Sin aliento
Nunca es fácil escribir a cuatro manos, porque los estilos suelen ser criaturas muy exigentes, pero Ana Ballabriga y David Zaplana parecen haberse convertido en unos expertos, porque en esta segunda novela han logrado su principal objetivo: que su prosa sea una, señal inequívoca de que sus proyectos, tanto los vitales como los literarios, son uno también. Han concebido esta historia de suspense con la capacidad necesaria para mantener en vilo al lector hasta sus últimas páginas, y con una estética muy visual, no en vano han bebido siempre de fuentes cinematográficas y practican ellos también el séptimo arte.
Nico, psicóloga, y Nuno, policía, viven en Lisboa y atraviesan una rocosa crisis de pareja, ella no quiere tener hijos y él no desea ser especialmente ambicioso en su trabajo; las recriminaciones se cruzan amargas hasta que alcanzan una tregua, él se involucra en un caso importante y ella promete colaborar estableciendo el perfil del asesino. Porque hay un asesino en serie de lo más macabro y escatológico, con tintes de un sexo que no practica, y cuyas actuaciones parecen mover los cimientos del matrimonio. Para completar el cuadro, Nico tiene una paciente muy extraña embarcada en un romance con un hombre casado cuyas descripciones son sospechosamente parecidas a las de Nuno.
Y a partir de ahí, el vértigo, con unos diálogos brillantes y una trama que se vuelve intermitente de la mano de los asesinatos y de las sospechas de la propia Nico, que llega a temer incluso por su vida. Además, y en un alarde narrativo considerable, el pasado de la psicóloga regresa para atormentarla y ofrecerle un encuentro muy poco deseado con un padre al que lleva muchos años odiando. No queda más que racionar bien el aliento para que nos llegue hasta la última página, porque estos dos escritores nos van a llevar hasta ella casi cogidos del cuello, sin permitirnos un solo parpadeo de más.
‘Morbo gótico’. Ana Ballabriga, David Zaplana.
Editorial: Alfaqueque. 2010. 346 páginas.
(LA VERDAD, "ABABOL", 4/12/10)
La portada invita a leerlo, a una mano.
ResponderEliminarUn abrazo.
No seas mal pensado, que la novela tiene mucho más. Un abrazo
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