domingo, 28 de abril de 2024

SERENATA DE GRILLOS - URBANO COLMENERO

 

PÓLVORA NUEVA

 

A la hora de disparar hay que tener muchas prevenciones, y  no hablamos de disparos de feria, con escopetas trucadas y puntos de mira bizcos, no, hablamos de disparar de verdad, cuando el hombro acusa un retroceso, o la coyuntura entre índice y pulgar un buen mordisco. Cuando se hacen esos disparos es cuando se sabe lo que pesa un arma, y lo que cuesta que la mano no flaquee. Algo parecido ocurre cuando se escribe una primera novela negra, que hay que tener la mano bien firme, porque no se trata de un microrrelato, o de un cuento, sino de un arma de gran calibre.

 

A Urbano Colmenero no le ha temblado el pulso ni un milímetro. Bien es cierto que conoce muy bien el paño, porque es un lector infatigable del género y acude a los festivales siempre que puede, pero una cosa es ver desde la barrera las faenas de los demás y otra muy diferente echarse al ruedo, él lo ha hecho y el resultado ha sido bastante satisfactorio.

 

Y lo ha sido por la ambientación, fundamental sobre todo cuando se trata de un entorno rural que el lector debe ir conociendo poco a poco, pero también por el perfil de los personajes que se cruzan en el camino de Álex, y, cómo no, por los diálogos, algunos de ellos impagables. Sumémosle a eso el ritmo y algunas buenas dosis de maquiavelismo y estaremos ante una trama que nos pide continuar hasta ver cómo este presunto detective es capaz de salir de un atolladero que a priori parecía no ir mucho con él.

 

Démosle la enhorabuena a Urbano Colmenero, y el ánimo para seguir disparando, ahora ya sin tregua, hasta llegar a la caza mayor.


‘SERENATA DE GRILLOS’.

Urbano Colmenero

Autoedición. 2022.

296 páginas.

sábado, 27 de abril de 2024

LA ÚLTIMA NOCHE CON EDU - ENRIQUE PÉREZ BALSA

 

LA ÚLTIMA NOCHE CON EDU, de Enrique Pérez Balsa, por Antonio Parra



Título

La última noche con Edu

 

 

Datos de publicación

MAR Editor. Madrid 2024. 186 págs.

 

Datos del autor

 

 

     ENRIQUE PÉREZ BALSA (Madrid, 1968). Se presentó como autor con El edén de las manitas de cerdo (Premio Wilkie Collins), posteriormente apareció Prohibido, su segunda novela, en la que se adentra del todo en el hard bolied. Ha presentado sus obras en festivales negros como Tenerife Noir, Castellón Negre, Gijón y Cartagena Negra entre otros. Ha participado en las antologías de relatos de M.A.R. Editor: Tenerife Noir, Historias del románico, Sexo robótico y 2120, en la antología de Ediciones Irreverentes Cuentos del coronavirus y en la antología Cartagena + Negra.

 

Sinopsis de la obra

 

    Una noche de amigos, en la que las copas fluyen desorbitadas, unas chicas que se muestran receptivas…, todo es diversión hasta que la fiesta toma el cariz de una odisea degenerativa que atrapa a nuestro protagonista en una trama de extorsión y proxenetismo. Ramos es un adicto a numerosos vicios: bebida, tabaco, comida basura… y a su principal droga: el dinero. No habrá suciedad que no cometa por un buen cheque, ni mujer a la que no proponga acciones deshonestas. Se siente feliz con su cotidianeidad de periodista alcohólico que vive de publicar los trapos sucios de los famosos, pero bajo los efectos del alcohol se transforma en diversos personajes convirtiéndose en un tornado de destrucción que, sin ser consciente, arrastra a quien le rodea.

 

Reseña

REALISMO MUY SUCIO

 

    O muy negro, o muy lumpen, no es fácil catalogar esta nueva novela de Enrique Pérez Balsa, porque el contenido es como el que podríamos encontrar abriendo una caja repleta de serpientes de cascabel. Dice la contraportada que en la novela hallaremos dos cuartos de Bukowski, una medida de Chester Himes, unas gotas de Martin Amis y Carver, y sobre todo el golpe en seco del humor negro propio del autor.

