martes, 30 de julio de 2019

MONTALBANO O LA ESTRATEGIA DEL CANGREJO

«Montalbano o La estrategia del cangrejo», por Antonio Parra Sanz

«MONTALBANO O LA ESTRATEGIA DEL CANGREJO», porAntonio Parra Sanz
La pupila nunca era azul y los cangrejos no caminan hacia atrás, sino de lado, pero la literatura es tan hermosa que está hecha de mentiras que damos por buenas, como el hecho de creer que un buen manjar es capaz de alimentar también nuestro espíritu, algo que no es totalmente cierto, ni mucho menos, y por eso Salvo Montalbano se guarda, tras comer como un rey en la trattoriade Enzo, el as en la manga de sentarse en aquella piedra plana junto al faro de Vigata, a conversar con su amigo el cangrejo.

Ahora que su padre, Andrea Camilleri, nos ha dejado para participar en un festín perpetuo y olímpico junto a Georges Simenon y Manuel Vázquez Montalbán, podemos jugar a pensar que en ese cangrejo se refugiaba el alma del autor siciliano, presto siempre a escuchar las confidencias que su hijo literario más querido, o al menos el más pródigo en apariciones, quisiera hacerle, aunque algunas veces fueran en forma de queja o ajuste de cuentas.


Andrea Camilleri
- Fotografía de Marco Tambara -

Sería un disparate negar hoy la importancia que ha adquirido Salvo Montalbano entre los detectives literarios, se ha convertido en alguien tan legendario como Sherlock HolmesDupinMaigretCarvalhoMarlowe o cualquier otro que el lector tenga a bien añadir a la lista, WallanderBrunettiBoschMiss MarpleBevilacquaDelicado, etc. Y si ha llegado a este punto es por sus numerosas apariciones, por las traducciones, por las versiones televisivas, si ahora Montalbano es legendario es por su dimensión humana, con lo bueno y lo menos bueno, con sus cientos de caras y caracteres que trataremos de descifrar desde un prisma literario e incluso psicológico.

Las instituciones y la mafia
Uno de los quebraderos de cabeza del bueno de Salvo se lo proporcionan siempre las instituciones, empezando por la suya propia, los superiores policiales le provocan un deseo irrefrenable de rebeldía e insumisión, que suele terminar en una tomadura de pelo, más o menos evidente, y le lleva a reírse de ellos como hemos visto con Lattes y Bonette-Alderighi. Por otro lado, siente alergia por todo lo que huela a burocracia, con esos expedientes que se convierten en columna eterna y poco salomónica, y sus combates dialécticos con el forense los recordaremos siempre, al igual que su aversión hacia los abogados, notarios y carabineros. ¿Son rasgos antisociales? No, pero sí nos muestran a una autoridad que tiene problemas con la autoridad. Paradójico.

Como paradójica es también la relación que mantiene con los Sinagra y los Cuffaro, las dos familias que dominan el cotarro mafioso en Vigata, y a las que no duda en utilizar cuando su participación u omisión le pueden favorecer en alguno de sus casos. No estamos, por tanto, ante un cruzado, sino ante un siciliano que no tiene más remedio que convivir con la mafia, y moverse entre sus aguas con el instinto del que quiere sobrevivir. Lógico y comprensible.

Los medios de comunicación
Menos comprensible es el odio que le profesa uno de los periodistas de Vigata, Pippo Ragonese, quien persigue al comisario con tanta saña como poco éxito, poniéndolo en cuanto puede a los pies de los caballos televisivos. Por el contrario, hay otro profesional amigo de Montalbano, que sí colabora con las fuerzas policiales siempre que puede. Estamos, por lo tanto, ante la cara y la cruz del cuarto poder, pero un poder que el comisario usa cada vez que puede, eso sí, en pro de la justicia y la verdad.

Las mujeres

Las verdades sentimentales, en cambio, son harina de otro costal,Salvo es un soltero irredento, y las discusiones peregrinas con Livia así lo demuestran, Camilleri nunca lo dijo pero dejó ver bien a las claras que Montalbano nunca sería hombre de vicaría ni de perder independencia y costumbres. De ahí alguna aventurilla que le conocimos a Salvo con cierta sueca y la pasión con la que le trata también su asistenta Adelí, enemiga irreconciliable de la ausente Livia. Ni mujeriego ni disoluto, algún canon del género debía romper este hombre que a ratos roza la misoginia inconsciente.

La cocina
En lo que sí hay mucha pasión es en lo gastronómico, ahí la sombra de Carvalho y Montalbán es alargada, pero también la del propio Camilleri. Ningún lector se habrá podido sustraer a las salivaciones al entrar en casa de Enzo, o al abrir el horno previamente avituallado por Adelí. Envidia de gourmets y de los mejores cocineros. Señores lectores, señores autores del resto de Europa, en el sur se come, que parece que por el norte del continente los detectives vivan del aire.

Los subordinados
Del aire tampoco viven los policías a los que manda Montalbano, pero sí reflejan muy bien sus principales carencias, y para ello los puso ahí Camilleri, para remediar esos defectos de comisario, o para paliarlos al menos. A saber, Mimì Augello le ayuda con la psicología femenina, Catarella conserva la inocencia que le falta al comisario, Fazio la capacidad memorística y analítica, y Gallo la pericia al volante. Podemos decir que entre todos le completan, pero a él le cabe el honor de saber manejarlos, tampoco le podemos privar de todos los méritos.

