martes, 13 de julio de 2021

METRÓPOLIS - JUBILACIÓN

 

JUBIILACIÓN

     Tres meses, tres meses y ya, noventa días y dejaré de ver el dichoso cartelito, la verja y las columnas. Nunca pensé que se pudiera desear tanto perder un edificio de vista. El edificio y todo lo de su interior, no aguanto un solo Napoleón más, ni otra Juana de Arco ni otro Julio César, juro que no aguanto uno más.

    Bueno, esta casa parece seria, aunque vivir aquí, junto a un cementerio en pleno Brooklyn, tampoco es muy habitual. Eso sí, tranquilo seguro que sí lo es. Vaya, una mujer asomada a la ventana en la casa de enfrente, silbando tranquilamente, tal vez debería ir a preguntarle, puede que ella conozca a los Brewster y me pueda dar algún detalle más de lo que esté ocurriendo.

    Porque Mortimer ha sonado muy extraño, tres ingresos, qué barbaridad, y yo documentos sólo traigo para uno, aunque el jaleo enorme que se oía por el teléfono igual me tendría que haber prevenido. Pero no, siempre ha sido muy honesto, y muy centrado para ser un autor teatral. Incluso he oído por ahí que iba a casarse, quizá así se asiente ya del todo, porque con la herencia que arrastra…

    Pero ya estoy otra vez. No presuponer, no juzgar, no chismorrear, se firman los papeles, aviso a los muchachos, zanjamos el asunto cuanto antes y a descansar, ellos, el interno y yo, como debe ser.

    Vaya, parece que haya mucho movimiento ahí dentro. Otro tipo que asoma a una ventana, me recuerda a Boris Karloff, qué cosas. Al final el cansancio me va a jugar alguna mala pasada. ¿No decía? ¿Pues no oigo ahora cornetas? Vamos, White, no seas absurdo, será algún taxista gracioso, piensa, piensa, tres meses, tres meses, repítelo sin cesar hasta que te lo metas en la cabeza.

    No me han dejado ni llamar a la puerta, Mortimer casi me arranca el brazo para hacerme entrar, aunque con el jaleo que hay aquí no me extraña, qué de voces, si hasta las tías andan gritando. Ah, ahí está Teddy, es el único que parece contento, con esa, esa…, vaya, sí, es una corneta, había oído bien.

    Bueno, despleguemos los documentos y acabemos cuanto antes, no sé qué he escuchado por ahí de que alguien debe irse a Panamá.

    - Teddy, ven a saludar al señor Whiterspoon, necesita una esclusa nueva en Happy Day.

    Tres meses, tres meses, no dejes de repetirlo, por lo que más quieras, White.



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