    Podríamos alterar esas medidas y darle a ese humor muchos más mililitros de sarcasmo, ingenio y mala leche, y aun así tal vez siguiéramos quedándonos cortos. Hay autores en esto del género negro que no sólo huyen de los cánones y las tendencias establecidas, sino que ellos mismos constituyen una tendencia, porque desde sus inicios (El edén de las manitas de cerdo), o en su continuación (Prohibido), ya se han encargado de cultivar, y potenciar, una voz muy peculiar, particularísima, que el lector avezado reconoce en cuanto se ha echado a la vista unas cuantas páginas.

    Pérez Balsa es así, quizá inclasificable, pero seguro que una bocanada de frescura literaria cada vez que da una nueva trama a la imprenta, como es el caso de estos amigos que se reúnen de tarde en tarde, arrojándose en manos del alcohol y otras tendencias deliciosamente perniciosas. A priori nada tendría que salir mal, aunque esa última noche que figura en el título nos haga pensar lo contrario.

    Y acertaremos, porque es entonces cuando todo revienta alrededor de Ramos, cuando una noche de alcohol y sexo deviene en extorsión, proxenetismo y crimen. Eso sí, a partir de esos momentos el ritmo crece de forma endiablada, y es que no le queda otra que correr a este periodista alcohólico que vive de publicar los trapos sucios de los famosos en la prensa más amarilla del país.

    La novela se va convirtiendo, poco a poco, en una carrera hacia la supervivencia, donde importan poco los métodos con tal de que se logren los objetivos, aunque estos consistan en llevarse por delante a media ciudad. No busquen aquí valores ni buenas intenciones, porque no los hallarán, en cambio sí encontrarán personajes muy potentes, un lenguaje basado en continuos disparos verbales y una personalidad arrolladora que se irá expandiendo por la ciudad a la búsqueda de la última copa, el último polvo o incluso el último billete.


https://www.solonovelanegra.es/la-ultima-noche-con-edu-de-enrique-perez-balsa-por-antonio-parra/?fbclid=IwZXh0bgNhZW0CMTAAAR2nYSI6nAncoKRd2ZIyzmsJapU3yEXeWqYsDTlSGcHPLGykqAk0MbANDeg_aem_AR-jsZcClno8jVjJRYfhDLcxLXBNvQIuGBhSds4G1VOgObBFri0yoPD8I32i43GW5zAicetKaGd5WS9jAY6MYeot

viernes, 26 de abril de 2024

PERDER EL EQUILIBRIO - MIGUEL A. GONZÁLEZ

 

PERDER EL EQUILIBRIO, de Miguel A. González, por Antonio Parra


Título

Perder el equilibrio

 

 

Datos de publicación

Grijalbo. Barcelona 2024. 352 págs.

 

Datos del autor

 

 

    MIGUEL A. GONZÁLEZ (Madrid, 1982) es novelista y dramaturgo, y compagina su labor con colaboraciones periodísticas en medios digitales e impresos y con la coordinación de talleres de creación literaria y clubes de lectura. En 2016 publicó Todos los miedos (Premio Café Gijón), más tarde escribió Cariño, Un nublao de tiniebla y pedernal (Premio Ciudad de Alcalá de Narrativa), y Dios no está con nosotros porque odia a los idiotas. En 2022 vio la luz Prolepsis (Premio Ciudad de Badajoz de Novela). Como dramaturgo, también ha sido reconocido con el Premio Fray Luis de León, el Premio Max Aub y el Premio Born y sus obras se han representado en diferentes salas de España, Argentina, México y Estados Unidos.

 

Sinopsis de la obra

 

    Jonás ya no se llama Jonás. Es un hombre oscuro y enigmático. Y le falta una pierna. Esto último podría ser un detalle sin importancia, pero en realidad la tiene. Al igual que también es relevante esa obsesión que le despierta su nuevo vecino. El pasado de Jonás es un misterio que él guarda celosamente, algo que preferiría enterrar en las sombras de la memoria. Pero no puede hacerlo. Jonás es de ese tipo de personas que nunca olvidan, ni tampoco perdonan.