Herencias literarias
Y si hablamos de méritos, para ir finalizando, Montalbano es legendario porque Camilleri ha homenajeado con él a figuras como Simenon y Vázquez Montalbán, como ya se ha mencionado, o lo que es lo mismo, a figuras como Maigret y Carvalho. En esos espejos se ha ido mirando Salvo Montalbano para terminar siendo como es.

La sociedad
Y es como es porque sabe qué terreno pisa, conoce a sus paisanos, los locales y los nacionales, con toda su capacidad para aceptar las corruptelas de un sistema que a veces apesta, sabe que el tiempo es efímero, las sociedades lentas, y que el ser humano tiene muchas caras, tantas como el crimen. De ahí que practique la estrategia del cangrejo y siempre se mueva lateralmente, porque por aquellos lares es probable que ése sea el camino más recto para resolver sus casos. Por todo ello se ha hecho grande, inolvidable, imperfecto, pero un investigador eficaz y que se hace de querer. Lo mejor que nos podía legar Camilleri.

lunes, 29 de julio de 2019

MALAS ARTES EN CARTAGENA ACTUALIDAD

El Rincón Literario de Paco Marín: «Malas artes»

TÍTULO:     Malas artes
AUTOR:      Antonio Parra Sanz
ILUSTRADOR:     Javier Gómez Inglés (Saso)
EDITA:       La Montaña Mágica / Calblanque (2019)
 Encuadernación: Rústica con solapas. Tamaño: 12,5 x 19,4 cm. Número de páginas: 56. PVP: 16,00 €. ISBN: 978-84-949510-3-9
 malas artes
  1. pl. Medios o procedimientos reprobables de los que se vale alguien para conseguir algún fin. (RAE)
Siempre que hago una reseña, un comentario, de una novela de Antonio Parra Sanz me asalta un prurito muy grande por ser mi AMIGO. Alguien puede pensar que “…claro cómo es su amigo, que va a decir…”; pensamiento muy lógico y lícito. Pero, tengan en cuenta que antes de conocernos ya escribía… y lo sigue haciendo y, mira por donde, lo hace muy bien y tengo que dejar constancia de ello. Amén de que, en esta ocasión, Malas artes es una muestra de lo que estoy diciendo.
Cuatro historias cuatro que te enganchan de la primera a la última palabra. Por otra parte, a este “inconveniente” de ser Antonio Parra Sanz el autor, se une otro no menos agobiante, cual es el ser, quien esto redacta, personaje en dos de los cuatro cuentos.
La prosa es límpida, lectura cómoda y con esa intriga que hace que avancemos sin desmayo. Cuatro cuentos, cuatro historias, con su aquel cada uno. Historias con el añadido magistral de estar ilustradas por Javier Gómez Inglés (Saso).
Sobrevivir o no, esa, es la cuestión, y los personajes de estos relatos tienen bastante claro lo que deben hacer para conseguirlo, otra cosa es que su comportamiento entre dentro de lo moralmente correcto, pero no estamos aquí para juzgar conductas, como mucho, para contar algunas historias que entretengan a los lectores y de paso intentar arrancarles una sonrisa o un guiño cómplice.
Cuatro cuentos:
Sólo un dedo: ¿Se imaginan a Suárez, González y Aznar cometiendo un atraco… seguido de cerca por Robert Redford, entre otros? Pasen y lean… no quedarán indiferentes.
Veinticuatro: Los Mateos… hay vida allí, amén de otras cuestiones. –Si acaso ya en año nuevo.
Noches húmedas: Excelente aperitivo para los que somos fieles a Sergio Gomes, tanto en cuanto llega su ¿inminente? tercera entrega. Sigue en Cartagena, sigue con Silvia y sigue tras los pasos de Torres Vélez. Una investigación detallista, como nos tiene acostumbrado el detective Gomes. Pero, en esta ocasión, me siento muy importante pues Sergio Gomes da su opinión sobre otro personaje -dicho personaje soy yo-, cuando lean Malas artes se toparán con lo siguiente: «…es un hombre grande y pausado, como uno de esos jueces de los westerns de antes…». ¿Qué les parece? Gran responsabilidad la mía al ser uno de los protagonistas del cuento, junto a otros amigos… Celia, Esteban…
La reina de la muralla: En esta ocasión nos desplazamos a la Muralla del Mar… y somos varios los amigos que nos hemos encontrado, sin comerlo ni beberlo, protagonizando una historia emergida de la mente de Antonio Parra Sanz… Manolo, Palmis, Lola, Pilar, Ana, Fernando y yo -nuevamente-, pero, en esta ocasión, acompañado de mi perrita Nube (ya descansa en el cielo de los canes). Una historia entrañable hasta decir basta «Nadie toca a uno de la calle. Nadie toca a uno de nosotros». En esta ocasión, el narrador dice de mí: «Paco, en cambio, es más callado, está gordo y lo sabe, pero lo lleva con orgullo, es callado, aunque también tiene su genio…». Se me saltan las lágrimas y me emocionan las líneas que recuerdan a Nube.
Sí… es mi amigo, pero escribe cómo sólo él sabe hacer. Por muchos años. Gracias en nombres de los amigos que nos movemos por algunas de las páginas. Gracias porque nos has hecho inmortales. ¡¡GRACIAS!!     
Antonio Parra Sanz (Madrid, 1965). Profesor de Literatura y crítico literario en diversos medios, es uno de los responsables del ELACT (Encuentro Literario de Autores en Cartagena), y de las jornadas de Cartagena Negra. Creador del detective privado Sergio Gomes, es autor de las novelas Ojos de fuego, La mano de Midas (Premio Libro Murciano del año 2015), Acabo de matar a mi editor y Dos cuarenta y nueve. Ha publicado libros de relatos (Desencuentros, El sueño de Tántalo, Polos opuestos, Cuentos suspensivos), volúmenes de artículos (La linterna mágica, Butaca de patio), y el ensayo Tres heridas: aproximación didáctica a la Antología poética de Miguel Hernández. Sus críticas literarias pueden leerse en el blog:
Javier Gómez Inglés (Saso) (Cartagena, 1977). Licenciado en BBAA por la facultad de San Carlos (Valencia). Becado en el antiguo Museo Nacional de Arqueología Submarina con proyectos de diseño. Diferentes exposiciones colectivas e individuales de pintura entre Valencia y Cartagena.
