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jueves, 27 de febrero de 2025

PLOMO EN LAS ALAS - FRANCISCO JOSÉ JURADO

 

PLOMO EN LAS ALAS de Francisco José Jurado por Antonio Parra

Título

Plomo en las alas

 

 

Datos publicación

Algaida. Sevilla. 2024. 238 págs.

 

Datos del autor

 

 

    FRANCISCO JOSÉ JURADO (Córdoba, 1967) es licenciado en Derecho, aunque su labor profesional se halla en la gestión y organización de eventos y proyectos culturales, imparte talleres de escritura creativa y de dinamización a la lectura; comenzó a escribir en serio a finales de los 90, consiguiendo más de un centenar de premios y accésit en certámenes de cuentos, relatos y novela corta de ámbito nacional e internacional. Novelas suyas anteriores son Benegas (Finalista del Premio NOVELPOL 2009, y también Finalista de los Premios Brigada 21 a la mejor novela negra de autor debutante), Sin Epitafio y Dos mundos en guerra. Ha sido traducido al alemán.

 

Sinopsis de la obra

 

    Unos restos humanos aparecen semienterrados en un polígono industrial de Córdoba. Una joven que presenta el útero muy dañado, quizás tras sufrir varios abortos. Benegas y su equipo se ponen a trabajar, y como la víctima es menor, tendrán que investigar en los centros de acogida y todo el sistema social que supuestamente debería protegerlos. El caso da un giro cuando Benegas descubre la razón por la cual estaba tan dañado el útero del cadáver. La biomedicina y la ingeniería genética han llegado para quedarse en nuestras vidas. Y eso mueve mucho dinero. Muchísimo. ¿Cuánto estaría dispuesto a pagar alguien si la ciencia le garantizase una larga vida sin enfermedades, casi la eterna juventud? El inspector y su equipo habrán de volar muy alto con tal de resolver este complejo caso que hace unos años podría parecernos ciencia-ficción, pero que hoy es una inquietante realidad.

 

Reseña

BENEGAS

 

    Hay personajes que, una vez que nacen, demuestran con mucha facilidad que han llegado para quedarse, reclamando como suyo el lugar que su autor, y los lectores, le hayan proporcionado. Benegas es uno de ellos, por su carácter, por la manera de relacionarse con sus subordinados, con sus superiores, con los sospechosos, pero también por Blanca, que lo sostiene a pesar de los pesares médicos, y por último, por un padre literario, Francisco José Jurado, que juega con él entremezclando a veces su voz narrativa con la del propio Benegas.

    Novelas procedimentales las hay a cientos, ya lo sabemos, y con especial atención escrupulosa al trabajo policial, también, lo que ya no es tan fácil es humanizar a los personajes, y no precisamente encaminándolos hacia la perfección, como hacen algunos autores, o llevándolos al borde del abismo (Nieves Abarca dixit). No, la humanización consiste en huir del maniqueísmo, en saber que a todos los jalonan virtudes y defectos, y el equipo de Benegas no es ninguna excepción, y por supuesto, él mismo tampoco.

    Una vez entendido eso, vengan las tramas, los crímenes, los planteamientos ocultos, las críticas sociales o lo que se quiera, todo cabrá porque será como el mundo mismo, un lugar en el que hasta el más firme corre el riesgo de corromperse, y en el que nadie, nunca, podrá dejar de sorprendernos. Y ése debe ser el complemento perfecto de lo procedimental, algo que Jurado cuida también mucho y que en esta ocasión se ha visto recompensado con el VII Premio de Novela de la Policía Nacional.

    Córdoba es una vez más el lugar porque Córdoba es Benegas, y porque cualquier escenario es adecuado cuando se escribe bien, y la ciudad no desentona en ningún momento. Lo demás ya lo pone el torso de una joven encontrado con signos de maltrato interno, la sombra de la experimentación genética y unos manejos bastante repugnantes entre algunos capitostes de los Servicios Sociales.

    Ahí Benegas ha de chapotear, mientras lidia con su equipo, que también tiene sus propios problemas, y con las sesiones de quimio de Blanca. Humanización, ya lo hemos dicho, y desde ahí, credibilidad máxima con los hechos, víctimas y sospechosos, señales de una sociedad un tanto corrupta y pequeños guiños de Francisco José Jurado colándose como narrador en la mente de Benegas y en las líneas que van a nuestros ojos, con palabras que a priori igual no serían para nosotros.

https://www.solonovelanegra.es/plomo-en-las-alas-de-francisco-jose-jurado-por-antonio-parra/?fbclid=IwY2xjawIshhlleHRuA2FlbQIxMQABHX0KoKkdDf7nuA2bBs7b2VqP9n-uuX_XzBv9Pa573kogSHw7_pWBkll_-Q_aem_9sX-Pv_mQ663B7FSHIuwJw

martes, 25 de febrero de 2025

DETRÁS DEL CIELO - MANUEL RIVAS

 

UN PUÑADO DE ESPÍRITUS

  

Una novela en la que la oralidad juega un papel fundamental, llena de testimonios que van construyendo una realidad en la que cada personaje de Rivas ha de buscar, como sea, su propia supervivencia.