 

Reseña

LA VENGANZA

 

    A Némesis le colgaron siempre en El Olimpo la facilona etiqueta de la venganza, que no es poco tratándose de aquellos pagos, pero quizá pocos conozcan que también era la diosa de la solidaridad, la fortuna y el equilibrio. Y de equilibrar un poco las cosas se trata en esta novela, pues es lo que busca también Jonás, vengarse pero alcanzar al mismo tiempo cierto equilibrio, aunque parezca imposible, claro.

    Nos plantea Miguel A. González una trama en la que un hombre callado, áspero y carente de una pierna trata de reconducir su existencia. Eso, a priori, encajaría en otros mimbres estilísticos alejados del misterio o del thriller, pero es que la manera en que conocemos al susodicho, que además ya va cambiando su identidad por la de Ismael (los entendidos sonreirán) nos hace pensar que hay oculto mucho más de lo que en principio se nos está contando.

    Y ahí, a mi modo de ver, está una de las claves de esta novela, en lo que no se dice, en lo que se oculta con la promesa de ir desvelándolo a su debido momento, porque eso es lo que ambienta la narración, eso es lo que se nos mete dentro y nos lleva a leer una y otra página de un personaje que arrastra una angustia y un equipaje considerables.

    Claro, para lograr ese efecto, además de manejar un lenguaje tan brillante como a ratos enigmático, hay que aliarse con el tiempo, y saber combinar muy bien los planos del presente y el pasado, al igual que los dos espacios de España y México, entre los cuales hay un océano que no se alimenta únicamente de kilómetros.

    Estamos ante dos vidas muy diferentes, o tres, si contamos la actual, existencias entre las que Jonás se manejó durante años y que no dejaron de depararle sorpresas, algunas gratificantes, sí, pero en mayor medida demoledoras. Tan demoledoras que dieron un vuelco total a su vida, arrancándole mucho más que una pierna, y exigiéndole esa conminación a la diosa de la venganza en su versión más ciega.

    Es equilibrio que tan bien restauraba Némesis, y que está presente incluso en el título de la novela, es lo que busca Jonás con una actitud casi desesperada, porque es lo único a lo que ahora puede aferrarse. Como lectores, una vez que aceptamos el juego temporal, y el geográfico, que va de su mano, nos queda ir leyendo para ver de qué manera se desvelan las sombras. Lo que no podíamos imaginar es que dichas sombras tienen dientes, y zarpas tremendas para arrancar mordiscos a la conciencia, amagando con terminar con todo lo que hallen a su paso. Prepárense para no caer, porque el torbellino está servido.


https://www.solonovelanegra.es/presentacion-de-perder-el-equilibrio-de-miguel-a-gonzalez-por-antonio-parra/

martes, 23 de abril de 2024

EN AGOSTO NOS VEMOS - GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ

 

Reseña de En agosto nos vemos, de Gabriel García Márquez, por Antonio Parra


JOYA PRIMAVERAL

    Dicen sus herederos que García Márquez no quiso que este texto se publicara en su momento, que el libro no servía y debía ser destruido, por fortuna no lo hicieron y ahora podemos disfrutar de la hermosa historia de Ana Magdalena Bach, que una vez al año se desplaza a la isla donde reposa eternamente su madre y encuentra en esos viajes la maravillosa posibilidad de ser otra persona.

    Es probable que el colombiano, defendiéndose como podía del alzhéimer, sólo viera defectos en el manuscrito, pero, también como señalaban sus hijos, tampoco la enfermedad le permitía ver los méritos de la novela, que los tiene, y muchos. En cualquier caso, hay que felicitarse por la decisión que en su momento tomaron Rodrigo y Gonzalo, y dejarse llevar por esta pequeña historia llena de dulzura y en la que una mujer explora su propia realidad a mitad de su quinta década.

    Esos viajes de Ana Magdalena cada dieciséis de agosto, esas veinticuatro horas que pasaba en la isla, son una antología de la belleza, la independencia, el canto a la inquietud humana por el paso del tiempo, pero también una loa al optimismo y a la aventura que nos puedan sacar del marasmo vital.