Profesor de Artes Plásticas desde 2002, actualmente en el IES Mediterráneo de Cartagena. Profesor en diferentes cursos de dibujo en la UMU. Profesor del master del profesorado en UCAM. Intervenciones artísticas en Mucho Más Mayo.
 Entrañable charla con Antonio Parra Sanz… Gracias…
P.- ¿Cuándo, cómo y por qué nace Malas artes?
R.- En enero del presente año Vicente Velasco, el responsable de La Montaña Mágica, me llamó diciéndome que si no pensaba publicar nada con él (Vicente es así de campechano y directo), ante lo que yo le dije que no tenía nada terminado, él insistió acerca de algunos textos, aunque fueran breves, y entonces recordé la primera publicación que hizo como editorial, Dóberman, de Ignacio Brogoñós, y pensé en ofrecerle algunos relatos que tenía en el cajón, si encontraba quien los ilustrara.
P.- Cuatro cuentos componen este pequeño, pero, potente libro. ¿Qué esconden? ¿Qué curiosidad albergan?
R.- Son cuatro textos, todos negros, de ambiente misterioso e incluso criminal. En cuanto a lo que esconden, hay un poco de todo, un relato de Sergio Gomes, un homenaje a mi pasado madrileño, un guiño hacia un puñado de amigos que aparecen como personajes, entre ellos un tal Paco, no sé si le suena… Y, en definitiva, cada uno de ellos lleva en su interior una pequeña sorpresa.
P.- ¿Por qué va ilustrado? ¿Qué aportan las ilustraciones al texto?
R.- Como decía antes, el primer volumen que publicó La Montaña Mágica era un relato ilustrado y eso es algo que siempre me había apetecido, así que le propuse el trabajo a mi buen amigo Javi Gómez Inglés “Saso”, que no dudó en aceptar. Y ha hecho una labor extraordinaria como podrá comprobar el lector, porque sus imágenes aportan su particular visión sobre mis historias. La sinergia creativa es algo que siempre me ha llamado mucho la atención, ya hemos dado un paso, crear un texto a medias con otro autor o que adapten un texto mío a formas dramáticas o cinematográficas pueden ser los pasos siguientes.
P.- Para alguien como yo, que no sabe desarrollar una historia, pero admiro profundamente a los que, como usted, sí saben, le pregunto: ¿Qué le resulta más complicado: escribir una novela de, digamos, trescientas páginas o una historia corta de unas pocas páginas?
R.- Evidentemente una novela, requiere tiempo, planificación, visión de conjunto, paciencia, cintura para asumir giros argumentales, es una carrera de fondo. Los cuentos, las historias breves, se gestan de manera más rápida, y se plasman en el papel también de manera mucho más rápida, de hecho, no me siento a redactar el relato hasta que no lo he construido previamente de forma íntegra en la cabeza. Pero disfruto con ambas disciplinas, porque lo que a un escritor debe moverle, creo, es el afán por contar historias, a ser posible, interesantes.
P.- ¿Para cuándo una nueva entrega de Sergio Gomes? Después del aperitivo en Malas artes.
R.- Pronto, muy pronto, en estos días estoy poniendo el punto final a la tercera historia de Sergio Gomes, son los momentos de mayor inquietud porque es cuando hay que rematar la faena, y créame si le digo que esta faena en concreto va a ser muy especial.
P.- Los que somos seguidores de Gomes… ¿encontraremos alguna sorpresa inesperada?
R.- Me tira demasiado de la lengua, hay detalles que no puedo desvelar porque no estoy solo en esta empresa, pero al menos sí diré que hay personajes que regresan al universo de Gomes, bueno, nunca se fueron, quiero decir que seguirán apareciendo, y que el lector se va a encontrar con otros que le resultarán familiares a poco que conozca las buenas muestras del género que han nacido en la región de Murcia. Y hasta aquí le puedo contar…
P.- El pasado día 17 falleció Andrea Camileri. Personalmente ¿Qué ha supuesto para usted?
R.- Junto a Vázquez Montalbán fue un autor que me envenenó para siempre de novela negra, ellos dos y tal vez Chandler, pero mucho más Camilleri y Montalbán por nuestra condición de mediterráneos, no recuerdo haber devorado con tanta ansiedad otros libros como las novelas del comisario Montalbano, igual que hacía con las de Carvalho, y eso es algo que me va a acompañar siempre. Como miembro de Cartagena Negra, me queda clavada la espinita de no haberle podido traer a nuestras jornadas. Pero a cambio creo que en mi Gomes siempre habrá un pequeño recuerdo al carácter de Montalbano, como lo hay también al cinismo de Carvalho.
P.- Continuando con Camileri… ¿Se tendrá un recuerdo hacia él en la próxima edición de Cartagena Negra?
R.- Por supuesto, pretendemos abrir con un texto que homenajee al autor siciliano, a lo que ha supuesto para el género y para todos nosotros, y a su personaje de cabecera. Será una manera brillante y sentida de abrir esta edición.
P.- A propósito… ¿Cómo viene la V EDICIÓN de Cartagena Negra?
R.- Viene con la misma ilusión de los demás años, aunque en esta ocasión hemos encontrado diversos problemas para cuadrar la presencia de algunos autores, tal vez porque los tentáculos del verano siguen activos la primera semana de septiembre. Pero que el público no dude que va a encontrar lo mejor en Cartagena, ficción y realidad, nuevas voces y nuevos formatos, clubes de lectura, encuentros y presentaciones, género para niños, concursos de cortos, de microrrelatos, teatro negro, personajes LGTBI…, una panorámica amplia y muy atractiva, porque todo está pensado para el lector y para que los autores se encuentren muy a gusto en nuestra ciudad.
P.- Acabamos. ¿Estará presente en la próxima Feria del Libro de Murcia?
R.- Sí, sin duda, estaremos allí, y le daré una pequeña exclusiva, si todo va como esperamos, en la Feria se producirá el estreno de esta nueva aventura de Sergio Gomes, en la que aparece acompañado por alguien muy especial.

