Un paso al frente
Se
adentra Juan Ramón Barat en el ámbito de la narrativa negra, y lo hace con tal
soltura y filo lingüístico como si ésta no fuera la primera vez, motivos que es
de suponer habrán pesado a la hora de concederle el XVII Premio de Novela
Ciudad de Salamanca. Porque, además, las mafias dedicadas a la prostitución
representan un tema peliagudo a la hora de novelarlo, porque existe el riesgo
de dogmatizar o de caer en la brutalidad más exacerbada.
La existencia
del profesor de filosofía Matías Vidal, sacudida anteriormente por el abandono
de su hijo y su mujer, ve cómo le explota encima una nueva conmoción al presenciar
la muerte de dos prostitutas, asesinadas en su intento de huir hacia la
libertad. El shock de contemplar esas muertes aún le reporta intereses de
demora, porque los cárteles prostibularios no quieren, ni suelen, dejar cabos
sueltos, y si le cortan el lóbulo de la oreja a la pupila que huye por vez
primera, es fácil adivinar qué le harán a un testigo molesto.
El autor
valenciano entonces le regala al protagonista la presencia del policía Pedro
Corrales, experto latinista, añoso y cachazudo, y se la regala también al
lector, porque le aporta equilibrio a la novela. El tercer vértice lo componen
los miembros de las mafias, capaces de una dureza brutal pero sin alardes, y
las propias mujeres, engañadas en su primer viaje y violadas y apaleadas en su
recibimiento.
Es un
combinado listo para que le lector lo paladee, a veces con la amargura de los
hechos, pero sin recrearse en el sadismo, y sin volverle la espalda incluso a
la corrupción policial y a la indiferencia social. Esta historia nos muestra a
un Juan Ramón Barat más maduro, que ha dado un serio paso al frente al entrar
en un nuevo registro, demostrando que no sólo es un narrador juvenil o de
género histórico. Se merece que lo leamos.
Infierno de neón. Juan Ramón Barat.
Ediciones del Viento.
A Coruña 2013. 240 páginas. 18 euros
(LA VERDAD, "ABABOL", 4/1/2014)
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