    Y todo está impregnado del estilo y el vocabulario de García Márquez, así que ha sido como volver a escucharle, como ilusionarse ante la posibilidad de que esto no fuera más que un aperitivo de una novela más extensa que saliera, qué sé yo, justo después del verano.

    Por desgracia, eso ya no podrá ser, pero estos pocos días de agosto, vividos a caballo entre el cementerio y el hotel (o varios hoteles), nos han dejado un puñado de horas magníficas en las que hemos disfrutado de la gran literatura del genio de Aracataca. Esa forma de mostrar los paisajes caribeños, esa capacidad descriptiva, esa potencia fabuladora, esos amores al principio dubitativos, casi espejismos sentimentales, esa búsqueda del término justo, e incluso esa forma tan peculiar de encarar en las novelas las relaciones matrimoniales…, todo ello es García Márquez y ahora nos lo han vuelto o regalar.

    Lean esta novela, acérquense al escaso centenar de páginas sin más pretensiones que el hedonismo literario, porque sólo así recibirán una inyección de calidad lingüística y el eco de una voz que ha de resultarles muy muy familiar.

AUTOR

    Gabriel García Márquez (1927- 2014), es una de las figuras más importantes e influyentes de la literatura universal. Ganador del Premio Nobel de Literatura en 1982, fue novelista, cuentista, ensayista, crítico cinematográfico, autor de guiones e intelectual comprometido con los grandes problemas sociales de nuestro tiempo, así como la máxima figura del llamado “realismo mágico”, el hacedor de uno de los mundos narrativos más densos de significado que ha dado la lengua española en el siglo XX. Entre sus novelas más importantes figuran Cien años de soledad, El coronel no tiene quien le escriba, Relato de un náufrago, Crónica de una muerte anunciada, La mala hora, El general en su laberinto, el libro de relatos Doce cuentos peregrinos, El amor en los tiempos del cólera y Diatriba de amor contra un hombre sentado. En el año 2002 publicó la primera parte de su autobiografía, Vivir para contarla; en 2004 volvió a la ficción con Memorias de mis putas tristes, y en 2012 sus relatos fueron recopilados en Todos los cuentos.

SINOPSIS DE LA OBRA

    Cada mes de agosto Ana Magdalena Bach toma el transbordador hasta la isla donde está enterrada su madre para visitar la tumba en la que yace. Esas visitas acaban suponiendo una irresistible invitación a convertirse en una persona distinta durante una noche al año. Escrita en el inconfundible y fascinante estilo de García Márquez, En agosto nos vemos es un canto a la vida, a la resistencia del goce pese al paso del tiempo y al deseo femenino.

FICHA TÉCNICA

Título: En agosto nos vemos.

Autor: Gabriel García Márquez.

Editorial: Random House.

Año: 2024. Páginas: 144

https://www.elquintolibro.es/2024/04/resena-de-en-agosto-nos-vemos/?fbclid=IwZXh0bgNhZW0CMTEAAR1N-tzJdCaH4pfNIhDXvKeX_I0mD0eYBh2GYfB6LM4mGGFJJ5BkUJ-eucc_aem_AU5RavPCcWYlyqMupn8WHckIS01mlIAT0bQG6nHbUOXElCiA-h8BfqOJC-u0WxVvyd5lDQgGcdZOxhvLfLTNuUmS

lunes, 22 de abril de 2024

TRES ENIGMAS PARA LA ORGANIZACIÓN - EDUARDO MENDOZA

 

 ENREDO Y SÁTIRA

 

Una prosa ácida, distendida, paródica, satírica, respetuosa, unos diálogos que son oro puro en una trama tan divertida como interesante, en la Barcelona habitual de Eduardo Mendoza, que vuelve a disfrutar con una de sus historias al tiempo que nos regala unos momentos lectores verdaderamente inigualables.

  

Es una delicia encontrarse con una nueva novela de Eduardo Mendoza, y quizá aún más delicioso para los que amamos el género negro, cuando se trata de una de esas historias en las que el misterio se alía con el enredo y con la parodia, la sátira, algo muy necesario en los tiempos que estamos viviendo, en unos momentos en los que la producción patria de “papel de fumar” se está viendo seriamente amenazada.

 

En el momento en el que tenemos noticia de que esta trama está ya a la venta, lo normal es que un cosquilleo nos recorra la espalda, proveniente de aquellas pantorrillas tan del gusto del bien amado Tip, y llegue hasta nuestro cerebro, impulsándonos a cometer el irrefrenable acto de acudir a una librería y satisfacer nuestros instintos. Pero no contentos con ello, y tras haber acariciado y hasta olfateado el libro, porque las novelas de Mendoza se vuelven también sensoriales, correremos a buscar nuestro sillón más preciado, ése que atesora como oro en paño el molde de nuestro trasero, o bien, si somos dados a lo aventurero, nos ubicaremos en una buena terraza, cerveza o refresco en mano, dispuestos a que el maestro nos lleve por donde más le plazca.

 

Diálogos brillantes

 

El tiempo y su producción literaria le han concedido ese derecho, y a nosotros el privilegio de disfrutar de una prosa ácida pero distendida, paródica pero coherente, satírica pero respetuosa con la trama, y sobre todo disfrutar de unos diálogos que son oro puro, en los que cada personaje (y la fauna es muy variopinta) emplea una voz que es casi más una conciencia, para que su personalidad y su carácter no caigan en nuestro olvido.

 

Ya entrados en ese ambiente, en esas primeras habitaciones del universo Mendoza, nos queda ir hasta el salón, donde el jefe de una curiosa organización reúne a sus ocho o nueve detectives, con el fin de desentrañar tres eventos criminales aparentemente sin relación alguna y cuya resolución por parte de las fuerzas del orden no parece algo que vaya a producirse.

 

Parodiando el género negro

 

La distribución narrativa de los tres casos roza lo magistral, Mendoza conoce muy bien los resortes del misterio y los parodia con una seriedad pasmosa. Eso sí, como es habitual en él, nunca se olvida de los temas de hondo calado social, llámense prostitución, corrupción entre los poderosos o turbios manejos empresariales. Ese fresco social no está sujeto a parodia alguna, esas críticas han de llegar de la manera más cristalina al lector, aunque haya que pasar de cuando en cuando por campos minados como la política o la religión. Y para muestra, quédense con este brillante botón leído en la novela: “Todas las religiones del mundo empiezan predicando el amor y acaban matando”. Poca risa con eso.

 

En cuanto al personal humano, las galerías de Mendoza son tan variopintas como atractivas, un jefe de organización metódico pero voluble, una ayudante ya más que madura que sigue bebiendo los vientos por él, otra joven desaprovechada del mundo laboral, un ex presidiario separado y con un hijo, otro hombre con problemas de control de impulsos, un japonés que busca la integración total… En fin, una panoplia de inadaptados que sólo bajo el ala de esta organización extraoficial y extrapolicial pueden hallar acomodo. Un grupo que, mal que bien, va camino de convertirse en una familia.

 

Siempre Barcelona

 

Y como toda familia ha de tener un lugar, una casa o un punto de reunión, Mendoza recurre una vez más al que mejor conoce, la ciudad de Barcelona, aunque hace mucho, y así lo recoge él mismo un tanto dolorido, que ya no es la Barcelona que fue, pero sigue siendo la suya, con su puerto, sus Ramblas y sus barrios un tanto peligrosos, aunque no tanto como los turistas. Pero también la trama sale de la ciudad, llegando hasta Palamós, punto neurálgico de gran importancia en la trama.

 

Del misterio en sí, me van a perdonar que nos les cuente mucho, ni siquiera las implicaciones vaticanas, porque debe ser el lector el que vaya pasando página tras página con fruición, y conteniendo la risa en algunos episodios, como también tendrá que sofocar la ternura en otros, y aguantarse las ganas de comerse a besos a alguno de estos personajes.

 

Eduardo Mendoza ha recuperado una vez más la esencia de una magnífica literatura entregada a los lectores sin engaño ni artificio alguno, como debe hacerse con las cosas buenas de verdad, ya sean para comer, escuchar, beber o leer. La cuestión es ser receptivo y estar dispuesto a paladear el manjar a base de bien, aunque al final tengamos incluso la sensación de que nos puede haber sabido a poco. De esa forma, cuando llegue la siguiente, cuando Eduardo Mendoza nos invite a un nuevo festín, acudiremos con los ojos cerrados y las papilas literarias bien dispuestas.


