sábado, 24 de mayo de 2014

martes, 20 de mayo de 2014

LA VERDAD SOBRE EL CASO HARRY QUEBERT - JOËL DICKER

Móvil perpetuo

            Así se mueve esta novela, sometida a la fuerza de una triple gravedad narrativa, porque el suizo Joël Dicker ha logrado armar un engranaje magnético con tres tramas convertidas en una, y el lector se ve zarandeado por ellas desde las páginas iniciales, mientras se va estimulando su curiosidad hasta el punto de no poder abandonar la lectura con facilidad. Agasajado por la crítica de media Europa, este joven autor ha demostrado tener una potencia creativa de muchos quilates, porque sólo así se puede explicar la brillantez con la que entrelaza contenidos negros, amorosos e incluso metaliterarios. Y además lo hace manejándose en tres planos temporales (1975, 1998 y 2008), sin que el lector sufra ninguna clase de vértigo en cada uno de los saltos.

La admiración que el escritor Marcus Goldman siente por el que fuera su maestro literario, Harry Quebert, marca el inicio de la novela, cuando el joven neoyorquino vuelve a refugiarse en New Hampshire en busca de una inspiración que cree perdida tras el monumental éxito de su primera obra. A partir de ahí, todo se irá acelerando, y Dicker empieza a suministrar pequeñas píldoras de efectos tan alucinógenos como retardantes: el hallazgo del cadáver de Nola Kellergan en el jardín de Quebert, el descubrimiento de la pasión que el escritor mantuvo oculta, treinta y tres años atrás, por la quinceañera Nola, una suerte de Lolita campestre, la cerrada sociedad de una pequeña localidad como Aurora, e incluso los entresijos del siempre voraz mundo editorial norteamericano, donde el marketing y la publicidad pasan por encima de la literatura como apisonadoras borrachas.

Con una estructura muy ágil, Dicker nos permite seguir la investigación que Goldman emprenderá para limpiar el nombre de su mentor, al tiempo que nos presenta una galería de personajes que no tiene desperdicio: el predicador atormentado, la camarera insatisfecha, el chófer discriminado, el rico que intenta limpiar su conciencia, el policía pueblerino, el editor carroñero, el agente federal descreído, la jovencita fácil de ilusionar…, y sobre todo, los dos escritores que han tratado de construirse su propia imagen gracias al triunfo literario. Eso sí, que nadie se relaje durante la lectura, porque las sorpresas irán cayendo como fruta madura, y los juegos mentales y nemotécnicos que irá proponiendo Joël Dicker harán cierta una de las frases que Harry Quebert le regaló a su discípulo Goldman: “la mejor novela es aquella que nunca deseamos terminar de leer”. Algo así experimentará el lector cuando se decida a abrir las páginas de esta novela y poner en marcha su diabólico mecanismo.

La verdad sobre el caso Harry Quebert. Joël Dicker.
Alfaguara. Madrid 2014. 672 páginas. 22 euros.
(LA VERDAD, "ABABOL", 17/5/2014)

lunes, 12 de mayo de 2014

DOCE LUNAS - RAQUEL LANSEROS

DOCE LUNAS

RAQUEL LANSEROS
LAS PEQUEÑAS ESPINAS SON PEQUEÑAS


1)     Ha distribuido el poemario en cuatro partes muy diferenciadas, en las que se habla del rocío, las mariposas, la utopía o el pasado. ¿A qué se debe esta estructura?

Mediante estas cuatro partes he querido simbolizar las cuatro primeras décadas de la vida humana. El rocío está presente al amanecer, cuando despunta el día y por tanto se refiere a la infancia. Las mariposas, alegres, hermosas, inquietas, que no cesan de revolotear, simbolizan la adolescencia y sus chispeantes ilusiones. La utopía, tan necesaria, tan amiga de los sueños y del afán de justicia alude por supuesto a la juventud. Y la última parte, “El pasado es prólogo” –tomado de un verso de Shakespeare en La tempestad se refiere a la madurez, esa época en la que todavía quedan muchas cosas por vivir, pero ya hay una experiencia acumulada que sirve de prólogo o introducción.


2)     ¿Qué importancia tiene para usted la palabra “contigo”?
    
