UNA BALA CON MI NOMBRE de Susana Rodríguez Lezaun por Antonio Parra
Título
Una bala con mi nombre
Datos publicación
Harper Collins. Madrid 2019. 300 págs.
Autora
SUSANA RODRÍGUEZ LEZAUN (Pamplona, 1967) es periodista, licenciada en Ciencias de la Información por la Universidad del País Vasco. Ha trabajado en varios medios de comunicación a lo largo de su carrera hasta que, en el año 2015, publicó su primera y exitosísima novela, Sin retorno, un thriller ambientado en Navarra al que siguieron Deudas del frío (2017) y Te veré esta noche (2018). Es, además, correctora y editora de manuscritos originales y traducciones, trabajo que, junto con la creación literaria, han hecho posible que dedique su vida a los libros.
Sinopsis de la obra
Zoe Bennett tiene una vida anodina y rutinaria. A sus cuarenta años, es una mujer seria, solitaria y con un pasado triste, que se refugia en su trabajo como restauradora en el prestigioso Museo de Bellas Artes de Boston. En una aburrida fiesta para conseguir donaciones conoce a Noah, un jovencísimo y atractivo camarero con el que, casi sin darse cuenta, inicia una alocada y tórrida relación. ¿Demasiado bonito para ser verdad? Eso parece.
Una noche, Noah la convence para que visiten el taller de restauración cuando el museo ya ha cerrado sus puertas. Horas más tarde, la tranquilidad de su vida estalla en mil pedazos para convertirse en un peligroso torbellino de avaricia y violencia donde no podrá fiarse de nada ni de nadie y que despertará en ella unos instintos y una fuerza de voluntad desconocidos hasta entonces.
Reseña
Giro inesperado
Ha pegado Susana Rodríguez un pequeño volantazo a su carrera, dicen las voces entendidas que ha cambiado la novela negra más canónica por el thriller, y puede que no les falte razón, pero no hay nada que reprocharle, a juzgar por el resultado de una novela que profundiza en el instinto de supervivencia de una mujer como Zoe Bennett.
Y eso que el inicio parece inclinarse más hacia el romanticismo, pero es que hay que poner al personaje en situación, para que veamos hasta dónde puede despeñarse la existencia de esta mujer, restauradora de un museo bostoniano y un tanto desarraigada tanto familiar como socialmente, cuando el joven Noah pone patas arriba, nunca mejor dicho, toda su existencia. Acostumbrada a la soledad, y muy bien perfilada por la autora navarra, ser verá sometida a la pasión, a un torrente de situaciones inesperadas que huirán de su control y que de golpe la dejarán frente a un destino totalmente inesperado.
Es en ese momento cuando entran en liza el misterio, la tensión, la muerte y el peligro, cuando la novela da un giro total y se encamina entonces por los senderos de lo que sí tiene que ver con el género negro. Un vigilante asesinado, unas joyas desaparecidas y la certeza de la propia Zoe de que ha sido vilmente utilizada. Cosa que es cierta y que Susana Rodríguez toma como pistoletazo para que la trama se acelere hasta enfrentarnos con un puñado de turbios personajes, delineados con mucho oficio, que no son lo que parecen o que parecen lo que nunca hubiera querido ser Zoe, hasta que la obligan, claro.
Así las cosas, solo hay un camino, la huida hacia adelante, desprendiéndose del pasado, incluso del más reciente, y cambiando hasta la personalidad sin es necesario. La autora ha dado un doble mortal, y eso, aunque tenga sus riesgos, siempre es de agradecer.
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