ENCUENTRO
CON JOSÉ LUIS ALONSO DE SANTOS
“En
la vida hay quien te enseña a triunfar y quien te enseña a fracasar”
Cuando un autor es capaz de regalar a un auditorio un
sinfín de reflexiones, no solo acertadísimas y útiles, sino cargadas de una
generosa sabiduría, se establece entre él y quienes le escuchan una especie de
corriente capaz de perdurar en el recuerdo para siempre. Eso fue lo que ocurrió
durante la visita del dramaturgo José Luis Alonso de Santos, porque no sólo llegó
al centro para hablar a los alumnos de 2º de ESO de su obra ¡¡Es la guerra!!, sino que les regaló
dos horas de cariño, consejos y una actitud ante la vida de quien sólo puede
amarla por encima de todas las cosas.
Con la ayuda
de la profesora Leticia Jiménez y sus alumnos Alberto Nogueira y Cristian
Celdrán, además de la irrupción sorpresiva de dos militares dispuestos a dar el
golpe, soberbiamente interpretados por José Miguel González y Peter Tzenov,
conocimos la gran trayectoria de uno de los más grandes autores de la escena española
actual, y nos dejamos mecer por sus palabras.
Porque se
lanzó a hablarnos de su escritura, y del triángulo que debe sustentar cualquier
obra literaria, un triángulo formado por las emociones, que suelen estar
provocadas por algún conflicto o problema y que dan paso a la palabra, porque
el ser humano siente desde siempre la necesidad de transmitirle a otro esa
emoción y ese problema. Un triángulo, por tanto, que es la base de la
comunicación, y que regaló a los estudiantes para que sean conscientes de que
todo se puede aprender en la vida, y de que es saludable y necesario dudar de
todo y rebatir aquello con lo que no se esté de acuerdo.
Confesó que la
literatura es la mezcla de la imaginación, la redacción y la filosofía, y esos
son los tres pasos que debe seguir cualquiera que decida escribir, sin olvidar
la pregunta más importante: “¿Y si…?”, que es la llave de la imaginación y la
que pone en marcha cualquier proyecto creativo. Todo ello teniendo siempre
presente que existe un libro en el que están todos los secretos y todas las respuestas
que podamos necesitar, y que no es otro que El
Quijote.
Pero como no
vivimos sólo de literatura, también abordó otro tema mayúsculo, nada menos que
el amor, y, tras tomar como referencia a los amantes jóvenes más universales,
Romeo y Julieta, tuvo que responder a un buen número de preguntas, y les hizo
ver a los alumnos que el amor es difícil, igual que la vida, pero esa
dificultad es la que le hace tan valioso, y que conseguir el amor es la mayor
batalla que debemos librar, y para ganarla hay que arrastrar una maleta, pero
siempre llena de cosas que ofrecer, sin esperar que sea el otro el único que la
llene.
Y se fue,
dejándonos un aura inolvidable de complicidad.
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