jueves, 6 de agosto de 2020

PERROS CON PLACA - MARIO DE LA ROSA

Perros con placa de Mario de la Rosa por Antonio Parra

Título

Perros con placa


Datos publicación

Libros Indie. Cantabria 2020. 312 págs.

 

Autor

 

Mario de la Rosa (Madrid, 1975) es actor y escritor. Como actor ha participado en numerosas producciones nacionales, destacando en títulos como: La casa de papel, de Netflix, o Conquistadores Adventum, de Movistar+. Entre las producciones internacionales en las que ha participado se encuentran: The Nigth Manager, de BBC, Hellboy, de Neli Marshall, o Wild Oast, de Andy Tenant.

Como escritor empezó poniendo letra a canciones que se tornaron en poesías y éstas en narrativa. También ha escritor guiones. Perros con placa es su primera novela, nacida de uno de ellos.

 

Sinopsis de la obra

 

          El inspector Caballero está al mando de un grupo de la policía judicial que opera contra el narcotráfico. Inmerso en una importante operación —la detención de una banda del crimen organizado llamada Los Mastines— y lastrado por un pasado con estigmas imborrables, tendrá que emplearse a fondo para luchar en los numerosos frentes que tiene abiertos. ¿Puede combatirse la violencia con más violencia?… Su carrera, su libertad y su vida están en juego, y para Caballero “el fin siempre justifica los medios”. Perros con placa habla de la huida hacia adelante, improvisada y violenta, que va marcando el paso del inspector. Todo lo que toca se corrompe, pero ya no hay manera de volver atrás, el vértigo y la ansiedad lo acompañan de cerca. Al ritmo del rap más crudo vamos conformando un puzzle donde no sobra ninguna pieza, la causalidad imperando siempre sobre la casualidad.

          Barrios, extrarradio y ciudades dormitorio conviven convulsamente con un Madrid céntrico de caché y cuna, conformando un tablero latente que evoluciona de manera discurrente como lo hacen los personajes de esta novela. La capital se presenta como una jungla de asfalto en la que los instintos animales de cada uno terminan por imponerse a la racionalidad. Todos se comportan como perros callejeros cuando son llevados al límite, aunque algunos de ellos se parapeten tras una placa.

 

Reseña

Ensuciarse las manos

 

          Volver a los orígenes del género, revolcarse en el lodo de la corrupción, pasear los lados más oscuros de la realidad, en definitiva, ensuciarse bien las manos es lo que hace Mario de la Rosa en esta novela en la que un grupo de la policía judicial que lucha contra el narcotráfico ha de enfrentarse a la banda de Los Mastines

          Al frente de ese grupo están el comisario Rochina y el inspector Caballero, dos perfiles complejos y llenos de aristas, acostumbrados a lo más duro del oficio, y que llevan ya juntos unos cuantos años. Frente a ellos, un líder también con carisma, El Gran Can, a quien nadie logra identificar, y que mueve los hilos de la organización atento a lidiar tanto con sus subordinados como con los miembros de otros grupos que intentarán usurparles el terreno.

          Los hechos de esta novela sólo admiten un código: el de la violencia, y a ese código tendrán que aferrarse también los agentes del orden, viviendo esa tensión continua y poniendo sus vidas permanentemente en el alero. Hay sexo, muerte, luchas de barrio, un Madrid hostil en el que cualquiera puede caer a la vuelta de una esquina o por una mala confidencia, y un ambiente de perpetua desconfianza que hará al lector sentir de primera mano a qué huele la adrenalina del peligro y la muerte.

          Mario de la Rosa se suelta con un lenguaje duro, con un ritmo a veces febril aunque deje algún pequeño resquicio para el recuerdo, y sobre todo con una potente determinación que hará que los cercos, los varios cercos que se dan en la novela, vayan estrechándose sin remisión, amenazando con cortarle la respiración a más de un lector.


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