jueves, 13 de octubre de 2016

PROGRAMA DOBLE - HATARI!

PROGRAMA DOBLE

Cuando acaba de ver la luz Butaca de patio, el segundo volumen que recoge algunos de mis artículos de opinión de los últimos años, me ha entrado de nuevo el gusanillo y arranco ahora una nueva serie de dichos artículos, espero no caer en la monotonía y provocar aburrimiento en el respetable.


HATARI!

          Howard Hawks nos lo vendió de manera impecable con aquella fotografía y aquella música, pero John Wayne cazando animales en Tanzania era John Wayne cazando animales, y no era de extrañar que estos se echaran a temblar. Casi casi como les ocurre en la actualidad, porque a pesar de la afluencia de asociaciones y colectivos emergentes, de vez en cuando el mundo animal se revuelve, y este inicio de otoño no parece una excepción.

          Ahí está la muerte, en la más triste de las soledades, de Pepe, la cabra que durante años acompañó a la Legión en tantos y tantos eventos y que este año, amén de estar jubilada, no llegó a ver siquiera el desfile del Día de la Fiesta Nacional. Una pérdida irreparable porque, además, la inefable mascota murió sola, en su refugio de Arcos de la Frontera en el que disfrutaba de un merecidísimo retiro.

          Está claro que los buenos profesionales se apagan en cuanto la edad, o las normas, los apartan de la primera línea de actividad. Y los medios apenas se han hecho eco del óbito, un breve en algún que otro periódico que no le ha hecho justicia a la emérita caprina, justo cuando más falta le hacía. Pero claro, es más importante la crisis del PSOE, el amago de un nuevo debate de investidura o los matrimonios de Kiko Rivera o Paz Padilla, ésas son noticias de alcance y no el adiós de Pepe.

          Al funeral, eso sí, además de los legionarios con los que sirvió, asistieron el toro de la Vega, el gallo de Morón y hasta el burro de Perín, contritos todos y mostrando el mayor de los respetos. Una pena que el resto del país no haya enviado sus condolencias, incluida la Casa Real, aunque a Zarzuela podemos disculparla porque bastante tenía con gestionar lo del Congreso.

          Por suerte, el animal fue incinerado envuelto en la bandera de España, no consta si Piqué, al estilo de los antiguos griegos, se cortó las mangas de su camiseta en el último partido de la selección como homenaje a Pepe, aunque hay voces que así lo atestiguan. Una elegía es lo que se merece esta ínclita hembra, a ver si Bob Dylan se anima y le hace su correspondiente panegírico antes de ir a recoger el Nobel.


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