  

Quien haya visto a Manuel Rivas firmando ejemplares de sus libros le habrá contemplado demorarse, pluma en mano, para acompañar la dedicatoria con algún dibujo, alguna ilustración o algún esbozo de imagen, muchas veces marinera. Es una verdadera delicia y demuestra una vez más cómo es la condición de escritor de este coruñés, y cuánto esmero pone siempre en ella.

 De igual modo lo sentimos leyendo sus palabras, su fraseo corto, su descripción consistente apenas en un trazo, un brochazo intenso y rápido que nos salpica la retina al tiempo que fija el personaje, el lugar o el acontecimiento en nuestra memoria. Así ha sido en novelas y relatos anteriores y así vuelve a ser ahora en una novela que, aunque tildada como negra, va mucho más allá de los planteamientos genéricos, se desliza con un embrujo brutal por otros caminos, tanto sociales como argumentales, que no se conforman con el corsé de una calificación comercial.

 Quien la haya etiquetado como negra sabrá las razones, mercantiles, propagandísticas, quién sabe, pero el hecho es que las palabras de Dombodán sobre lo que ocurre en Tras do Ceo dan para mucho más que para una intriga criminal, porque son el aliento de un pueblo, el gallego, de una manera de contar peculiar y propia del mismo, y finalmente son también un fresco social con muchas aristas, todas ellas muy aprovechables para el curioso lector.

 Alfarería narrativa

 Todo ello tampoco debería ser posible sin esa capacidad de Rivas para perfilar caracteres, personajes complejos que muchas veces se muestran sólo por sus palabras, sin apenas rasgos físicos, más bien atendiendo a lo moral, que es lo que nos permite conocerlos, junto a sus voces y a lo que los demás dicen de ellos. Tal vez una gran parte del mérito radique ahí, en esa suerte de alfarería narrativa que se va modelando a lo largo de doscientas páginas de las que nadie sale limpio, al contrario, porque no hay personaje que no esté salpicado por las gotas de los secretos, la ambición o los remordimientos.

 Así, Dombodán, el narrador, no es sólo el corifeo de la novela, sino también el encargado de transmitir a los lectores ese fresco social de una Galicia profunda en la que caben muchos tipos humanos: el cacique tiránico, el médico disoluto, el granjero hosco frente a la hija que busca modernizar el negocio, el charlatán habilidoso, el policía corrupto, un piloto que en sus tiempos surcó la ría con turbios objetivos, el descerebrado que bebe del mal, el proxeneta que aspira a regentar un imperio, las prostitutas engañadas, y alzándose sobre todos, el parvo de Dombodán, que no es tan corto como todos piensan, y que nos encandila con las historias de los demás personajes.

 Variedad temática

 Por si alguien duda, hay corrupción, hubo drogas, rencillas familiares, intentos de justicia, caza, pero también enfrentamientos soterrados, tanto familiares como de género, dominio de los más débiles, añagazas de mujeres explotadas, cárceles poco pisadas, y todo en un ambiente que, si bien no oprime, sí presenta sus credenciales en forma de costumbres arraigadas, algún misterio que otro, alguna traición mal llevada y el deseo de que, tras ese cielo que los contempla a todos y que se muestra en el título, no lleguen grandes cambios que lo remuevan todo, sino que se mantengan las condiciones que a todos les permitan sobrevivir, cada uno con sus manías y expectativas, pero sin estridencias.

 Manuel Rivas, primero con la excusa de una cacería que logre abatir a un jabalí asesino, va perfilando unos retratos sociales de alto calibre, y luego se permite jugar con el tiempo, haciendo que el narrador salte al pasado para contarnos algunos hechos capitales que nos permitan comprender el comportamiento de estas criaturas en el presente.

 Sería quizá reiterativo hacer comparaciones entre el coruñés y otros autores gallegos, léanse Cunqueiro o Cela, por ejemplo, que practicaron este tipo de narraciones, pero no vendrá mal en cambio recordar que la forma de plantear las tramas de Manuel Rivas trasciende lo puramente anecdótico (como le solía ocurrir a Cela) o lo mítico (tal y como se respiraba en Cunqueiro); él alcanza la autenticidad porque los hechos y las voces se encajan en el marco social y en el tiempo con total coherencia, y eso es algo que el lector siempre va a agradecer.

 Tradición oral

 En las novelas de Rivas hay frescura, hay actualidad, hay incluso inmediatez, y nada de ello debe estar reñido con un lenguaje de embrujo, que nos recuerda incluso la oralidad, que nos hace creer que tenemos a un Dombodán junto a nuestra oreja, respondiendo con esa parquedad suya que siempre pone en cada respuesta. Esa oralidad llega de la mano de todos los personajes a quienes se les concede voz, porque es justo que tengan su hueco y así perfilen sus personalidades.