SOY ROSE BLACK - ANA BALLABRIGA, DAVID ZAPLANA


SOY ROSE BLACK de Ana Ballabriga y David Zaplana por Antonio Parra





Título
Soy Rose Black
Datos publicación
Editorial Versátil. Barcelona 2019. 245 págs.

Autores
ANA BALLABRIGA Y DAVID ZAPLANA. Ana Ballabriga (1977, Candasnos, Huesca) y David Zaplana (1975, Cartagena, Región de Murcia) se conocieron en Valencia, cuando él estudiaba Ingeniería de Telecomunicaciones y ella Psicología. Pronto descubrieron que compartían el placer de la lectura y de la escritura y en esa época comenzaron a hilvanar su primera novela. Tras recibir algunos premios por sus relatos, en 2007 se editó Tras el sol de Cartagena, y en 2010 Morbo gótico. En 2016 ganaron el Premio Literario de Amazon con su novela Ningún escocés verdadero, y en 2018 publicaron La paradoja del bibliotecario ciego.
Con la saga de Rose Black se adentran en el misterio romántico.

Sinopsis de la obra
    Rose Black tiene todo lo que cree que podría desear: un trabajo estable y bien remunerado como abogada en un bufete de Ibiza, un novio italiano estupendo que la adora, y tres amigas incondicionales y divertidas. Sin embargo, en la fiesta de su 40 cumpleaños, se da cuenta que, a pesar de todo, su vida parece haber tocado techo. Al día siguiente, una adinerada clienta que sospecha que su marido la engaña acude a su bufete. Rose, que había fantaseado con la idea de ser investigadora desde que, a los 20 años, su novio Álex desapareció misteriosamente, decide iniciar sus propias pesquisas, sin saber que el caso se va a poner mucho más peligroso de lo que podría parecer. Suerte que contará con la ayuda de un divertido murciano buscavidas, más acostumbrado que ella a los trapicheos y a la calle.
     Entretanto, conocerá al nuevo policía encargado de la investigación de la desaparición de Alex: Marc Lobo. Un hombre que la incomoda y la atrae a partes iguales. Soy Rose Black es una historia de mujeres que sueñan y que buscan su lugar en el mundo. Un fabuloso cóctel de amor, sexo, misterio y comedia.

Reseña
El género ‘negromántico’
     Unir misterio y romanticismo, o sexo, dejémonos de pamplinas ya desde el principio, se hace a menudo en muchas novelas del género negro, lo meritorio de ésta es que alcanza un equilibrio en los porcentajes digno de elogio. Dicho de otro modo, sabemos que hay un grupo de mujeres que con frecuencia llena el espacio novelesco, que una de ellas, para más disfrute de golosos hija de un tal Benjamin Black, descuella por encima de las demás haciéndose detective, y sabemos que hay un caso, aparentemente de adulterio, que va a dar mucho más juego del que cualquiera podría suponer.
     Todo ello, mal gobernado, habría dado como resultado una novelita vulgar, sin mucho atractivo, muy de quiosco o suplemento veraniego por entregas, pero no es el caso, porque sus autores, Ana Ballabriga y David Zaplana, no son novatos en el género, ya saben lo que es practicarlo, y sufrirlo, y se han puesto manos a la obra para ir sirviendo todos esos elementos antes mencionados cuanto toca, como unos expertos chefs que saben lo que nos apetece en cada momento.
     Así tenemos un entrante chispeante y fresco con el cambio de profesión de Rose, que cambia la toga por la vigilancia, un aperitivo lleno de picante con Toni, el ayudante/conductor/recadero murciano que ella contrata, la voluptuosidad de unas ostras o una espuma de mar cuando hay reunión de amigas, porque Ámbar, Giselle o Xesca son un valor incalculable en la novela, o el peso de una buena carne al horno cuando hay que ponerse a investigar muy en serio sobre la prostitución.
     ¿Hay postre? Se preguntará el lector, claro que sí, pero hay que ganárselo como un buen comensal, e incluso la copa de después, porque también la hay, en forma de un caso no resuelto que lleva martilleando la cabeza de Rose durante varios años. Así que agárrense, que tenemos nueva variante del género negro, y promete alegrías, porque está muy bien cocinada.

domingo, 28 de julio de 2019


RESEÑA DE LOS SEIS FINALISTAS DE CARTAGENA NEGRA 2019


LA MALA SUERTE DE UN DEMONIO LLAMADO JUSTO QUE PREGUNTABA POR EL COLOR ROJO DE LOS GIRASOLES EN EL RAMO DE UNA NOVIA GITANA 


Títulos 

La mala suerte. Marta Robles 

Donde lloran los demonios. Pedro Martí 

Justo. Carlos Bassas 

El porqué del color rojo. Francisco Bescós 

La tragedia del girasol. Benito Olmo 

La novia gitana. Carmen Mola 


Datos publicación 

Espasa. 2018. 424 págs. 

