jueves, 30 de abril de 2020

YAIZA CABRERA - JAVIER HOLMES

YAIZA CABRERA de Javier Holmes por Antonio Parra

Títulos
El primer gran caso de Yaiza Cabrera; 
Procelosos lodazales; 
Las lágrimas de Hauwa Samuel

Datos publicación
Independiente, Amazon.

Autor

            JAVIER HOLMES, nacido en Valladolid, estudió Ciencias Económicas y después un MBA en la Universidad Politécnica de Madrid, ha dedicado toda su vida al mundo del ferrocarril y algún pequeño período intercalado a la también noble tarea de la enseñanza, hasta que derivó hacia la literatura. Es el creador del detective que lleva su mismo nombre y que acumula en sus espaldas cuatro casos resueltos. Después de las cuatro aventuras, el detective comenzó a apoderarse de su autor y se hizo necesario un nuevo personaje. Así nació la saga de la detective Yaiza Cabrera, una joven intrépida y transgresora que compatibiliza sus tareas de investigadora con otra de sus pasiones: la dominación femenina o femdom.

Sinopsis de las obras

            EL PRIMER CASO DE YAIZA CABRERA: Cuando Yaiza Cabrera llega a su despacho en la firma de auditoría de cuentas para la que trabaja, escucha un sonido que le resulta familiar. Al abrir la puerta encuentra al que era su ayudante muerto, desnudo y boca abajo sobre un charco de sangre con un vibrador en su esfínter. Por eso le era conocido el runruneo que escuchaba, el dildo era de ella. En ese momento comienza una frenética carrera para demostrar su inocencia a pesar de que hay muchas pruebas, demasiadas, que apuntan en una única dirección.

            PROCELOSOS LODAZALES: En 1903, siete hombres se reúnen en París en torno al padre dominico Jean-Vicent Scheil, traductor del Código de Hammurabi, el cual les comunica un hecho que cambiará sus vidas y la de sus descendientes. En la actualidad, un hombre aparece asesinado con una daga clavada en la espalda mientras participaba en una fiesta. Se trataba de un evento clandestino donde se practicaba el sexo de forma libre. Al día siguiente, Yaiza Cabrera visita a una amiga de la infancia en París. Ella trabaja como vigilante en el museo del Louvre. Durante su estancia se produce un asalto y sabotean la estela que contiene el código que mandó escribir el rey babilonio.

            LAS LÁGRIMAS DE HAUWA SAMUEL: En un control rutinario, una patrulla de la Guardia Civil intercepta un camión y descubre en el interior de su remolque, ocultas, a veinte chicas subsaharianas. Todo se precipita en ese momento y el conductor cae abatido por una bala disparada por uno de los números de la patrulla. Unos meses más tarde, Yaiza Cabrera tiene el encargo de investigar la muerte de Leocadio Huidobro, empresario dueño de la flota de camiones entre los que se encontraba el que se utilizó para el supuesto delito de trata de blancas. La autopsia ha dictaminado que se trató de muerte natural, pero una sustancia encontrada en el cuerpo del finado hace sospechar a los dos hijos que no fue tan natural. En la lectura del testamento, los dos hermanos se encuentran con que su padre, antes de morir, había adoptado a una joven de veinte años y a un adolescente de nacionalidad nigeriana. Por tanto, la asignación esperada será mucho menor. A esto se suma que el abogado de la empresa recibirá una pequeña parte del legado.

Reseña
Yaiza Cabrera

            Hay personajes que pasan sin pena ni gloria por una novela negra, algunos incluso durante una saga, y en cambio hay otros que ya desde el principio apuntan maneras, no sólo para quedarse, sino para conseguir una buena legión de acólitos incondicionales. Algo así le ocurre a la detective Yaiza Cabrera, nacida de la mano de Javier Holmes cuando este autor la creó con el fin de compartir páginas, y casos, con su homónimo literario.
            Dura, descarada, tremendamente sexi, muy empoderada y capaz de hacer por su cuenta la guerra de sexos y la profesional, inteligente y muy activa en el plano sexual, en el que se muestra una experta en femdom, o lo que es lo mismo, la dominación femenina. Con estos rasgos, y su desatada lengua, no es extraño que el lector le tome mucho cariño, porque además es intuitiva y más dura de lo que parece, aunque también asome en ella de vez en cuando su corazoncito.
            Hasta ahora la hemos visto en tres entregas de su serie, lidiando con un partido nuevo de ultraderecha (¿les suena de algo?), embarcada en una trama en la que una congregación en defensa del código de Hammurabi se enreda en turbias fiestas sexuales, o desentrañando un caso de corrupción empresarial y trata de mujeres. Como ven, tres casos muy diferentes en los que Yaiza ha tenido que dar lo mejor de sí misma, dejando en ellos piel, alma y alguna que otra gota de sangre.
            En cualquier caso, esa fortaleza suya no impide que Javier Holmes le coloque alrededor a tres personajes de vital importancia, el primero de ellos el propio detective Holmes (trasunto del autor), fanático de Marlowe y portador de una cachaza a veces exasperante; el segundo el inspector Luis Bárcenas, orondo policía que saca a Yaiza de las fauces de la ilegalidad en más de una ocasión; y por último, pero no menos importante, el sargento Melitón, amante, compañero y hasta mascota en esas interminables sesiones sexuales.
            Un cuarteto intenso, sobre todo un terceto, porque Holmes es menos constante, que dan a esta serie un aire de consolidación que el lector disfrutará, al menos mientras esperamos que llegue la nueva entrega, bien de Yaiza Cabrera, bien del propio Holmes.

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