamente en la vida real. Tal vez en esa triple vertiente esté la clave de por qué se ha vuelto tan atractiva para el lector, sin olvidar tampoco el estilo, claro, el lector exigente, el buen lector, desechará una novela negra mal escrita por muy atractiva que sea su trama, o al menos así debería ser.
  • Por último, cuéntanos un poco acerca de tus proyectos literarios más inmediatos.
Cada vez me cuesta más ir desvelando proyectos, no por manías ni supersticiones, sino porque si luego no cuajan parece que uno le toma el pelo al público, pero bueno, ahora ando embarcado en dos tramas muy diferentes, una que tiene que ver con la literatura humorística, y otra, en colaboración con otro autor, que nos lleva de nuevo al interior del género negro. Hacer que ambas prosperen será un reto, esperemos que todo logre llegar a buen puerto.
Muchísimas gracias, Antonio.
Texto: © Antonio Parra Sanz y Jesús Zaplana García, 2018.

domingo, 15 de julio de 2018

UN DIOS CIEGO - JAVIER SAGASTIBERRI

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‘Un dios ciego’- Reseña

Diseccionamos ‘Un dios ciego’, la última novela de Javier Sagastiberri. Una reseña de nuestro crítico literario Antonio Parra.

Título
Un dios ciego
Datos publicación
Erein. Donostia 2018. 229 págs.

Datos del autor

Javier Sagastiberri (Donostia 1959), es licenciado en Ciencias Económicas por la Universidad del País Vasco y en Filología Hispánica por la UNED. Desde 1987 trabaja para la Hacienda Foral de Bizkaia. Ha actuado siempre en el ámbito de la Inspección, primeramente como Subinspector de Hacienda y desde hace diez años como Inspector de Finanzas.
Su experiencia laboral le ha ayudado en la redacción de su primera novela, El asesino de reinas, aunque por fortuna no ha tenido que presenciar ningún asesinato. Es importante destacar que la inspiración principal de la novela proviene de su amistad, casi incomprensible teniendo en cuenta su origen guipuzcoano, con la gran cantidad de aficionados del Athletic que pueblan las dependencias de la Hacienda Foral de Bizkaia.

Sinopsis de la obra

Un peligroso recluso se ha fugado de la prisión de Basauri y amenaza la vida de las ertzainas Itziar Elcoro y Arantza Rentería, por causas relacionadas con un caso anterior, razón por la que fue detenido. Paralelamente, un conocido abogado muere a manos de un asesino profesional.
Dos tramas aparentemente inconexas corren paralelas en la novela y terminan confluyendo en un final sorprendente, que cambiará la vida de ambas protagonistas. Y todo ello ocurre en Bilbao, una ciudad aparentemente tranquila, pero en la que bandas de narcotraficantes, cada vez más violentas, adquieren mayor protagonismo y se enfrentan entre sí. Una novela en la que Sagastiberri nos obsequia con los cameos de autores y protagonistas de la pequeña historia noir de Bilbao.