Dokusou. 2018. 450 págs. 

Alrevés. 2018. 240 págs. 

Salto de página. 2018. 320 págs. 

Suma. 2018. 400 págs. 

Alfaguara. 2018. 403 págs. 


Autores 


MARTA ROBLES es licenciada en Ciencias de la Información, rama periodismo, por la UCM y lleva treinta años ejerciendo su profesión en todo tipo de medios. Ha escrito siete libros de no ficción: El mundo en mis manos, La dama del PSOE, Los elegidos de la fortuna, El catálogo del Parque Oceanográfico de Valencia, Madrid me Marta, Usted primero y Haz lo que temas; y ocho de ficción: Las once caras de María Lisboa, Diario de una cuarentona embarazada, Don Juan, Luisa y los espejos —Premio Fernando Lara de Novela—, Obscena, A menos de cinco centímetros —finalista en el Premio Silverio Cañada de novela negra de Gijón—, HNegra y La mala suerte. 



PEDRO MARTÍ estudió Magisterio en la UCLM especializándose en la enseñanza del inglés. Además de ejercer como maestro en Murcia, es el autor de la saga de novelas policíacas protagonizadas por el inspector Giralt. Es también colaborador habitual del magazine literario radiofónico El bancal de los artistas y co-presentador de Logros y Trofeos en Voz FM. En 2015 publicó La pieza invisible, obra que supuso no solo su debut literario, sino también el de su principal creación: el inspector César Giralt Plaça. En 2017 publicó su relato Todo mío dentro de la antología Cartagena Negra, y en 2018 publicó Donde lloran los demonios, segunda novela protagonizada por el inspector Giralt. 



CARLOS BASSAS DEL REY (Barcelona, 1974) trabaja como juntaletras de fortuna, labor que equilibra con la docencia y la escritura de guiones. En el 2007 ganó el premio Plácido al Mejor Guion de Género Negro en el IX Festival Internacional de Cine Negro de Manresa. En el 2012 publicó su primera novela, Aki y el misterio de los cerezos, y ganó el premio Internacional de Novela Negra Ciudad de Carmona con El honor es una mortaja. En el 2015 llegó Siempre pagan los mismos, ganadora del Tormo Negro, y una nueva entrega de la saga japonesa Aki, El Misterio de la Gruta Amarilla. En el 2016 publicó el libro de haiku Mujyokan, la novela corta La puerta Sakurada y Mal Trago, y en el 2018, El samurái errante. Ese mismo año publicó Justo, que ha sido nominada a varios premios, entre ellos el Hammett, y a la que siguió después la novela Soledad. 



FRANCISCO BESCÓS nació en Oviedo en 1979 y desempeña su profesión de publicista además de escritor. Licenciado en Comunicación Audiovisual y Publicidad por la Universidad de Navarra, ha trabajado para grandes marcas en multinacionales de publicidad y compagina esa labor con la literatura. Su obra está marcada por la variedad en todo tipo de géneros no sólo el negro sino también el humor absurdo. En 2014 ganó el VIII Certamen Internacional de Novela Negra Ciudad de Carmona con la novela El baile de los penitentes, el primer caso de los agentes de la Guardia Civil en Calahorra que recuperó después para El porqué del color rojo. También ha publicado la novela El costado derecho. 



BENITO OLMO (Cádiz, 1980) es escritor y guionista. Es autor de las novelas Caraballo (2007) y Mil cosas que no te dije antes de perderte (2011). Fue finalista del I Premio de novela La Trama / Aragón Negro. Su novela La maniobra de la tortuga resultó finalista del III Premio Santa Cruz a la mejor novela negra publicada en 2016. Se han vendido los derechos para realizar la adaptación cinematográfica de esta obra y está previsto que empiece a rodarse a finales de 2018. Su última novela hasta el momento ha sido La tragedia del girasol. El detective Manuel Bianquetti regresó después en La tragedia del girasol. 



CARMEN MOLA (Madrid, 1973) es un seudónimo. Vive en Madrid, con su marido y sus tres hijos, es profesora de universidad. La novia gitana fue su primera novela y ahora ha vuelto con su personaje Elena Blanco en La red púrpura. 



Reseña 

Seis opciones y un solo premio 



Seis son los títulos que en esta quinta edición de Cartagena Negra optan a llevarse el III Premio de Novela que lleva el nombre de las jornadas, seis grandes obras publicadas durante el año 2018 y que cuentan con méritos suficientes, todas, como para ser las ganadoras, pero sobre las que habría mucho que contar, y que a buen seguro van a hacer que el jurado del premio las pase bastante canutas a la hora de tomar una decisión. 



La mala suerte, Marta Robles: la vuelta del detective Tony Roures es la principal novedad de la novela de Marta Robles, tras su aparición en A menos de cinco centímetros. Un hombre complejo que se enfrenta al caso de la desaparición de una joven de buena familia, como casi todas las de su entorno, y que le lleva a tener que bucear entre los más insondables secretos de Mallorca. La autora ha sabido crear un ambiente que combina el misterio de la desaparición con los pasos que dará el detective, y una trama internacional, a ratos de corte casi futurista, que a buen seguro sorprenderá al lector. 



