miércoles, 6 de noviembre de 2019

INVISIBLES - GRAZIELLA MORENO

INVISIBLES de Graziella Moreno por Antonio Parra

Título
Invisibles
 
Datos publicación
Alrevés. Barcelona 2019. 304 págs.

Autora

GRAZIELLA MORENO (Barcelona, 1965), escritora y jueza. Ha publicado las novelas Juegos de maldad, nominada a mejor novela por el primer festival de Cubelles Noir y con mención especial del jurado; El bosque de los inocentes, Flor seca y Querida Elsa (en formato digital). Ha participado en autobiografías de relatos en catalán y en castellano y otros publicados en revistas digitales. Colabora como articulista en la revista cultural The Citizen, así como en otras publicaciones, y fue miembro del jurado de relatos de terror del programa Negra y Criminal de la cadena SER.

Sinopsis de la obra

Barcelona. La noche del 25 de octubre de 1992, la vida de Miguel Montero, un chico de doce años, cambiará para siempre. Veintiséis años después, las heridas siguen abiertas porque el pasado nos convierte en lo que somos. Barcelona. Primavera del 2018. Sara, Simón y Pablo, con muchos motivos para no mirar hacia atrás y muy pocos para seguir adelante, recorrerán la ciudad en busca de respuestas a las inexplicables desapariciones de mujeres que nada tienen en común; ni la edad, ni la profesión, ni siquiera sus trayectorias vitales coinciden, hermanadas sin embargo en un trágico destino.
Sara, una policía expedientada, a la espera de conocer su sanción, encontrará en esta búsqueda un motivo para probarse a sí misma, pero ello conllevará consecuencias: descubrir una realidad terrible que se esconde a la vista de todos. Porque hay personas a las que nadie echa de menos, a las que nadie busca y que, allí donde estén, esperan ser halladas. Basada en hechos reales, los protagonistas de esta historia deberán asumir sus vidas para poder encarar el presente, porque la verdad es incómoda, y la mayoría preferimos mirar hacia otro lado, aunque eso no nos garantiza que deje de existir.

Reseña
Almas errantes

Tiene Graziella Moreno la capacidad de abordar en sus novelas temas que nunca dejan indiferente al lector, sino que le hacen reflexionar sobre lo que tiene alrededor, e incluso sobre la propia naturaleza del mal, y en esta ocasión, con un título más que justificado, se centra en las personas desparecidas, pero en aquellas que, por sus circunstancias, parecen no importarle a nadie, aquellas que no tienen visibilidad para casi nadie, hasta que llega el momento de introducir sus restos en una bolsa de plástico.
Y eso que no ha entrado, en este caso, en las desapariciones voluntarias, lo que daría para otra novela, pero sí nos presenta cinco o seis situaciones en las que hay mujeres desparecidas sin que parezca importar, y para ello, además, se sirve de tres personajes doloridos, complejos, que arrastran una buena mochila de problemas y que conviven entre sí con más pena que gloria. Sara, una mossa d’esquadra expedientada por no haber sabido frenar sus impulsos, Simón, un joven aquejado de dermatofagia, hermano de Sara y obsesionado con los crímenes de Jack el Destripador, y Pablo, exdrogadicto que anda buscando un nuevo lugar en el mundo.
Ninguno de los tres, como tal, es un investigador, Sara no puede serlo aunque quisiera, porque está relegada a trabajos administrativos, pero entre los tres empezarán a atar cabos en torno a las figuras de esas mujerres que un buen día decidieron dar un cambio a sus vidas, y al poco tiempo nadie volvió a ver. Como complemento a esos casos, algunos de los cuales ve denunciados Sara a pesar de cierta indolencia policial, sobrevuela la historia de dos hermanos, Ricardo y Miguel, que perdieron a su madre muy jóvenes y que aún lo andan pagando, sobre todo Miguel.
Con una estructura capitular intensa y breve, y una narración en presente que envuelve al lector desde los primeros instantes, Graziella Moreno logra una vez más cautivarnos, al tiempo que nos enseña de qué están hechas las costuras de la personalidad humana, cómo es la manipulación de los demás, hasta dónde puede llegar la tiranía de las drogas o la ceguera de un buen sicario.
Puede que el especialista puntilloso eche de menos lo procedimental, pero es que ni falta que le hacía a la novela, Sara no ejerce tanto como policía sino como una mujer que logra empatizar, en mitad de su caos vital, con esas mujeres olvidadas, invisibles, y de ahí la fuerza de la novela, de la combinación de energías que logra con Simón y Pablo. Lo demás, los casos reales que sirven de base, el ritmo que va creciendo, la intensidad de un final demoledor, es mérito de su autora, para disfrute nuestro.

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