Sentado en el sillón. Tarde de domingo que descarga la primavera. El perro reclama su narcisista ración de caricias y me abstraigo rascándole la cabeza. Vuelvo la vista atrás y entre lo mucho que alguna vez imaginé nunca estuvo la posibilidad de tener animal alguno. Pero la vida siempre viene sin libro de instrucciones. A veces, mientras Amalia está con nuestro hijo en otra habitación, jugando o enseñándole matemáticas, los miro desde la distancia y me sorprendo de tener una familia, como si en vez de formar parte de ella estuviera espiando la vida de otro hombre por una ventana. Me gusta verlos sin que se den cuenta, pero en cuanto asoma el temor de que fuesen la familia de otro me entrego al impulso de acudir a abrazarlos.
ANTONIO PARRA SANZ (Madrid 1965), profesor de Lengua y Literatura, de Escritura Creativa y crítico literario. Novelas: Ojos de fuego, La mano de Midas (Premio Libro Murciano 2015), Los muertos de las guerras tienen los pies descalzos; Acabo de matar a mi editor, Dos cuarenta y nueve y Entre amigos (Serie Sonia Ruiz 6). Relatos: Desencuentros, El sueño de Tántalo, Polos opuestos, Cuentos suspensivos, Malas artes. Artículos: La linterna mágica, Butaca de patio. Ensayo: Tres heridas.
lunes, 26 de abril de 2010
TRAMPANTOJOS
martes, 20 de abril de 2010
LA LINTERNA MÁGICA - 2012
2012
Así se explica el último seísmo de China, motivado por todos los internautas que se han saltado la censura a la torera para entrar en ciertas redes sociales, prohibidísimas por los caudillos de la revolución maoísta, nada menos que para acceder a la página de Sora Aoi, una célebre actriz porno japonesa que lleva el orgasmo ya escrito en el mismo apellido. Ya ven como poquito a poco vamos haciendo sonar las siete trompetas y abriendo los siete sellos…, bueno, esta chiquita con rostro inocente se ha encargado de abrir ya unos cuantos.
Y la epidemia se está extendiendo como la pólvora, en todos los continentes, debe de ser que todo el mundo se estará acordando de aquello de que “…el mundo se va a acabar” y lo que antecedía a la famosa frase. Porque en Estados Unidos han pasado de experimentar con los celos para comprobar que pueden afectar a la percepción visual femenina (y si no que se lo pregunten a Hillary Clinton) a suscribirse a una revista porno para ciegos lanzada en Gran Bretaña, y que mejora los primitivos intentos que realizó Playboy en los años ochenta, incorporando ahora relieves de desnudos y otras poses más, digamos, explícitas.
Nos vamos al garete, menos mal que siempre nos quedará el fútbol, y el bueno de Messi, que él solito vela por al decencia y hasta es capaz de romper matrimonios, como le ha ocurrido al sudafricano Bigboy Cheverevere (juro por los cuatro jinetes apocalípticos que el nombrecito del tipo es real), que montó una bronca monumental al llegar a casa y comprobar que su mujer y sus hijos no le dejaban ver cómo el argentino le marcaba cuatro goles al Arsenal inglés.
Para que luego venga Al Gore y nos intente vender la moto del cambio climático como causa de la destrucción del orbe, ni caso, es el sexo el que está dinamitando el mundo, lo que no tengo claro es si bajo el islandés glaciar Eyjafjalla estaban rodando una película equis o es que se celebró una convención mundial de recién casados, pero esa nube cenicienta ya sabemos todos de dónde ha salido.
domingo, 18 de abril de 2010
TRAMPANTOJOS
jueves, 8 de abril de 2010
LA LINTERNA MÁGICA - ATERRIZA COMO PUEDAS
Eligieron un mal día para dejar de fumar. Bueno, y para dejar de beber, y para dejar de tomar tranquilizantes y de esnifar pegamento. Hablo de las dos ínclitas criaturas que intentaron embarcar el cadáver del nonagenario Willi Jarant en un vuelo comercial de Easy Jet (eso es interpretar bien un nombre comercial y lo demás son cuentos) que las llevara de Liverpool a Berlín. Ni Jim Abrahams ni los hermanos Zucker podrían haber escrito un guión mejor que el protagonizado por esta estrambótica familia.
Y no les faltó ingenio, no, para que luego digan que la gente no tiene iniciativas para superar la crisis, a ver si aprenden los de estoloarreglamosentretodos.org. Después de la neumonía que sufrió el abuelito Willi (hay que tener cuajo para llamar Willi a un tipo de 91 años), ellas esperaron a que mejorara para sacarlo del hospital, menos mal que había mejorado..., y ni cortas ni perezosas lo metieron en un taxi camino del aeropuerto, muy tiesecito, con sus gafas de sol y una palidez de no te menees. Incluso reservaron ayuda adicional para minusválidos en el aeropuerto. Y allí que se plantaron, llevadas por un taxista un tanto “moscatel” y acogidas por un funcionario, un tal Andrew Millea, un poco cortito, porque aunque la cabeza del finado se le cayó encima cuando le sacó del taxi, él ayudó a colocar al anciano en una silla de ruedas y lo llevó al mostrador correspondiente.
Ellas juraban y perjuraban que no estaba muerto, que estaba de parranda, pero a los ingleses no es fácil dársela con queso, ni aunque uno quiera ahorrarse las
viernes, 2 de abril de 2010
CRÍTICAS LITERARIAS - LORENZO SILVA
El instinto del sabueso
Cuando los personajes literarios cumplen años corren el riesgo de anquilosarse en un síndrome de peter pan narrativo, con lo que terminarían siendo arquetipos planos y vacíos. La mejor solución para evitarlo, y para demostrar que el personaje sigue vivo, es bañarle con la pátina del tiempo, la misma en la que nos sumergimos los lectores. Estos cinco años de ausencia del sargento Bevilacqua, ahora ascendido a brigada, nos han devuelto a un hombre un poco más viejo, más curtido, un poco más cínico y un mucho más desencantado, todos ellos rasgos que le humanizan más, suponiendo que alguna vez hubiera dejado de ser humano, y nos lo acercan hasta volverlo un amigo entrañable.
Lorenzo Silva le vuelve a entregar su voz porque sabe que nadie mejor que Vila para transmitirle al lector algunos males muy endémicos, no ya de España, sino del mundo occidental y globalizado: las mentiras, los sicarios del este, los chanchullos judiciales, y otro muy peligroso y más cercano, la utilización sectaria de las leyes sobre la violencia de género para triunfar en los divorcios. En el fondo de la novela late un homenaje a aquellos padres que sufren las calumnias de sus ex mujeres y que, sin embargo, siguen resistiendo por amor a sus hijos, como el finado Óscar Santacruz.
El panorama narrativo se vuelve duro y desolador, de ahí el cinismo de Vila, los miedos de Chamorro por si su jefe se rinde y las prevenciones de sus superiores, sabedores de la valía del investigador. Pero el instinto del sabueso es mucho más fuerte, y del pozo del desencanto judicial que ha puesto a un condenado en la calle con total impunidad sólo se sale navegando proa arriba, dispuesto a luchar contra la mentira no sólo para encontrar al asesino, sino para limpiar la imagen manchada del muerto.
Vila está menos solo que en otras entregas, tiene la amistad de Chamorro, también ascendida a sargento, la admiración de Arnau, un guardia joven nuevo en el equipo, y la camaradería que empieza a construir con su hijo adolescente. Lo demás, su equipaje de lecturas y recuerdos, le ayudará a vencer el insomnio, y tal vez le haya afilado un tanto la labia, volviéndole más rápido de lengua, aunque no tanto como para olvidarse de reconocer la verdad, o los tintes poéticos de su particular justicia, y tampoco para dejar de reconocer a la gente decente que se mueve en su mundo, como la juez de este caso, que le reconcilia, no con el estamento, pero sí con las personas.
‘La estrategia del agua’. Lorenzo Silva.
Editorial: Destino. Barcelona, 2010. 380 páginas.
(LA VERDAD/ABABOL, 02/04/10)