LEO, LUEGO EXISTO
Con
un sentido y emotivo homenaje a la figura del recientemente desaparecido
Gabriel García Márquez inició su andadura el II Encuentro Literario de Autores
en Cartagena, auspiciado una vez más por el Aula de Cultura de la Obra Social
Caja Mediterráneo, quien además de acoger a los participantes en esta primera
jornada, obsequió al público con ejemplares de El Quijote, y a los miembros de la mesa redonda con un detalle
artesanal.
En esta
primera jornada, el protagonismo fue para los lectores, y la mesa redonda
estuvo coordinada por Eugenia Pérez, lectora muy activa y profesora de Lengua y
Literatura del IES Mediterráneo, quien además fue jaleada por un numeroso grupo
de alumnos de Bachillerato del citado centro, ya que en el coloquio también
participaba uno de ellos, el joven Iván Gutiérrez. Completaban la mesa Maribel
Pérez, Mabel Olivares y Lola Cardós, una mayoritaria presencia femenina que dio
paso a una de las primeras cuestiones que se debatieron, el porqué del dominio de
las mujeres en los clubes de lectura, o dicho de otra forma, la razón de que en
los citados clubes la presencia masculina sea tan reducida.
Pero
antes de entrar en materia, la coordinadora de la mesa enumeró los Derechos del
Lector, aquellos que elaborara Daniel Pennac y que otorgan a quien lee, como no
puede ser de otra manera, la libertad más absoluta para disfrutar de la
literatura. A partir de ahí, los miembros de la mesa ofrecieron al público un
coloquio muy activo en el que fueron hablando de las infinitas peculiaridades
que pueden darse entre los lectores: preferencias, lugares, momentos del día,
géneros más leídos, autores que les cautivaron y los que les dejaron
indiferentes, recomendaciones, contagios, motivaciones, e incluso la necesidad de
seleccionar cuidadosamente las lecturas, pero también el alivio de abandonar
aquellas que no nos aporten nada reseñable.
No
faltaron tampoco, entre el café y los dulces regalados un año más por Cavite,
reflexiones tan actuales como la disyuntiva entre elegir el libro electrónico o
seguir siendo fiel al tradicional papel, la lectura compartida como aumento del
disfrute lector, el préstamo de libros, su regalo, e incluso la ordenación de
las bibliotecas personales, o la curiosidad de anotar aquellas frases o
fragmentos que se nos graban en la memoria y en el corazón. Reflexiones que
dieron paso a un buen número de preguntas del público, que no quiso quedarse
fuera del debate y que compartía con los participantes de la mesa la misma
pasión lectora. Un buen inicio que no podía finalizar sin el sorteo de varios
lotes de libros donados por un buen número de editoriales colaboradoras.
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