miércoles, 15 de julio de 2020

METRÓPOLIS - AQUEL VERANO INOLVIDABLE


AQUEL VERANO INOLVIDABLE

      No quiero que te vayas, no todavía, tengo muchas cosas que contarte, tengo muchas dudas que preguntarte, quiero que me veas en mi trabajo, en el centro social, cuidando de los demás, haciendo lo correcto, lo que siempre me decías que era lo lógico y yo no conseguí entender hasta aquel verano.

    Boo está aquí también, ha venido a verte, no quiere hablar porque dice que no le vas a oír, pero yo sé que sí, sé que en algún lugar, en algún rincón de esa cabeza privilegiada tuya puedes escucharnos y saber que todo ha ido bien, que las cosas, por mucho que parezcan torcerse, pueden enderezarse si uno quiere.

    Jeremy viene de camino, tendrías que verle ahora, le han hecho socio de uno de los mejores bufetes de Washington, terminó allí porque allí es donde está ahora la cuna de la ley, aunque tú siempre pensabas que la ley estaba donde hubiera una persona de bien. Me ha costado un poco convencerle para que viniera ahora, porque dice que le quieren en el Congreso, pero no ha dejado de llamar un solo día. Congresista Finch, ¿te imaginas?

    Ya sabes que él no era como nosotros, siempre fue el más pragmático de los tres, pero no tengas ninguna duda de que siempre se miró en ti para llegar donde ha llegado. Yo estoy más que orgullosa, y Boo también, de vez en cuando se pone al teléfono y le cuenta nuestras andanzas.

     No, desde luego que no me he arrepentido de llevarme a Boo a casa, cuando murieron los Radley lo vi claro, ya te lo dije, y ha sido una de las mejores cosas que he hecho en mi vida, aunque a ti te preocupara que me afectasen los comentarios de los demás. Éste sigue siendo el mismo pequeño pueblo, pero eso nunca me importó, ya lo sabes.

    Podrías apretarme un poco la mano, sólo un poquito, para que yo sepa que sigues aquí, que no te has esfumado. Ayer vino Calpurnia, la pobre, casi no puede andar pero se acercó a verte, aunque rompió a llorar y tuve que sacarla de aquí para que no te entristeciera.

  Necesito que aguantes un poco más, que te quedes conmigo, Atticus, para que el verano que se avecina sea otra vez como los de siempre.


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