Verdadera calidad
Podría
ser una sorpresa encontrarse con unos relatos de Alfredo Gómez Cerdá cuyo
destinatario no fuese un público juvenil, que es al que, de momento, ha
brindado su trayectoria literaria. Claro que, leyendo precisamente sus obras
juveniles, tampoco podemos extrañarnos de la calidad que rezuman estas seis
historias, dedicadas de una u otra forma al mundillo cruel (oficio miserable
como bautiza su autor) de la escritura.
Y
es que Alfredo ha tomado el crisol de la creación y le ha dado las vueltas
necesarias para ofrecernos una buena galería de casos, de ejemplos variopintos.
Un autor obsesionado con seguir a quien compre su libro, y que termina
bañándose en mitos sin saberlo, otros que quieren huir del triunfo y no lo
logran, por mucho que se empeñen en “malescribir”, fugas a torres de marfil que
presentan trampas de aislamiento, fenómenos del western literario con ínfulas
de comprar un pueblo, premios Nobel involuntarios, quemas de manuscritos, giras
interminables en hoteles solitarios.
La
trastienda de la literatura como materia literaria, pero elaborada con un gusto
exquisito por parte de Alfredo Gómez Cerdá, y una potencia narrativa que
encandila y arrastra como un torrente al lector. Deberíamos pedir, entre todos
los enamorados de las buenas historias, una reedición de esta obra, o una
redifusión masiva de la misma. Lo merece.
Oficio miserable. Alfredo Gómez Cerdá.
Ediciones de la
Discreta. Madrid 2005. 159 páginas.
Magnífico regalo de Alfredo Gómez Cerdá. Coincido en que debería difundirse este ejemplo de buen quehacer literario.
ResponderEliminarSi tenéis opción, no dudéis en leerlo: no os defraudará.