Bueno, lo prometido es deuda, así que ahora reanudo aquellos artículos de esta linterna peculiar.
MARS ATTACK
A estas alturas, las imágenes ya habrán dado la vuelta al mundo, el pleno del ayuntamiento canario de Santa Cruz de Tenerife, y la señora concejala Esther Sarrautte reconociendo alegremente que no sabe lo que es una organización no gubernamental, y que en su localidad hay organizaciones como Cruz Roja o San Miguel, pero ninguna que se llame ONG. Así, sin pudor, digo yo que igual esa San Miguel es la que todos pensamos y suministra a la excelsa política barriles de por vida, porque si no, no se explica semejante incompetencia.
O tal vez sí, que estamos en España, y no deberíamos sorprendernos, tal y como le ocurrió al concejal opositor que la interpelaba, que todavía anda el hombre buscando la cámara oculta y esperando que le desvelen en qué programa emitirán la broma. Por desgracia, muestras de la supina inutilidad de nuestros políticos surgen en todos los rincones de un país en el que no dimite nunca nadie, y la cualificación para ciertos puestos pasa por el ADN o por la cercanía de añejos pupitres escolares.
Claro que peor todavía fue el papelón del alcalde, tratando de contemporizar y de justificar lo injustificable, pidiendo disculpas a la oposición cuando lo más coherente hubiera sido invitar a abandonar el pleno, y hasta la isla, a su querida compañera de partido. Pero no, el juego es el juego y aún le permitió que se defendiese culpando al funcionario que le habría preparado el informe (o el tipo era otro inútil o se merece un premio por su mala baba), siempre es mejor matar al mensajero, debió de pensar esta buena mujer que ha convertido la diferencia horaria del archipiélago en un retraso mental de varias décadas. Total, sólo cobra 6000 euros del ala al mes, tampoco podemos pedirle peras al draco.
Vamos, que si a doña Esther le hubieran puesto una escafandra sobre un cabezón descomunal, no habría desentonado nada en la disparatada cinta de Tim Burton aunque, bien mirado, casi recuerda más al papel de presidente inútil que interpretaba Jack Nicholson. Cada vez que veo una sesión del Congreso, o un pleno municipal, me pregunto si los políticos serán humanos o seres venidos de más allá de Orión, hasta que hablan, y entonces creo que en verdad vienen de una galaxia muy muy lejana.
Como no escarmentemos un poco a la hora de pedir cualificaciones demostradas a quienes tienen puestos de responsabilidad, vamos de cráneo. Cualquier día iremos al médico con una simple gripe y nos meterá en el quirófano, con la excusa de que el bazo es una Bacteria que Amenaza con Zamparse un Órgano. Lástima que a la hora de entrar en una lista electoral no exijan un certificado de buena salud mental, o al menos que el encefalograma muestre algún pico que otro.
El día en que exijan ese certificado de salud mental (y aun de cultura general) tendremos que proceder al desalojo de sindicatos, ayuntamientos y demás corporaciones, con el auxilio de los GEOs. Para una cinta de Berlanga, vaya.
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