CAMINO ALTERNATIVO
Coordinada
por Francisco Gijón, se celebró la mesa redonda dedicada a los escritores
independientes, muchas veces considerados injustamente como autores poco
expertos, poco revisados e incluso rechazados por las editoriales. Tópicos que
el propio Gijón se encargó de ir desmontando al inicio de la sesión, mientras
le ofrecía al público la verdadera panorámica de un colectivo que ha elegido un
camino propio para poder seguir cultivando la literatura fuera de los muchas
veces abusivos egoísmos del sector editorial tradicional.
Tras
recorrer media España, lo que le daba todavía más mérito a su presencia en
nuestro encuentro, le acompañaron José Luis Palma, Arlette Geneve, Mercedes
Gallego y Javier G. Valverde, y gracias a una vídeo conferencia con Venezuela,
tuvimos la suerte de contar también con la presencia de la autora peruana
Blanca Miosi. Todos ellos se mostraron agradecidos y orgullosos de poder
participar en el II ELACT, junto a lectores y editores, y señalaron la voluntad
de que el encuentro supusiera también un marco común para acercar las posturas
de cada uno de los colectivos anteriores.
Organizados
sin ningún respaldo, ni institucional ni económico, los autores independientes
se caracterizan por mostrar la valentía suficiente como para seguir adelante
con sus carreras literarias sin claudicar ni vender su calidad por un plato de
lentejas editorial que muchas veces se queda sólo en agua sucia. Al mismo
tiempo, todos ellos contaron sus experiencias y sus primeros intentos de publicar,
tanto en editoriales como en las plataformas digitales independientes (Amazon),
aduciendo también las diversas razones que les llevaron a tomar finalmente la
decisión de permanecer en ellas, tal y como señaló Blanca Miosi.
Por
su parte, Mercedes Gallego optaba por dejar a un lado los enfrentamientos con
las editoriales, y atender a la supervivencia y el homenaje hacia la
literatura, lo que debería ser un objetivo común entre todos los que amamos
esta disciplina. Sin embargo, no pudo pasarse por alto la ceguera que muestra
muchas veces el público, capaz de comprar cualquier producto literario, tenga o
no calidad, sólo porque su autor sea alguien con cierto peso mediático.
Igualmente, comentó algunos casos en los que las editoriales han cometido auténticas
barbaridades mercantiles que han llegado a afectar seriamente a la carrera de
algún autor, lo que dio paso a un interesante coloquio con algún editor
presente en la sala.
Por
otro lado, José Luis Palma, autor mixto que ha publicado de forma tradicional e
independiente, recordó a Larra con la frase “escribir en España en llorar”, y
señaló la indefensión a la que está sometido el escritor, ninguneado muchas
veces por las editoriales, por lo que el camino de la independencia es visto
como una magnífica vía para seguir escribiendo y encontrando lectores, aunque
es consciente de que la facilidad que supone publicar en plataformas digitales
abre la puerta en ocasiones a la baja calidad literaria. Por su parte, Arlette
Geneve dio el punto de vista de quien sí publica con editoriales y ha tenido
que luchar con numerosas dificultades, porque a fin de cuentas no todas lucen
un parche en el ojo y un garfio en el contrato, aunque comentó algunos casos en
los que más que publicar parecía que lidiaba contra los elementos.
Para
finalizar, el público se arrancó a protagonizar un interesante y candente
intercambio de preguntas acerca de los pros y los contras de la publicación
digital, de la necesidad de revisar bien cualquier contrato editorial, pero
sobre todo de lo importante que ha de ser que las editoriales convencionales se
den cuenta de que el camino elegido por los autores independientes no tiene por
qué alejarse del suyo, que acaso lo más conveniente sería que revisaran una
forma de trabajo que hoy en día necesita del mundo digital y que ambos sectores
encuentren la sinergia adecuada que redunde en beneficio de la literatura.
Un buen resumen de lo sucedido. Una vez más afirmo que el apoyo recibido por el II ELACT nos permite ser visibles en un mundo en el que, hasta hace muy poco, si no ibas de la mano de una editorial, no existías. Gracias de nuevo.
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