Donde lloran los demonios, Pedro Martí: de regresos hablamos también en este caso, porque no sólo reaparece César Giralt, sino que viene acompañado por los fantasmas que ya le atosigaron hasta extremos increíbles en La pieza invisible, así que podríamos hablar de continuidad en una trama que ha baqueteado a Giralt llevándole al límite, hasta el punto de que han sido los lectores quienes han pedido al almanseño Pedro Martí que vuelva a recuperar al personaje, a pesar de que él haya manifestado que su etapa ha concluido. Habrá que esperar y de momento conformarse con una prosa brutal, dura y descarnada como la que caracteriza a esta novela. 



Justo, Carlos Bassas: el autor barcelonés afincado en Navarra Carlos Bassas acaba de ser premiado por esta novela en la Semana Negra de Gijón, con merecimiento, por supuesto que sí, porque Justo, este hombre que anda peleándose con la ancianidad conserva el ojo clínico y crítico que muchos de nosotros quisiéramos tener, y cuando digo nosotros me refiero a los autores del género. La justicia, el concepto del bien y la afilada crítica social son algunos de los valores de una novela, la más breve de las seis, que deja en el paladar del lector un regusto amargo pero que al tiempo supone una bocanada de aire fresco y diferente, aunque venga de un hombre tan mayor, para lo que es habitual en el género. 



El porqué del color rojo, Francisco Bescós: Volvemos a los retornos, valga la redundancia, demostrando una vez más que las series tienen mucho que decir en la novela negra. En esta ocasión se trata de la benemérita teniente Lucía Utrera, la Grande, a quien vimos ya en El baile de los penitentes, y a quien Francisco Bescós endosa un caso de asesinato entre los temporeros de la vendimia riojana, sin saber, bueno, sabiendo perfectamente que la va a colocar entre la pared y varias espadas procedentes de su pasado en el norte, un callejón a ratos sin salida del que sólo podrá zafarse yendo hacia delante, como debe ser en este tipo de novelas. Si hay algo que caracteriza a la Grande es su tesón, a veces eso no es lo mismo que la paciencia, aunque ambos sean muy necesarios en la personalidad de cualquier investigador que se precie. 



La tragedia del girasol, Benito Olmo: quien tampoco tiene mucha paciencia, pero sí anda sobrado de determinación, es el gigantón Manuel Bianquetti, el regalo que Benito Olmo nos hiciera en La maniobra de la tortuga. Este hombre grande, se mire por donde se mire, se empeña en ser protagonista de lo que podríamos calificar como “hardboiled gaditano”, porque quizá de las seis candidatas es la más chandleriana de todas, por ambientes, por personajes, por prosa, por golpes, incluso por trama, como se refleja en ese hombre de negocios a quien hay que proteger a toda costa en su visita a la ciudad de la bahía, y que desatará en Bianquetti la necesidad de acudir a sus instintos más primarios de supervivencia, vital y hasta sentimental. 



La novia gitana, Carmen Mola: cierra la lista una de las sensaciones del pasado año en el género, tanto en lo escrito como en lo hablado, por la incógnita de quién se esconderá detrás del seudónimo de Carmen Mola. Misterios aparte, la llegada de la inspectora Elena Blanco, al frente de la Brigada de Análisis de Casos, fue todo un acontecimiento, por su forma de ser, de dirigir una unidad que podríamos llamar de élite, por su pasado y lo que arrastra, y por la escritura sin concesiones con la que nos mete de cabeza en una trama durísima en la que el mundo de los gitanos es sólo una pequeña parte. Con ella, alguna vez lo hemos dicho en este mismo espacio, llegó una nómina de brillantes personajes que repetirían después en La Red Púpura, y a los que seguimos aguardando de nuevo. 



Seis opciones y un solo premio: el juego del mus admite cuatro cartas, el póker cinco, pero en Cartagena Negra nos hemos ido más lejos del repóquer de cara a la tercera edición del premio de novela. Lo bueno es que en apenas quince días saldremos de dudas, lo menos bueno, que hay mucho que deliberar, aunque peor sería que no hubiéramos tenido candidatos suficientes para elaborar una lista. Suerte a todos, pero sobre todo al lector que aún no las haya leído, porque podrá disfrutarlas por vez primera.

sábado, 20 de julio de 2019

REINA ROJA - JUAN GÓMEZ-JURADO

REINA ROJA de Juan Gómez-Jurado por Antonio Parra

Título
Reina Roja
 
Datos publicación
Ediciones B. Barcelona 2019. 566 págs.

Autor

Juan Gómez-Jurado (Madrid, 1977) es periodista. Ha pasado por las redacciones de algunos de los principales medios españoles. Sus novelas (Espía de Dios, Contrato con Dios, El emblema del traidor, La Leyenda del Ladrón, El Paciente, Cicatriz y, su más reciente obra Reina Roja) se publican en más de cuarenta países, se han convertido en superventas mundiales y han conquistado a millones de lectores. En Hollywood hay planes para adaptar varias de ellas a la gran pantalla. Recientemente Juan aceptó el encargo más difícil del mundo de la clienta más dura del mundo, su propia hija, para convertir la historia que le contaba antes de dormir en una saga de libros juveniles: Alex Colt.