‘TRES ENGIMAS PARA LA ORGANIZACIÓN’.

EDUARDO MENDOZA.

Género: Novela.

Seix Barral.

408 páginas.


(LA VERDAD, ABABOL, 13/04/2024)

martes, 16 de abril de 2024

DEL TIEMPO Y SU MISERIA - FULGENCIO ANTONIO LÓPEZ AGÜERA

 

CLÁSICOS ATEMPORALES

 

Hay muchos interrogantes en los versos de Fulgencio López Agüera, ¿quién hará nuestro trabajo cuando ya no estemos? ¿Quién nos honrará en esos momentos? ¿Serán los mismos que nos llevarán flores al cementerio? Son inquietudes producto de la labor de un tiempo inmisericorde, un tiempo lleno de la miseria que cae desde la calavera que se va deshaciendo en marfileña crema.

 

“En una playa / ella te esperará / como solía. / Mientras, en la ciudad crees oír gaviotas”. Tal vez esos sean las dos caras de un reloj de arena que se voltea a voluntad, como si estuviera en las manos de un dios loco y vengativo. Entre ese universo generado por el tiempo, López Agüera coloca flores, sábanas al viento, recuerdos, lamentos, pero también deja un hueco para, de cuando en cuando, hacerle un homenaje a Catulo, por ejemplo, o a cualquier otro autor clásico, porque precisamente ellos son los que están y estarán siempre por encima del tiempo.

 

“¿Y si el futuro / no es más que la ilusión / de quien aguarda?” Ni el mejor de los versos podría acabar nunca con esa certeza, esa indefensión en la que nos movemos desde que nos sueltan en este mundo. O la misma intemperie con la que un viejo aguarda un dulce y suave rayo de sol que por desgracia ya nunca será el sol de la infancia.

 

De esa orfandad a veces nos saca la lluvia, esa que nos lleva a hablar con el ser amado al escucharla, la misma que nos conduce por un laberinto de recuerdos. Pero con mesura, porque no se puede vivir indefinida e infinitamente en el ojo de una tormenta que desgasta y que nos agita como si fuéramos bufones en una corte inglesa, en manos de un Shakespeare desquiciado que nos haga brincar siempre a su antojo o al de sus reyes malditos.

 

Esos sueños, esos deseos y sombras constituyen el paisaje que va conformando el poeta a medida que sus versos fluyen, construyendo un entorno en el que refugiarse con la inquietud de no saber nunca si los pasos que damos están siendo los correctos, o si el siguiente podrá conducirnos al abismo. El sueño se alía una vez más con el tiempo para devolvernos, desde el averno de una pesadilla, el paraíso perdido de una nana, de una caricia, de unos dedos que, después, se arrugarán como el resto de la piel de una madre a la que entonces seremos nosotros quienes debamos acariciar.

 

Porque el tiempo vuelve, siempre triunfante, siempre con esa sonrisa maligna, a llevársenos por delante, aunque tengamos el supremo valor de luchar, quijotescos, por nuestros ideales incluso cuando ya estemos cerca del confín de nuestras jornadas. ¡Qué magnífico poema “La última pasión”! Por fortuna, para que la miseria del tiempo no se regodee en su victoria, una vez más nos quedan los versos y el recuerdo de los clásicos: Venus, Juno, Dido, Himeneno, Antígona, Aquiles…, un Elíseo lleno de homenajes con los que solazarnos, con los que vencer incluso el pánico mortal.

 

Y es que “el tiempo afila sin prisa su guadaña tras los ecos de las luces del pasado”. Así que también es bueno mirar hacia el presente, hacia una melodía de jazz, un cuadro que nos subyugue, una respiración que nos acoja, un cuerpo que nos reciba, una vieja canción que nos salve, engañosamente, de la muerte. Y será un engaño, sí, mas qué bello trampantojo para dejarnos, al final, tendidos como héroes a las puertas de nuestra particular Troya.

 

‘DEL TIEMPO Y SU MISERIA’. Fulgencio Antonio López Agüera.

Pre-Textos. Valencia 2022.