Reseña

Cuentas pendientes
La fuga de Uriah Heep, un peligrosísimo delincuente que ya las amenazaba anteriormente, pone patas arriba las vidas de las ertzainas Itziar Elcoro y Arantza Rentería, además de la muerte de un conocido abogado, a quien parece haber finiquitado un asesino profesional, algo poco común en Bilbao, donde cada sector del lumpen conoce tanto su radio de acción como hasta dónde pueden llegar los tentáculos de sus competidores.
Javier Sagastiberri juega con ambas situaciones como un habilidoso prestidigitador, con prudencia cuando toca, lanzando cuchillos al aire cuando hace falta, e incluso regresando al pasado para que sepamos ben de qué era capaz ese psicópata irlandés con cara de niño escondida en un cuerpo de anciano, o viceversa, porque el hecho de que lo conozcamos sólo por alusiones a veces nos deja en la duda, aunque tenemos claro que su apariencia y sus planes son siempre despreciables.
En esa doble investigación, una de las oficiales llegará a no tener claras sus prioridades, pero es que el afán de la venganza a veces es muy poderoso. Las fuerzas del orden de Bilbao se movilizan del todo, y Sagastiberri se divierte, como un dios gamberro, incorporando a la novela a una serie de tipos de sobra conocidos para los buenos lectores del género, tales como Javier Abasolo o Jon Arretxe, y no contento con ellos incorpora también a sus personajes en un homenaje continuado que en nada repercute, para mal, en el desarrollo de la propia trama.
Hemos de decir que las estrellas del hampa se llevaron la palma en la novela, y sus perfiles son mucho más atrayentes que los de los miembros de la seguridad, hablamos especialmente de dos figuras: don Celso y don Sergio (este último trasunto de Sergio Vera, responsable del conquense certamen de literatura negra Las casas ahorcadas). Dos hombres que representan el ayer y el hoy, incluso en las formas, los códigos y los procedimientos, y contra los que tendrán que batallar ambas ertzainas a la hora de ir clarificando un poco la muerte de un abogado pijo venido a menos, tan a menos que incluso llevaba ya algún tiempo paseándose por el lado oscuro del infierno.
Con estas dos sombras, los mayores homenajes a los clásicos del género, el camino de la investigación seguirá transcurriendo por una Bilbao que late, que sabe de ciertas mafias, que reconoce también ciertos lugares con aspiraciones de guetos, pero que está viva en cada página. Así es como poco a poco iremos llegando hasta un final de avalancha en el que algunos acontecimientos no tendrán más remedio que precipitarse.
Los caminos dobles son siempre peligrosos, y cuando se transita por ellos hay que saber siempre que llega el momento en el que hay que hacer lo que hay que hacer, y cada uno habrá elegido ya sus cartas.
Texto: © Antonio Parra Sanz, 2018.
https://punica.es/dios-ciego-javier-sagastiberri/

domingo, 1 de julio de 2018

LEJOS DEL CORAZÓN - LORENZO SILVA

‘Lejos del corazón’, de Lorenzo Silva- Reseña y entrevista

Con motivo de ‘Lejos del corazón’ en el vigésimo aniversario de las andanzas de Bevilacqua y Chamorro, dedicamos un monográfico (reseña + entrevista) a uno de nuestros grandes escritores negrocriminales: Lorenzo Silva

Título
Lejos del corazón.
Datos publicación
Destino. Barcelona 2018. 384 págs.
Datos del autor
Lorenzo Silva (Madrid, 1966) ha escrito, entre otras, las novelas La flaqueza del bolchevique (finalista del Premio Nadal 1997), Noviembre sin violetasLa sustancia interiorEl urinarioEl ángel ocultoEl nombre de los nuestrosCarta blanca (Premio Primavera 2004), Niños ferocesMúsica para feos y la Trilogía de Getafe. En 2006 publicó junto a Luis Miguel Francisco Y al final, la guerra, un libro-reportaje sobre la intervención de las tropas españolas en Irak y en 2010 Sereno en el peligroLa aventura histórica de la Guardia Civil (Premio Algaba de Ensayo). Además, es autor de la serie policíaca protagonizada por los investigadores Bevilacqua y Chamorro, iniciada con El lejano país de los estanques (Premio Ojo Crítico 1998) y a la que siguieron El alquimista impaciente (Premio Nadal 2000), La niebla y la doncellaNadie vale más que otroLa reina sin espejoLa estrategia del agua, La marca del meridiano (Premio Planeta 2012) y Los cuerpos extraños.
Sinopsis de la obra
Un joven de veinticinco años, con antecedentes por delitos informáticos, desaparece en la zona del Campo de Gibraltar. Hay testigos que aseguran haber visto cómo un grupo de hombres lo abordaban en plena calle y lo metían a la fuerza en un coche. Poco después de su desaparición, se reclama por él un abultado rescate en efectivo, que los suyos abonan sin rechistar. Desde entonces, no se vuelve a saber de él, lo que hace pensar que han acabado con su vida.
Tres días después de la desaparición, el subteniente Bevilacqua y la sargento Chamorro reciben el encargo de tratar de esclarecer lo ocurrido. Viajan para ello al Estrecho, donde se encuentran con un microcosmos en el que las leyes son relativas, el dinero negro corre a raudales y su blanqueo es una necesidad cotidiana. Un lugar lejos del corazón de todo donde nada es de nadie y todo puede tomarse, donde nadie mira y nadie ve, y donde, en fin, cualquier cosa es posible.