“Contigo” es una palabra que me resulta especialmente hermosa por varias razones. En primer lugar, desde el punto de vista etimológico es un bello vestigio del paso del latín al castellano, llevando en su seno esa preposición “cum” (con) repetida “cum-tecum”, dándonos una idea precisa de cómo los hablantes habían ya olvidado el significado primigenio de las palabras latinas. Y en segundo lugar, el significado no puede ser más inclusivo y trascendente, una palabra que se centra en el tú, en el otro, y es emblema de la alteridad, entendida por todas múltiples corrientes filosóficas como el proceso de conversión del yo en el nosotros.


3)     De las tres mujeres que hay en usted, ¿con cuál se queda ahora mismo?

Como señalara la efigie de Tebas, todas las personas tenemos tres edades, -siempre que la salud y la suerte así lo permitan- el niño, el adulto y el viejo. De las tres yo me quedaría con la del medio, la adulta, ni demasiado joven como para no tener experiencia ni demasiado vieja como para que el cuerpo ya se vivencie como una carga. Y justamente coincide con la edad en la que estoy ahora.


4)     “Hay un niño asombrado de rodillas gastadas / dentro de todo hombre que ama a una mujer”, ¿responden estos versos al concepto que Raquel Lanseros tiene del amor?

En líneas generales sí, creo que el amor nos llena siempre de asombro, como un nuevo retoñar que nos retrotrae a la mágica infancia. Por eso alguien enamorado es siempre un niño de algún modo, aunque eso sí, tiene las rodillas gastadas como recuerdo de las inevitables rozaduras que la vida ya ha producido en el adulto que es.


5)     ¿Hasta qué punto están presentes la soledad y la amargura en estos poemas?

Supongo que hasta el mismo punto que están presentes en la propia vida: ni la llenan por completo ni dejan nunca de aparecer en ocasiones.


6)     ¿Y cuánto hay en ellos de las experiencias vitales de su autora? O dicho de otra forma: ¿arrastra Raquel Lanseros un equipaje existencial voluminoso?

Es difícil juzgar el equipaje existencial propio, pero supongo que puedo decir aquello tan hermoso de Neruda: “confieso que he vivido”, dentro de mi edad y posibilidades. He sido siempre una persona bastante inquieta y he intentado no volverle nunca el rostro a la vida por cobardía. Cuando he sentido la necesidad imperiosa de recorrer un camino, me he sobrepuesto al miedo y lo he hecho, lo cual no significa que no haya tenido mi buena ración de “pequeñas espinas” en el intento. Algo de todo eso ha de traslucirse por fuerza en mis poemas.
 

7)     ¿Hay en esta obra poemas más líricos o intimistas, o en cambio predomina un poco el verso narrativo?

Yo creo que el libro es una mezcla de ambas cosas, en diferentes dosis, pero salvaguardando como tono general esa ambivalencia o heterogeneidad.


8)     El poema ‘Aritmética’ transmite un aire muy lúdico, ¿le gusta el juego en su poesía?

Me gusta el juego en la poesía y en la vida, sí, siempre y cuando trate de hacerse con inteligencia y evite la frivolidad o la banalización.


9)     ¿Cuáles son sus deudas poéticas, a quiénes no puede dejar de leer?

Son tantos que es imposible nombrarlos a todos. Todo aquel que escribe versos es sin duda un gran lector de poesía. Hace falta leer constantemente para escribir poesía. En mi infancia me influyeron de modo decisivo Antonio Machado, García Lorca, Pablo Neruda, Juan Ramón Jiménez. Ahora podría citar cientos de nombres, por ejemplo Emily Dickinson, Vallejo, Miguel Hernández, Claudio Rodríguez, Octavio Paz, Jaime Sabines, Idea Vilariño, Prévert, Robert Frost y tantísimos otros.


10) ¿Qué ha cambiado entre lo que esperaba de la poesía cuando empezó y lo que ella le ha dado hasta ahora?

La poesía me ha dado muchísimas cosas, tengo una inmensa deuda de gratitud para con ella, que espero saldar continuando en mi empeño de servirla. Hay personas extraordinarias, lugares maravillosos, sensaciones inigualables que nunca hubiera podido conocer o sentir sin la poesía. Es generosa y benefactora siempre que no detecte mezquindad o cortoplacismo en la entrega.


11) El verso que cierra el libro: “No hay verdad más profunda que la vida”, ¿encierra una declaración de intenciones sobre lo que ha de venir en obras futuras?