88 páginas. Precio: 17 €

lunes, 15 de abril de 2024

MUJER ISLA - JULIA MORENO

 

GOBERNAR EL MAR

 

En estos versos de Julia Moreno no hay sirenas, ni de las idealizadas por el celuloide infantil, ni de las monstruosas de los piélagos de Homero, hay criaturas marinas dotadas de la fuerza de los mitos, porque ésa es la fuerza precisa para gobernar tanto el mar como un presente que llena de enemigos la singladura de cualquier mujer. De esas mujeres legendarias que van creciendo con su mar interior, mujeres que cuando despierten harán temblar el mundo, porque no están aquí únicamente para peinar las canas y los sueños de nuestros ancestros.

 

Estos no son versos crípticos, ni tampoco muy simbólicos, son mensajes en botellas hechas con el vidrio de cientos y cientos de décadas, mensajes que ahora deben desentrañarse para que los herederos de aquellos antepasados logren aprender el nuevo sentido del mundo, o el sentido que éste debería haber tenido siempre, desde que existió la primera madre, la misma que al anochecer es tierra, agua, aire, la que es raíz y da las gracias.

 

“Brilla, / transparente e incolora / como las olas / del mar / infinitamente libre”. Todo el poemario está repleto de mensajes de fuerza hacia la mujer, reivindicando no valores sociales o profesionales, sino personales, de carácter, vivenciales, aquellos que en verdad nos conforman, o deben conformarnos, como seres humanos que somos.

 

    Y entonces, sólo entonces, hay una mirada hacia el amor, hacia los sentimientos compartidos con un amado en igualdad de condiciones. Pero también hacia el propio paso del tiempo y las huellas que esa lucha de siglos va dejando en la mujer que se contempla a sí misma, ya sea en el espejo o en el día a día de la vida, de la continuación de la estirpe, o simplemente en el espejo. “Yo nadaba hacia el norte que señalaba tu boca, / para acabar naufragando al este de tu espalda, rendida a tu abrazo”.

 

Y al final, de nuevo el mar, el refugio, la fuerza, la energía vital, las distintas orillas donde “se escriben mensajes con hilos de agua. Mensajes con el idioma de la luz… MAR. VIDA. MAR”.

 

‘MUJER ISLA’. Julia Moreno.

Colección Sudeste. Cartagena 2023.

98 páginas. Precio: 15 €

viernes, 12 de abril de 2024

ELHOMBRE SIN ROSTRO - CLAUDIO CERDÁN

 

EL MAL CON MAYÚSCULAS

 

    Claudio Cerdán no es uno de esos autores que se acomode en una zona de confort, él concibe la literatura como un constante desafío y en cada historia que nos cuenta echa el resto y salta escapando de su cotidianeidad, tal vez por eso cada una de sus novelas suele convertirse en un regalo. Cien años de perdón o Los señores del humo son algunos títulos señeros que ha dejado ya en el ámbito del género negro.

 

    Ahora regresa con una propuesta diferente, en la que combina las técnicas de la novela negra con el misterio más adictivo y la atención a uno de los mitos más tradicionales de nuestra literatura, llámese hombre del saco, hombre que ríe, etc. Centrando la trama en Murcia, algo que el autor sentía como una deuda pendiente, la desaparición de niños es el eje fundamental de la novela, al menos hasta transcurrida una buena parte de la misma. Ahí radica otro de los méritos de esta novela, abordar un tema que a muchos autores, y quizá a más lectores, nos dé escalofríos, porque con él se corren muchos riesgos: caer en el dolor gratuito, hacer del horror el leiv motiv general de una novela, sacudir en demasía la conciencia del lector…

 

    Son razones que deben controlarse muy bien, y el autor yeclano ha logrado dar con la tecla para equilibrar el extremo dolor que nos transmite con la emoción constante, la tensión por saber si la pareja protagonista será capaz de vencer al mal, encarnado en ese hombre alto que parece no tener rostro.