Sinopsis de la obra
       Antonia Scott es una mujer muy especial. Tiene un don que es al mismo tiempo una maldición: una extraordinaria inteligencia. Gracias a ella ha salvado decenas de vidas, pero también lo ha perdido todo. Hoy se parapeta contra el mundo en su piso casi vacío de Lavapiés, del que no piensa volver a salir. Ya no queda nada ahí fuera que le interese lo más mínimo.
       El inspector Jon Gutiérrez está acusado de corrupción, suspendido de empleo y sueldo. Es un buen policía metido en un asunto muy feo, y ya no tiene mucho que perder. Por eso acepta la propuesta de un misterioso desconocido: ir a buscar a Antonia y sacarla de su encierro, conseguir que vuelva a hacer lo que fuera que hiciera antes, y el desconocido le ayudará a limpiar su nombre. Un encargo extraño aunque aparentemente fácil. Pero Jon se dará cuenta en seguida de que con Antonia nada es fácil.

Reseña
La intuición
      Tiene Juan Gómez-Jurado una mano más que diestra para conformar tramas, para adentrarse en intrigas potentes que se tatúan bajo la piel lectora de sus fieles, e incluso de los que aún no han tenido la suerte de leerlo. Un primer ejemplo lo vimos con Cicatriz, pero ahora ha subido la apuesta varios enteros con esta Reina Roja, en la que el personaje de Antonia Scott emerge con la fuerza de las grandes criaturas literarias.
        Y no está sola, ya se encarga el autor de rodearla de un jefe cosmopolita y diletante, Mentor, y de un vigilante, un peculiar ángel custodio, bilbaíno y gay por más señas, un Jon Gutiérrez que nos regala una perla en cada una de sus intervenciones. Todos están al otro lado de lo convencional, fuera de las normas establecidas e incluso de las agencias oficiales de investigación. El proyecto Reina Roja está pensado para moverse por encima del bien y del mal, por encima de la ley, por encima de los prejuicios, y eso otorga un gran poder, pero también convierte a sus miembros en dianas, porque no se puede proteger aquello que no se conoce.
    Con una estructura basada en capítulos rápidos y centelleantes, Gómez-jurado no sólo nos cuenta la amarga situación que vive Antonia Scott, huérfana de marido, de hijo y hasta de padre, o el salvavidas al que se ha de aferrar el bilbaíno Gutiérrez si quiere evitar a los de Asuntos Internos, sino que nos pone delante una trama de secuestros de hijos de grandes personalidades que se verán obligadas a pagar por las vidas de sus hijos, y no precisamente con dinero.
      Y tan diáfanas como aparecen las personalidades de Antonia, Jon o Mentor se nos desvelan también las de sus rivales, quienes manejan desde la sombra esas amenazas que poco a poco van acabando con los herederos, conscientes de que han de pagar por los pecados de sus padres.
     Para recalcitrantes del género, hemos de decir que esta novela recoge la que probablemente sea la mejor persecución en coche que se haya escrito jamás, y una serie de giros que nos irán cortando el aliento casi tanto como a Antonia, sólo que nosotros no tenemos a mano ciertas pastillas que nos equilibren. El mundo se desmoronará o no, ésa es otra cuestión, pero si esta mujer está por medio será mucho más difícil que los habitantes de las sombras logren sus objetivos.

MI MASCOTA Y YO (DIARIO LA VERDAD)

Un regalo llamado 'Dardo'

Un regalo llamado 'Dardo'

MARTÍNEZ BUESO

FERNANDO PERALS
Una mascota como regalo de cumpleaños. Un clásico que nunca falla. Hacerse mayor y sumar un integrante más a la familia. Eso es lo que pensaron Antonio Parra, novelista y colaborador de 'La Verdad', y su hijo. Y así lo hicieron. La mujer de Antonio celebraba su aniversario y recibió un presente muy especial. Fue 'Dardo', un perro schnauzer (raza alemana que debe su nombre al bigote que atesoran estos animales) que tiene 12 años pero que llegó como un lindo cachorro en 2007. El nombre se lo puso su dueña porque, según el novelista, «se movía de un lado para otro sin parar». Él reconoce que le hubiera puesto otro: «Quería llamarlo 'Trotsky', porque me recordaba al político ruso por su bigote, pero no hubo elección».
La llegada de 'Dardo' a casa cambió los hábitos de Antonio y los suyos, pero pronto se acostumbraron a que fuera uno más en la familia. La veteranía del perro le hace ser sosegado y apenas da trabajo a sus dueños. De hecho, al novelista en muchas ocasiones se lo quita: «Me aporta tranquilidad, además de ser muy cariñoso. Estar con él te permite ver el mundo de otra manera. Paseándole me ha surgido alguna que otra idea en mi trabajo». Es fiel y obediente, aunque la edad le ha multiplicado los ladridos y le ha vuelto un tanto gruñón. Pero sin llegar a más, porque como asegura el escritor, «hace gala del refrán 'perro ladrador, poco mordedor'».

'Dardo' y su amo vivieron una época más que difícil cuando el animal se intoxicó con una procesionaria. Fueron unos días que Antonio no olvidará jamás porque sentía que era el adiós de su mascota: «Estuvimos a punto de perderlo. Tenía hemorragias, y cuando me miró en el veterinario sentí que se estaba despidiendo y que se podía ir. No olvidaré esa mirada de miedo en mi vida. Afortunadamente, no llegó a chupar la procesionaria, solo la olió. Es el único percance que hemos tenido».
'Dardo' disfruta con sus juguetes, una pelota o una simple piedra lanzada por su dueño. Le encanta tumbarse al sol: «Es como si recargara las pilas», señala Antonio. Pero si algo adora el perro es comer. Si fuera por él se pasaría el día haciéndolo. Rodea a sus dueños cuando están en la mesa y siempre recibe premio a la insistencia. Un día el animal prefirió no esperar a Antonio y los suyos y decidió servirse él primero, dejando la mejor anécdota de estos 12 años: «Preparamos un aperitivo en una mesa baja en el salón, fuimos a la cocina, y al volver un minuto después faltaba un trozo de tortilla. La cogió con una precisión de cirujano sin tirar nada. Ese es 'Dardo'».

lunes, 15 de julio de 2019

SI ESTO ES UNA MUJER - LORENZO SILVA, NOEMÍ TRUJILLO


SI ESTO ES UNA MUJER de Lorenzo Silva y Noemí Trujillo por Antonio Parra



Título
Si esto es una mujer.
Datos publicación
Editorial Destino. Barcelona 2019. 318 págs.

