miércoles, 6 de noviembre de 2019

LA SINAGOGA DEL AGUA - PABLO DE AGUILAR

Análisis de la novela La sinagoga del agua

Título: La sinagoga del agua
Autor: Pablo de Aguilar González
Editorial: Roca Editorial
Año: 2019
Páginas: 318
Género: Ficción histórica
Calificación: 

Sobre el autor

Pablo de Aguilar González (Albacete, 1963). Reside actualmente en Molina de Segura (Murcia), donde trabaja como analista y programador de software. Es autor de varios libros y cuentos que le han valido numerosos premios. La sinagoga del agua es su última novela.

Sinopsis de la obra

El día en que David es arrancado de los brazos de su hermano, nadie es consciente de a cuántas personas y durante cuántos siglos tendría repercusión tal acto. Francisco, un albañil de Los Cerros, acaba de perder a su hijo recién nacido. Antes de poder tomarlo de los brazos de su madre para enterrarlo, un grupo de cristianos exaltados por las arengas de algunos predicadores mendicantes que culpan a los judíos de haber emponzoñado los pozos llaman a su puerta armados con aperos de labranza para animarlo a seguirlos. Es el pogromo de 1391.
Seis siglos después, unas obras descubren lo que parece que pudo ser una sinagoga junto a la casa del inquisidor. Dante y Mara van a Los Cerros a trabajar en las excavaciones. Poco a poco irán descubriendo por qué aquella sinagoga no fue destruida y cómo aquellas viejas piedras les cambian la vida igual que a sus antiguos habitantes.

Reseña

Madurez narrativa

Quienes habíamos leído a Pablo de Aguilar ya éramos conscientes de la habilidad que suele derrochar a la hora de perfilar caracteres humanos, y una vez más no nos defrauda en esta novela en la que entremezcla dos tramas temporales, una actual en la que se llega al descubrimiento de una antigua sinagoga, y otra de hace seis siglos en la que conocemos un hecho demoledor que tuvo lugar precisamente en aquella sinagoga.
Con una mano equilibrada, vamos disfrutando de los avatares de Mara y Dante, jóvenes historiadores desplazados a Los Cerros para colaborar en unas excavaciones, al tiempo que el autor nos muestra también detalles del pogromo de 1391, y sus ataques a unos judíos que se verían desde entonces casi perpetuamente amenazados hasta llegar al momento de su expulsión definitiva.
¿Estamos entonces ante una novela histórica? Estrictamente no, estamos ante una novela de identidades ocultas y suplantadas, de odios y remordimientos, de oposiciones religiosas, de conflictos entre el bien y el mal, todo ello proyectado en el mismo lugar varias centurias después. Así que las conexiones son importantes pero no exclusivamente necesarias, porque en el siglo XIV había ya una trama digna de gran interés, que de hecho llega a hacerse con el mando de la novela, y en el siglo XXI otra diferente que también va a picar nuestra curiosidad. Méritos, por tanto, encontramos en los dos planos, tanto en la narrativa omnisciente del pasado como en el testimonio personal de Dante, que contacta con algunos descendientes de quienes protagonizaron aquella otra trama.
Para quien crea, no obstante, que no habrá fidelidad histórica, nada más lejos de la realidad, Pablo de Aguilar conoce los hechos, las costumbres y hasta los más concretos rituales judaicos, como los de la muerte, por ejemplo, narrados con gran sutileza y precisión, y de todos ellos nos habla con absoluta fidelidad, pero siempre de manera muy natural, al igual que cuando se dedica a reflejar los oscuros manejos de la Inquisición, las envidias empresariales y académicas del presente, la personalidad arrolladora de la Elena actual, o las dudas religiosas que las mentiras y los prejuicios no paraban de alimentar en épocas pasadas. Trescientas páginas estupendas con las que sin duda el lector disfrutará de lo lindo.

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