 

    Tanto Roberto Cusac como Isabel Herrera llevan años cargando con el peso de un hijo desaparecido, y en lugar de rendirse han entregado sus vidas para trabajar en una fundación de personas desaparecidas. Cusac, expolicía (si es que, como decía Leonardo Padura, se puede dejar alguna vez de ser policía) es quien más culpa parece arrastrar, porque su caída en el alcohol sumó puntos negros a la ausencia del hijo. La pareja ha sobrevivido como ha podido, ayudada por la llegada de un segundo hijo, Leo, pero todo puede estallar ahora en mil pedazos.

 

    Eso es lo que ocurrirá cuando Roberto consiga rescatar a tres niños desaparecidos hace años y sometidos a inimaginables torturas, puesto que el investigador le rompe los planes a ese “hombre sin cara”, encarnación pura del mal y de la aberrante experimentación con los más pequeños, con la excusa de alcanzar novedosos avances científicos.

 

    Desde ese momento, la familia Cusac-Herrera no conocerá el descanso, y nosotros tampoco, los capítulos breves de Claudio (marca de la casa) hacen que no podamos parar de leer, ni siquiera cuando estamos inmersos en escenas en verdad teñidas de un horror sin límites. Aun así, ese ritmo, y el incremento de la venganza como nuevo eje narrativo, nos regalan una novela verdaderamente inolvidable y cuya realización está al alcance de muy pocos autores.


EL HOMBRE SIN ROSTRO. Claudio Cerdán

Ed. Destino. Barcelona 2024. 432 págs.


domingo, 7 de abril de 2024

EL CASTIGO DEL EXILIADO - ANTONIO GÓMEZ RIBELLES

 

ODISEAS PARTICULARES

 

Al leer estos versos se tiende a pensar que acordarse de cosas perdidas, paisajes perdidos o tierras perdidas es un privilegio de los exiliados, porque “siempre hay un calendario de carnicería, con un santo, o de un taller, con una mujer desnuda”, que a su manera nos recuerdan lo que vimos otrora, y que nos señalan que lo importante a veces es la estética del propio viaje, la erótica de los kilómetros por recorrer, el olor, el ruido o el sabor en la boca de un chicle verde que sabe a gasóleo.


Esos viajes están llenos de cajas de zapatos vacías, piscinas vacías como los restos de los banquetes del tiempo, unas cajas en las que “guardar el tiempo, no los sitios, y guardarlo hasta que todos los hombres sean felices”. Contemplar el rayo verde del viaje depende de una pizca de suerte aliñada con voluntad de fábrica, pero también con la voluntad de saber elegir el momento, o la piedra en la que sentarse a observar, e incluso el ángulo de nuestra mirada.


Antonio Gómez Ribelles se acuerda de los guiños que nos han acompañado en el viaje, como el padre, ya arrodillado en la arena fabricándonos un volcán, ya en el espejo del baño para que nos reconozcamos en sus rasgos; pero también nos habla del hijo que primero tiende la mano al progenitor y al final será el que le lleve sobre sus espaldas. Esos Laertes y Telémaco, Anquises y Ascanio, sin los que los Odiseo y Eneas que ahora somos nosotros tengamos que variar ni un ápice nuestra ruta universal.


Y luego llegarán los paisajes renacidos, las geografías remozadas, las rocas comidas por el mar tras las que amanecen playas de arenas memorizadas por la Historia, blancas hasta refulgir generando incluso una pizca de terror ante la posibilidad sedentaria y silenciosa de haber alcanzado la meta antes de tiempo. Hay que “acordarse de medir el tiempo en las conchas vacías de las caracolas”, y hay que desconfiar del banquete con el que se celebran los retornos, el que nos abruma con ágapes y recuerdos de oro mientras nos hurta el manto necesario para poder, en caso necesario, reemprender el viaje.


Gómez Ribelles hace una particular singladura por el mundo clásico y el temporal, y le otorga mayor importancia al propio viaje, al menos hasta que nuestra Ítaca nos recupere, con su Penélope y un Telémaco que venga los domingos a comer, y algún porquero que otro con el que libar un buen vino. Una patria con sus relojes guardando en sus saetas los recuerdos de las viejas y presentidas hazañas, las que terminan por convertirnos en ese Laertes que, de repente, somos.


‘EL CASTIGO DEL EXILIADO’. Antonio Gómez Ribelles.

La Nube de Piedra. Murcia 2023.

72 páginas. Precio: 11 €