TIERRA DE FURTIVOS - ÓSCAR BELTRÁN DE OTÁLORA

 

TIERRA DE FURTIVOS, de Óscar Beltrán de Otálora, por Antonio Parra

Título

Tierra de furtivos

 

 

Datos publicación

Destino. Barcelona 2022. 416 págs.

 

Datos del autor

 

 

    ÓSCAR BELTRÁN DE OTÁLORA (Vitoria, 1967). Tras estudiar Periodismo se incorporó a la redacción del periódico El Correo. En los años noventa empezó a trabajar en la sección de política del diario bilbaíno, en la que se dedicó en exclusiva a informar sobre terrorismo, tanto el de ETA como el de los grupos yihadistas. En 2008 fue premiado por la Fundación Víctimas del Terrorismo por su información del atentado que ese año arrasó el cuartel de la Guardia Civil de Legutio (Álava), en el que falleció el agente José Manuel Piñuel. En 2018 participó en la cobertura de las informaciones sobre la disolución de ETA y la entrega de sus arsenales. Ha intervenido como ponente en diversos seminarios y cursos universitarios acerca de periodismo y terrorismo. En la actualidad es director de Desarrollo Editorial del Grupo Vocento en Madrid.

 

Sinopsis de la obra

 

    Cuando la joven Tatiana se entera de que una amiga suya ha muerto calcinada empieza a investigar por su cuenta el caso, que lleva el oficial de la Ertzaintza Josu Aguirre. Este, inmerso en las disputas internas del cuerpo heredadas de los años de la lucha antiterrorista, no consigue avanzar en la investigación, a la que se suman dos muertos más. Tatiana, vieja conocedora de los bajos fondos de Vitoria, pronto da con una pista que la conduce a la vaquería de un antiguo militante de ETA, utilizada como tapadera de una importante plantación de marihuana cuyo objetivo es financiar la reactivación de la lucha armada. La joven guiará a Aguirre hasta la vaquería a cambio de que descubra quién ha asesinado a su amiga. Con la ayuda de Mikel, un guarda forestal que no logra deshacerse de su pasado como escolta en la época del terrorismo de ETA, harán todo lo posible por resolver el caso.

 

Reseña

TIERRA MADRE

 

    Eso es lo que parece Euskadi en esta novela de Óscar Beltrán, al menos la zona por la que nos lleva a transitar, en Vitoria y otros lugares teñidos de una belleza tan extraña como el mal que se oculta en alguno de sus rincones. Pero no sólo por lo paisajístico se revaloriza esta novela, sino también por la manera, tan natural como desprovista de ruidos, con la que se habla de un país que intenta asomarse a una nueva existencia tras los ecos del terrorismo, una Euskadi posteta que acaso no haya terminado aún de lavarse algunas heridas.

    Eso sí, en mitad de esa ambientación, el autor deja caer una trama negra de alto voltaje, con reminiscencias del pasado mezcladas con ambiciones mundanas y hasta nuevas vías de negocio que reactiven la financiación de la ya extinguida serpiente. Y lo bueno es que esa trama es la que va creciendo, porque así debe ser y porque así lo quieren las tres voces protagonistas, la indómita Tatiana, el introvertido guarda Mikel Arrizabalaga y el ambicioso ertzaintza Josu Aguirre.

    Tres personajes dispares, con motivaciones también alejadas, que se verán enlazados por unos crímenes en los que se van reuniendo la avaricia, las corruptelas del poder, las venganzas pasadas y un cierto extravío ideológico. Óscar Beltrán conoció muy bien los entresijos de aquellos años de plomo, y se mueve sobre ese recuerdo con la valentía de quien desea mirar hacia el futuro, pero además, por suerte para los lectores, con el conocimiento de los mimbres del oficio, no en vano el ritmo de la novela va creciendo de manera notable hasta conducirnos a lo inevitable, le cueste lo que le cueste a sus personajes.

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