No puedo estar segura ahora mismo de qué vendrá en obras futuras, puesto que primero necesito vivir para contarlo. De lo que sí estoy segura es de que, aun amando como amo la poesía, la vida está por encima de cualquier cosa, lo cual no deja de ser una luminosa obviedad.


12) ¿Cómo convencería a un lector desconocido para que se acercara hasta sus versos?


Podría quizá parafrasear para él o para ella los versos de Marina Tsvietáieva con los cuales arranca mi libro: “A ti, que nacerás dentro de un siglo, / cuando de respirar yo haya dejado, / de las entrañas mismas de un condenado a muerte, /con mi mano te escribo.”



sábado, 10 de mayo de 2014

UNA HISTORIA PERDIDA - MARISOL ORTIZ DE ZÁRATE

La búsqueda

      Tiene Marisol Ortiz de Zárate una doble habilidad narrativa, tal y como ha demostrado en otras obras de género juvenil, por un lado, es una apasionada de las búsquedas, y por otro, maneja con infinita soltura dos tramas argumentales, sin que el lector resulte extraviado, porque con cada una de ellas acrecienta su interés. Y esos son los dos valores quizá más importantes de esta novela, merecedora del XXXII Premio Felipe Trigo, el tercero es el buen tino que tiene para perfilar sus personajes.

          Emma acusa la noticia de que su vida se va a escapar entre los jirones del alzheimer, y ese detonante le hará abandonar a Germán, su marido, para huir hasta la ciudad de sus orígenes, en busca del pasado pero sobre todo en busca del hijo que nunca le permitieron tener. Sesenta años antes, el titiritero Jêrome recorre Francia junto a su hija Colombeta y a dos peculiares jóvenes, Martín y el Tonto, viviendo a salto de mata, entre representaciones pueblerinas y la pasión por la hija, que va siempre un punto más allá de lo filial.

          Cada capítulo guarda una estancia para ambos argumentos, y Marisol Ortiz de Zárate sabe combinarlos con tanta delicadeza como planificación, respetando siempre al lector, y al mismo tiempo sin romper la confianza y la intuición de que tal vez, avanzando la novela, ambas líneas puedan llegar a coincidir. Presente y pasado, la España finisecular y la Francia que iba sospechando el inicio de una nueva guerra. Y entre ambos mundos, el Lobo, un personaje tan extraviado como necesitado de una misión en la vida, un apoyo fundamental para las lagunas de Emma, quien a veces sólo se aferra a la realidad leyendo las andanzas de su tocaya Bovary.

          Hay vida en estas páginas, confidencias, secretos, tristezas, desengaños y más de un misterio, pero hay, más que nunca, una humanidad impresionante por parte de una escritora tan buena como sensible.

Una historia perdida. Marisol Ortiz de Zárate.
Algaida. Sevilla 2013. 328 páginas. 19 euros.
(LA VERDAD, "ABABOL", 10/5/2014)

NO TAN INCENDIARIO - MARTA SANZ


    Demuestra Marta Sanz que se puede desacralizar la cultura, y lo hace con varios ensayos en los que la cordura y la crítica afilada predominan por encima de convencionalismos y politiquerías ultra correctas. Con el objetivo de formular unas cuantas preguntas, y buscar a quien sea capaz de responderlas con juicio, este volumen pasa lista a la concepción de la literatura, al futuro de la novela, a los presupuestos filosóficos y hasta enreda los hilos sociales tras los que se esconden quienes desean manejarnos. Un punto necesario de reflexión.

No tan incendiario. Marta Sanz.
Periférica. Cáceres 2014. 192 páginas. 14’75 euros.
(LA VERDAD, "ABABOL"10/5/2014)

LOS EXTRAÑOS - VICENTE VALERO

    Dedica Vicente Valero esta novela a esas ramas familiares que siempre nos han cautivado, bien por su exclusividad, bien por su carácter enigmático, aquellos miembros que hay en todo clan capaces de despertar la fascinación y la curiosidad por bucear en sus biografías. Un teniente de ingenieros, un campeón de ajedrez, un bailarín de musicales y un sobrio militar republicano son los cuatro protagonistas sobre los que el autor ibicenco ha indagado para concederles voz, gracias al recuerdo y la nostalgia, los dos barnices con los que se tiñe su prosa.

Los extraños. Vicente Valero.
Periférica. Cáceres 2014. 176 páginas. 16’75 euros.
(LA VERDAD, "ABABOL", 3/5/2014)