Reseña

Aniversario a lo grande
Lleva Lorenzo Silva a sus criaturas a un territorio fronterizo para conmemorar el vigésimo aniversario de la serie, y tal vez fuera necesario que dicho aniversario transcurriera en la zona del Estrecho, en el Campo de Gibraltar, donde a veces nadie ve ni oye porque todos saben y todos callan, donde las normas son especiales y hay que adaptarse a ellas nada más poner el pie en aquella tierra. Acaso era el mejor lugar para que el lector vea hasta dónde han llegado Vila y Chamorro en esta carrera que iniciaran con El lejano país de los estanques.
Una carrera que les ha llevado por casos y lugares de todo pelaje (algún día haremos una retrospectiva en condiciones de dicha carrera policial y literaria), y con la que Lorenzo Silva siempre ha intentado estar al cabo de la calle, o lo que es lo mismo, prestando siempre atención a la sociedad en la que vive, en la que vivimos todos, incluidos también los beneméritos protagonistas de esta serie. No hay, en cambio, exceso de nostalgia, ni tendría por qué haberlo, no se trata de que a cada entrega estemos contándole las arrugas al subteniente, o los resquemores a la sargento, es más bien la constatación de que ese tiempo pasa para todos, con todo lo bueno y lo malo que nos quiera traer.
El inicio de la novela nos presenta al hijo de Bevilacqua siguiendo ya los pasos del padre, convertido en un número más de un cuerpo que le ofrece una perspectiva que tal vez la abogacía no le proporcione (¿les suena esto a los incondicionales de Lorenzo Silva?), madre e hijo de Vila cierran el círculo de este maduro caimán que ya hace tiempo que ha aprendido a lidiar con los dobleces del tiempo.
Pero la obligación manda, y el secuestro de un informático les lleva hasta la zona gibraltareña, a donde se desplaza el equipo casi completo, dispuesto a colaborar con la dotación fronteriza, una de las más numerosas del país, por razones obvias.
Luego, el panorama de aquellos lares está contado con naturalidad, con soltura y sin aspavientos, ni narrativos ni de conciencia, con los pies con el plomo justo para que el lector perciba el ambiente que allí se vive, y precisamente contado por boca de quienes lidian a diario con él. El contrabando, la droga, las planeadoras, los servicios de recogida, el silencio de los que ni ven ni oyen porque cobran, todo está en estas páginas, pero aderezado con aspectos tan novedosos como el dinero electrónico, los bitcoins o criptomonedas, la manera de fabricarlas, los resquicios fiscales, las expectativas para blanquear dinero. Todo conformando un universo en el que todo es posible, que una multitud apedree a una pareja de picoletos en una tienda, o que un atildado abogado gibraltareño imparta lecciones de supuesta ética económica.
La contemporaneidad de Lorenzo Silva en su más pura esencia, una investigación a más de tres bandas que se ve recrudecida por un segundo secuestro. Una vez más el autor madrileño ha conseguido crear una novela redonda que, además, guarda alguna que otra sorpresa que no olvidarán fácilmente los lectores asiduos de Bevilacqua y Chamorro.

