sábado, 13 de noviembre de 2010

CRÍTICAS LITERARIAS - ALMUDENA GRANDES


La heredera de Galdós

Siempre ha reconocido Almudena Grandes lo que le debe a Benito Pérez Galdós, y es una influencia de la que presume a menudo, hasta el punto de que gracias a ella ha iniciado una serie de novelas que abarcarán algunos episodios de la posguerra española, o de una guerra interminable, como ella misma ha titulado la obra. Esta primera entrega tiene como fondo la invasión, en 1944, del Valle de Arán por parte de ocho mil soldados pertenecientes a la Unión Nacional Española, republicanos todos, combatientes contra Franco y Hitler, espíritus que buscaban sin cesar una justicia que les volvió, una vez más, la espalda.


La autora madrileña ha preparado una mixtura tan atrayente como los platos de su protagonista, combinando lo histórico con lo ficticio, porque en la novela hay dos líneas claramente diferenciadas hasta en la voz narrativa: una en tercera persona, en presente histórico y otra en la íntima primera persona de sus personajes, una que evoca los hechos ocurridos hace más de sesenta años y otra que recrea el amor de Inés y Galán. Dos criaturas nacidas con el sello de Almudena Grandes, cuyas vidas se insertan en mitad de los hechos reales, no en vano, en muchas páginas de la obra leemos la siguiente frase: ‘La Historia inmortal hace cosas raras cuando se cruza con el amor de los cuerpos mortales’. Y el mayor mérito de esta novela radica, no en el talento literario de su autora, que a estas alturas está ya fuera de toda duda y más que reconocido, sino en su capacidad de hacer pasar como absolutamente real la ficticia historia de amor.


Porque además del idilio, con todos sus sufrimientos, penurias y alegrías, de Inés y Galán, esta novela le ofrece al lector otras relaciones muy reales, como fueron las de Dolores Ibárruri con Francisco Antón, o la de Jesús Monzón, encargado de dirigir a los comunistas españoles a este y al otro lado de los Pirineos, con Carmen de Pedro. Ambas comprobables, tanto como desconocidas para gran parte del público. Un público que tampoco tenía noticia de aquella escaramuza de 1944, la única que logró meter el miedo en el cuerpo a Franco, ni del resultado final, con todos los combatientes olvidados una vez más, en esta ocasión no sólo por los aliados, sino también por los burócratas de su propio partido.


Pero por encima de canalladas históricas están los seres humanos, esas piezas de los atlas que le gusta armar a Almudena Grandes, y estas páginas son de nuevo un homenaje a la vida, a los ideales, a la lucha, por lo que arrancarán, a veces, hasta alguna lágrima a los buenos lectores.


‘Inés y la alegría’. Almudena Grandes.

Editorial Tusquets. Barcelona, 2010. 728 páginas.

LA VERDAD, "ABABOL" (13/11/2010)


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