viernes, 12 de abril de 2024

ELHOMBRE SIN ROSTRO - CLAUDIO CERDÁN

 

EL MAL CON MAYÚSCULAS

 

    Claudio Cerdán no es uno de esos autores que se acomode en una zona de confort, él concibe la literatura como un constante desafío y en cada historia que nos cuenta echa el resto y salta escapando de su cotidianeidad, tal vez por eso cada una de sus novelas suele convertirse en un regalo. Cien años de perdón o Los señores del humo son algunos títulos señeros que ha dejado ya en el ámbito del género negro.

 

    Ahora regresa con una propuesta diferente, en la que combina las técnicas de la novela negra con el misterio más adictivo y la atención a uno de los mitos más tradicionales de nuestra literatura, llámese hombre del saco, hombre que ríe, etc. Centrando la trama en Murcia, algo que el autor sentía como una deuda pendiente, la desaparición de niños es el eje fundamental de la novela, al menos hasta transcurrida una buena parte de la misma. Ahí radica otro de los méritos de esta novela, abordar un tema que a muchos autores, y quizá a más lectores, nos dé escalofríos, porque con él se corren muchos riesgos: caer en el dolor gratuito, hacer del horror el leiv motiv general de una novela, sacudir en demasía la conciencia del lector…

 

    Son razones que deben controlarse muy bien, y el autor yeclano ha logrado dar con la tecla para equilibrar el extremo dolor que nos transmite con la emoción constante, la tensión por saber si la pareja protagonista será capaz de vencer al mal, encarnado en ese hombre alto que parece no tener rostro.

 

    Tanto Roberto Cusac como Isabel Herrera llevan años cargando con el peso de un hijo desaparecido, y en lugar de rendirse han entregado sus vidas para trabajar en una fundación de personas desaparecidas. Cusac, expolicía (si es que, como decía Leonardo Padura, se puede dejar alguna vez de ser policía) es quien más culpa parece arrastrar, porque su caída en el alcohol sumó puntos negros a la ausencia del hijo. La pareja ha sobrevivido como ha podido, ayudada por la llegada de un segundo hijo, Leo, pero todo puede estallar ahora en mil pedazos.

 

    Eso es lo que ocurrirá cuando Roberto consiga rescatar a tres niños desaparecidos hace años y sometidos a inimaginables torturas, puesto que el investigador le rompe los planes a ese “hombre sin cara”, encarnación pura del mal y de la aberrante experimentación con los más pequeños, con la excusa de alcanzar novedosos avances científicos.

 

    Desde ese momento, la familia Cusac-Herrera no conocerá el descanso, y nosotros tampoco, los capítulos breves de Claudio (marca de la casa) hacen que no podamos parar de leer, ni siquiera cuando estamos inmersos en escenas en verdad teñidas de un horror sin límites. Aun así, ese ritmo, y el incremento de la venganza como nuevo eje narrativo, nos regalan una novela verdaderamente inolvidable y cuya realización está al alcance de muy pocos autores.


EL HOMBRE SIN ROSTRO. Claudio Cerdán

Ed. Destino. Barcelona 2024. 432 págs.


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