ENTREVISTA A LORENZO SILVA

VEINTE AÑOS DE BEVILACQUA Y CHAMORRO
Con motivo del vigésimo aniversario de la pareja que forman Bevilacqua y Chamorro, hemos charlado con Lorenzo Silva, para que nos cuente cómo está viviendo el paso de estas dos décadas de unos personajes que han entrado, ya para siempre, en el imaginario de la novela negra tanto española como internacional.
  • Han pasado ya veinte años, ¿a quién le han sentado mejor, a Lorenzo Silva o a Rubén Bevilacqua?
Tiendo a no quejarme de mi vida desde hace bastante tiempo, esto es, desde que comprendí que dedicándome a lo que me dedico tenía todas las papeletas para que hubiera sido mucho peor. Y quizá le he contagiado esa sensación a Bevilacqua, nacido para ser un leproso de la literatura española (no cabía presagiarle otra cosa en 1995, cuando escribí su primera novela) y convertido a la postre en un personaje conocido y reconocido, ganador ya de una pila de premios.
  • ¿Qué ha sido lo mejor que le ha regalado su personaje, y qué lo peor, si lo ha habido?
Lo mejor: todos los lugares a los que me ha llevado, todas las miradas que me ha permitido compartir, todas las historias que me ha hecho escuchar. Sin todo eso, yo sería mucho peor persona y me atrevo a decir que también mucho peor escritor. Lo peor: nada.
  • De estas dos décadas, ¿qué momentos cree que Vila y Chamorro recordarán para siempre?
Su reconciliación tras el patinazo de Vila en La niebla y la doncella, su abrazo en la playa de Viladecans al final de La marca del meridiano, su aterrizaje en Afganistán en Donde los escorpiones, y un momento que no voy a decir de Lejos del corazón. Adivínelo el lector.
  • Supongo que es consciente de que a la sombra de ellos han nacido unos cuantos personajes literarios nuevos, ¿qué cree que les diría Vila a estos acólitos?
No, no soy consciente. Nunca entró en mis planes crear escuela, tomando un camino tan estrafalario. ¿Cree de veras que la he creado? Si así fuera, Vila no sabría qué decirles, me temo. Bastante tiene con intentar decirle a su hijo, que nunca le hace caso, algo que le sirva.
  • Con su pareja de personajes ha recorrido España y algunos lugares foráneos, y tratado los más diversos temas, ¿hay alguno que se le haya quedado en el tintero?
Muchos, pero queda vida y queda tiempo de servicio para ellos. Espero ir recorriéndolos todos.
  • ¿Cree que en lo personal son felices?, porque parece que a veces se les escurre un poco entre los dedos todo lo sentimental.
¿Qué es ser feliz? Si es conseguir todo lo que uno se propone o anhela, ellos vienen fallando en la misión desde el principio. Si es aprender a soportarse a uno mismo con lo que se hace y se tiene, en cambio, diría que los dos van bastante bien encaminados.
  • ¿Y las fuerzas reales del orden, cree que han mejorado en estos veinte años o estamos todavía ante un camino que recorrer?
Han mejorado bastante y, sobre todo, ha mejorado mucho su percepción por la ciudadanía, lo que en cierto modo repara una injusticia que se cometía hace veinte años con servidores públicos que llevan mucho tiempo comprometidos con el bien común. Pero siempre se puede y se debe hacer más, tanto en el camino de la acción policial como en el de sacudirnos, todos, telarañas y prejuicios.
  • ¿Le gustaría que Vila y Chamorro leyeran alguna de sus novelas, cómo cree que se lo tomarían?
Prefiero que lean otras cosas que los enriquezcan más. Pero si lo hicieran estoy seguro de que lo encajarían con deportividad.
  • La pregunta del millón: ¿tienen fecha de caducidad?
Todos la tenemos.
  • Adelántenos qué nos vamos a encontrar en Lejos del corazón, esta última entrega.
Una historia que creo que es de las más completas de la saga, en una zona, el Campo de Gibraltar, injustamente olvidada, y con unos personajes en un momento vital de madurez que al menos a mí me resulta muy sugerente. Espero que también sea así para el lector.
Texto: ©Antonio Parra Sanz, 2018.
https://punica.es/lejos-del-corazon-monografico-snn/