2012
Así se explica el último seísmo de China, motivado por todos los internautas que se han saltado la censura a la torera para entrar en ciertas redes sociales, prohibidísimas por los caudillos de la revolución maoísta, nada menos que para acceder a la página de Sora Aoi, una célebre actriz porno japonesa que lleva el orgasmo ya escrito en el mismo apellido. Ya ven como poquito a poco vamos haciendo sonar las siete trompetas y abriendo los siete sellos…, bueno, esta chiquita con rostro inocente se ha encargado de abrir ya unos cuantos.
Y la epidemia se está extendiendo como la pólvora, en todos los continentes, debe de ser que todo el mundo se estará acordando de aquello de que “…el mundo se va a acabar” y lo que antecedía a la famosa frase. Porque en Estados Unidos han pasado de experimentar con los celos para comprobar que pueden afectar a la percepción visual femenina (y si no que se lo pregunten a Hillary Clinton) a suscribirse a una revista porno para ciegos lanzada en Gran Bretaña, y que mejora los primitivos intentos que realizó Playboy en los años ochenta, incorporando ahora relieves de desnudos y otras poses más, digamos, explícitas.
Nos vamos al garete, menos mal que siempre nos quedará el fútbol, y el bueno de Messi, que él solito vela por al decencia y hasta es capaz de romper matrimonios, como le ha ocurrido al sudafricano Bigboy Cheverevere (juro por los cuatro jinetes apocalípticos que el nombrecito del tipo es real), que montó una bronca monumental al llegar a casa y comprobar que su mujer y sus hijos no le dejaban ver cómo el argentino le marcaba cuatro goles al Arsenal inglés.
Para que luego venga Al Gore y nos intente vender la moto del cambio climático como causa de la destrucción del orbe, ni caso, es el sexo el que está dinamitando el mundo, lo que no tengo claro es si bajo el islandés glaciar Eyjafjalla estaban rodando una película equis o es que se celebró una convención mundial de recién casados, pero esa nube cenicienta ya sabemos todos de dónde ha salido.
Eso de llevar el orgasmo ya escrito en el mismo apellido ("Aoi") me ha llegado al rabo, ...digo al alma, y mira que no me llamo Montoya.
ResponderEliminarHabrá que seguir las evoluciones de esta dulce criatura.
Muy fino, como siempre.
Un abrazo fuerte.
Felicidades, Antonio, como siempre estás sembrao. Esuna gozada leerte.
ResponderEliminarUn beso. Ana María Tomás
Ya sabemos dónde sueles tener tú el alma, seudo Montoya. Un fuerte abrazo
ResponderEliminarQuerida Ana, qué alegría verte otra vez por aquí. Un beso
ResponderEliminarGenial!
ResponderEliminarMentalmente he visualizado la vagina de la japonesa arrojando lava...