 La trata de personas, la tiranía rural, el abandono que sufren muchos pueblos, las familias mal avenidas o condenadas a buscar la supervivencia entre el pasto y las vacas, o la fariña en las planeadoras, son otros de los temas presentes en unas páginas que Manuel Rivas ha cuidado con ese mismo esmero con el que dedica siempre sus libros.

 No hay, ya se ha mencionado, tanta intención negra en el autor, y sí el propósito de mostrar la vida en un cosmos complejo, a ratos diríase que incluso maldito. Hay una pulsión de resistencia, de resiliencia cuando alguien regresa de su exilio, y es que en el fondo los personajes de Rivas son un puñado de espíritus buscando construir una realidad lo menos imperfecta posible, de otra manera no habrían sido dignos de salir de una pluma que con cada obra se vuelve más brillantemente reconocible.

 

DETRÁS DEL CIELO. Manuel Rivas

Alfaguara. 218 páginas.

https://www.laverdad.es/ababol/libros/detras-cielo-punado-espiritus-20250215075615-nt.html


viernes, 14 de febrero de 2025

LUIS LEANTE EN LOS JUEVES LITERARIOS

 LA PASIÓN DE TODA UNA VIDA

    Eso es la escritura para Luis Leante, y así lo lleva demostrando desde hace décadas, por eso ha sido muy grande la satisfacción de ver reeditada la que es posiblemente su novela más querida, Academia Europa, un texto con tintes autobiográficos en el que el autor caravaqueño puso mucho de sí mismo y que es un homenaje al destino, la enseñanza y la mitología.

    De la génesis de aquella historia comenzó hablando Luis para disfrute de un buen puñado de lectoras, que fueron quienes acudieron al encuentro a escuchar las palabras de quien es sin duda uno de los mejores autores del panorama regional. Ganador en su momento de los premios Mandarache y Hache (algo que sólo ha logrado él), nos regaló una panorámica de su trayectoria literaria, en la que confesó que lo que le hubiera gustado de verdad habría sido ser poeta y dramaturgo, aunque no reniega en ningún momento de haberse convertido en narrador.

    Siempre fiel a sus autores predilectos, durante todo este tiempo ha procurado cuidar muchísimo el lenguaje en sus obras, al tiempo que les prestaba especial cariño a sus personajes. Lector muy agradecido, defiende que la literatura es y debe ser algo múltiple, porque cada lector tiene en su mano la capacidad de darle a cualquier obra una lectura distinta.

    Nos regaló curiosidades que rodearon a la primera edición de Academia Europa, como el fallo del premio que ganó, que fue comunicado por la mismísima Almudena Grandes, y anécdotas de su etapa como docente de Latín y como autor que ha compartido un buen puñado de encuentros con adolescentes, porque su faceta de autor juvenil ha ido adquiriendo cada vez más importancia.

    Un magnífico encuentro lleno de interesantes reflexiones de la mano de un hombre que siempre empuña el verbo con la misma clarividencia que muestra en sus ideas.



sábado, 8 de febrero de 2025

ANA MARÍA ALCARAZ EN LOS JUEVES LITERARIOS

LOGRAR QUE ALGUIEN SE AFICIONE A LEER ES EL VERDADERO ÉXITO


    Con esa naturalidad se expresaba Ana María Alcaraz al finalizar la sesión en la que regaló al público su último libro, El día que nací yo, la biografía novelada de Enrique Piñana, maestro perseguido por sus ideas en algunos momentos de la República y posteriormente represaliado por el régimen de Franco.

    La autora manifestó la fascinación que le supuso conocer la vida de un hombre lleno de principios y amor por la pedagogía, así como por la poesía, y cómo sucumbió al deseo de la nieta de éste, Belén Piñana, cuando le pidió que intentara contar la vida de su abuelo, partiendo de toda la documentación que tenía en su poder.

    Para una autora a quien la memoria le fascina a la hora de insertarla en la creación literaria, fue también un desafío, por encontrarse con una persona real, y no un personaje, y por todas las circunstancias vitales que rodearon la existencia del propio Enrique Piñana.

    A lo largo de una hora y media, en la sala se habló de literatura, de realidad, de enseñanza, de la maldad del ser humano, pero también del sacrificio, de ideologías, de la guerra civil y el odio posterior, y por encima de todo se habló de la atracción que llega a suponer la escritura, la narración, capaz de derribar todos los puentes y de aunar voluntades.

    Algunas personas del público le hicieron saber a la autora lo que había supuesto para ellos leer esta historia, e incluso lo que la propia Ana María Alcaraz les había transmitido con otras de sus obras, y lograron que en la sala se creara un ambiente especial en el que incluso se mezclaron lo puramente literario con las confidencias.