Autores
Lorenzo Silva (Madrid, 1966) ha escrito, entre otras, las novelas La flaqueza del bolchevique (finalista del Premio Nadal 1997), Noviembre sin violetas, La sustancia interior, El urinario, El ángel oculto, El nombre de los nuestros, Carta blanca (Premio Primavera 2004), Niños feroces, Música para feos y Recordarán tu nombre. En 2006 publicó junto a Luis Miguel Francisco Y al final, la guerra, un libro-reportaje sobre la intervención de las tropas españolas en Irak y en 2010 Sereno en el peligro. La aventura histórica de la Guardia Civil (Premio Algaba de Ensayo). Además, es autor de la serie policíaca protagonizada por los investigadores de la Guardia Civil Bevilacqua y Chamorro. Con uno de sus títulos, El alquimista impaciente, ganó el Premio Nadal 2000 y con otro, La marca del meridiano, el Premio Planeta 2012. Desde 2010 es guardia civil honorario. Con Noemí Trujillo ya ha publicado las novelas Nada sucio y El palacio de Petko.
Noemí Trujillo (Barcelona, 1976) Poeta y escritora catalana, ha publicado los poemarios: La Magdalena, Lejos de Valparaíso, La muchacha de los ojos tristes (también en edición bilingüe The Girl with Sadness in her eyes) y Solo fue un post. Su último poemario, Brooklyn Bridge, ha sido finalista de la XXXIII edición del premio internacional de poesía Ciudad de Melilla. Además de poesía y relato breve escribe literatura infantil y juvenil. Es editora del sello Playa de Ákaba. Con Lorenzo Silva ya ha publicado las novelas Nada sucio y El palacio de Petko.
  
Sinopsis de la obra
    La inspectora de homicidios Manuela Mauri lleva siete meses de baja cuando recibe la visita de la oficial Guadalupe Larbi para pedirle que se reincorpore al trabajo: sólo ella, le dice, tiene la autoridad y el empuje necesarios para sacar adelante una complicada investigación en la que la Brigada Provincial de Policía Judicial de Madrid no consigue avanzar.
   Tres meses atrás aparecieron restos humanos en los vertederos de Pinto y Valdemingómez. Pese a haber dedicado ingentes recursos, no se ha encontrado el cadáver completo y no hay una sola pista de la autoría del crimen. Y lo que es peor: tres meses después sigue sin identificarse a la víctima. Manuela se enfrentará de esta manera al mayor desafío de su carrera como inspectora de homicidios: la Operación Vertedero.
            La búsqueda de la verdad pondrá de nuevo a Manuela en el punto de mira de sus compañeros y superiores, que han perdido la confianza en ella por los hechos acaecidos en torno al suicidio del inspector jefe Alonso, por los que Manuela quedó injustamente salpicada.
   Una novela que señala los puntos oscuros de nuestra sociedad, cuestionando nuestra ceguera ante el sistema en el que vivimos. Ante todo lo que la ciudad desecha y que, nos guste o no, la define.

Reseña
Inspectora Manuela Mauri

   Nace una nueva figura en la novela negra, la inspectora Manuela Mauri, y nace desde las sombras, desde una baja médica tras los luctuosos acontecimientos acarreados por la muerte del inspector jefe Alonso, cuya sombra seguirá siendo muy alargada en una comisaría en la que Manuela parece haber dejado algún que otro enemigo, y no precisamente de los adversarios livianos.
    Pero una pareja nueva, la crianza de sus dos hijos, la brecha temporal, son cosas que parecen ayudar a la calma, hasta que Guadalupe Larbi acude a verla, no representando al equipo, sino apelando a la profesionalidad de su superior, máxime cuando una joven inmigrante africana ha sido encontrada, o partes de ella, en dos vertederos a las afueras de Madrid, allí donde las conciencias de los madrileños nunca quieren dirigir los ojos.
   Lo de escribir a cuatro manos es algo que ya habían hecho antes Noemí Trujillo y Lorenzo Silva, pero que en este proyecto ha cuajado de verdad, porque en las páginas, las tramas y los diálogos, encontramos rastros que así lo atestiguan, y por si fuera poco, hay incluso un delicioso cameo de un tal Bevilacqua, que parece estar bastante bien considerado entre sus colegas de la Policía Nacional.
   Intrigas internas, funcionamientos de sumario, cooperación policial, reflexiones sociológicas al hilo de la trata de blancas, el pulso de Manuela para ver si es capaz de volver al trabajo con garantías…, son algunos de los atractivos que nos ofrece esta novela, en la que también hay conciliaciones familiares, ajustes de cuentas, unos legales y otros no tanto, y un ambiente de novela de procedimiento policial que dejará muy satisfecho al lector. Aun así, hemos de esperar a ver por dónde transitan, si los hay, los siguientes caminos de esta nueva inspectora.