ENCUENTRO
CON FERNANDO LALANA
“Hay
que procurar enamorarse de una persona que se ría de las mismas cosas que uno
mismo”
Desde
Zaragoza, y con una simpatía desbordante (o una considerable “somarda”, como
diría un buen aragonés), Fernando Lalana nos hizo cruzar el ecuador de la
Semana Literaria. De la mano de la profesora Maite Ansó, ayudada por un grupo
de alumnos de 3º de ESO, se desglosó gran parte de la carrera de uno de los
autores más prolíficos y reconocidos en el ámbito de la narrativa juvenil española.
Tras muchos
años sin visitar Cartagena, confesó que su recuerdo de la ciudad es muy
peculiar, puesto que en ella batió el récord de encuentros con jóvenes lectores
en un solo día, nada menos que nueve. Esta vez con más calma, se mostró deseoso
de escuchar las impresiones de los alumnos, puesto que la novela 13 perros ha sido casi la última que ha
visto la luz, y aún estaban por llegar las primeras valoraciones de la misma, así
que esperaba que con actos como éste, la obra pueda ir alcanzando la dimensión
y el lugar del que ya disfrutan otros muchos títulos suyos.
Y como
elemento vertebrador del encuentro, habló también del humor como uno de los
rasgos más importantes de su concepción de la literatura, porque le ayuda a
mejorar las tramas que ofrece al lector. Y ese humor se lo debe también a su
pasión lectora, y a autores como Miguel Mihura o Enrique Jardiel Poncela, que
le enseñaron su importancia, no sólo de cara a la literatura, sino también como
un modo de encarar la vida.
A partir de
ahí, se sucedieron las preguntas, y gracias a ellas supimos que es un autor muy
productivo, que a veces se sirve de algún personaje secundario para retorcerse
el colmillo y dar rienda suelta a la crítica más afilada, o que en alguna
ocasión (emulando a García Márquez) ha recorrido el cementerio de Zaragoza
paseando mientras buscaba entre las lápidas el
nombre más adecuado que cuadrase con el carácter de algún personaje.
También rindió homenaje a sus lecturas juveniles, en un tiempo en el que no
existían como género propio, y reconoció sus deudas con Julio Verne o Emilio
Salgari, y con clásicos como Guerra y paz,
o Moby Dick, e incluso la saga de
Sherlock Holmes.
Para
finalizar, el profesor Salvador Martínez ofreció a los alumnos otra vía para
acercarse a la obra de Fernando Lalana, en este caso a través del cine, gracias
a la adaptación que se realizó de una de sus mejores novelas: Morirás en Chafarinas, demostrando que
el vínculo entre cine y literatura es algo que se mantiene permanentemente
vivo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario