Nadie es perfecto
El
asunto de las transformaciones de personalidad siempre ha dado mucho juego
literario, tanto en sentido metafórico como en sentido literal, bien como rasgo
de comedia bien con intenciones didácticas o sociológicas. Algo parecido debió
de pensar la narradora y diseñadora gráfica Julia R. Robles cuando se planteó
iniciar esta novela de una manera tan directa como inevitable es el pene que le
ha crecido a su protagonista, Martina Bo. Así que la autora elige sin dilación
el camino directo y le lanza unos cuantos guiños a la comedia haciendo que sea
la propia Martina quien tome la voz narrativa y nos cuente todas aquellas
vicisitudes por las que está pasando, especialmente las fisiológicas, que son
las que más diversión le proporcionan al lector en el primer tercio de la
novela.
Pero
no es el humor el único elemento del que vive esta novela, hay toda una
declaración de intenciones acerca del sexo, de todos los sexos, o dicho de otra
manera, de la supina libertad con la que cada uno debe vivir su sexualidad,
porque cada uno es libre de hacer en su cama lo que quiera. Además, el
componente sociológico está también reflejado en la trama, puesto que los
contrastes que vive Martina, ya en trance de convertirse en Martín, son una
buena acuarela de los defectos que hombres y mujeres tenemos y perpetramos en
nuestro día a día, con sus desigualdades, discriminaciones y desventajas que
siempre creemos achacarle a los miembros del otro sexo.
Julia
Robles no ha dudado en llamar a cada cosa por su nombre, como ya se ha dicho,
sin renunciar al humor cuando hace falta, pero tampoco dejándose llevar por la
timidez cuando hay que hablar de las primeras andanzas sexuales de la nueva
persona en la que se ha convertido Martina. Si cada acontecimiento tiene su lenguaje, el sexo por supuesto que
también tiene el suyo, y así queda reflejado en la novela, con unos pasajes de
lo más jugosos que harán las delicias de los lectores más excitables.
Una
historia que nos hará disfrutar, nos hará reír, dudar y también nos permitirá
percatarnos de todas las máculas que arrastramos por tener el sexo que nos ha
tocado en suerte, y ver hasta qué punto puede ser peligroso desear de vez en
cuando estar en el lugar del otro, pensando que allí se verá todo mucho más
fácil. Pero una lectura muy agradable gracias al estilo claro y decidido de su
autora, que hasta rinde homenaje a nuestra lengua madre en el título de la
novela, averigüen qué significa eso de mentula.
Mentula. Julia R. Robles.
Editorial: Diego Marín. Murcia 2016. 208 págs. 12 euros.
(LA VERDAD, "ABABOL", 1/10/2016)
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