Quien rio lo sabe
¿Cómo
sería la vida de un amante de hace siglos en nuestros días? La pregunta como
tal da juego literario como para adentrarse en la comedia, pero si además ese
noble aparece trasmutado en un ave, en un mirlo blanco capaz de hablar y
hacerse entender por los amantes a quienes va a ayudar, tendríamos delante una
joya. Pues eso es lo que ha creado Fernando Cotta en esta novela, una pequeña
joya que homenajea a los clásicos de la picaresca pero que también recoge la
esencia de la cuentística renacentista e incluso barroca.
Y
todo con un estilo y un lenguaje que suponen las guindas de ese homenaje, porque
el autor sabe reproducir giros y expresiones propias de los tiempos del duque,
dándole a éste la voz más apropiada, cuyo contraste con los personajes actuales
es uno de los muchos méritos que atesora esta novela. Ese contraste no es el
único valor, el humor, la ironía, el sarcasmo y la carcajada están a la orden
casi de cada página. La sátira de unos tiempos que parecen volverle la espalda
al amor es también recogida en los distintos episodios, así que no estamos ante
una novela que lo fíe todo al humor, lo cual ya sería meritorio, sino que hay
mensajes en cada situación, un cierto tipo de enseñanza sutil para quien quiera
escuchar, o leer entre líneas las reflexiones de este peculiar duque.
El
espíritu de la novela parece beber, como ya se ha dicho, de esa prosa clásica
capaz de entremezclar entretenimiento con enseñanza, y Fernando Cotta se mueve
cómodo en la frontera, haciendo sufrir, incluso físicamente, al ave
aristocrática, con lo que logra arrancarle al lector la sonrisa, mientras por
otro lado le da una panorámica de la amplitud amatoria a la que puede aspirar
el género humano, deseando que nadie se quede a las puertas de su disfrute. Una
lectura fresca, divertida pero con criterio, que es como mejor se puede
trabajar el humor en la literatura. Respetemos y loemos la figura de este
plumífero duque.
El Duque del Altozano. Fernando Cotta
CVC Ediciones. 212 págs. 17’50
euros.
4 comentarios:
En su momento tuve la oportunidad de leer tan original libro en los tiempos que corren. Gran sorpresa y alegría volver a reencontrarme con los grandes del Siglo de Oro en voz y pluma de Fernando Cotta. Un libro, tal como dices, una joyita que en los tiempos que corren se agradece ante tanta oferta de lectura. Gracias por confirmar una autoridad literaria como usted, lo que muchos en nuestras reseñas de meros lectores y recomendantes en las redes, intuíamos y sabíamos: EL DUQUE DE ALTOZANO es un gran libro con unos ingredientes de éxito humor, aventuras, amor y un castellano a revindicar. Felicidades.
¡Gracias Don Antonio!,¡GRACIAS!
Confieso el miedo y el terror que me han estado atenazando desde que me enteré por boca de Altamira, que El Duque estaba en sus manos. ¡Palabra de honor!
Hoy y después de haber leído tan hermosas palabras, no me queda otra alternativa que rendir la espalda ante vuestra presencia, por lo tanto... ¡A vuestros pies!
¡GRACIAS de nuevo!, y tantas como falta hicieren porque leer el contenido de ésta crítica, ha emocionado al Duque a más no poder, y no digamos a la pluma, ¡rediez!
¡GRACIAS Dolors!, a tí y a quienes contra todo pronóstico habéis apostado por dar vuestra sincera opinión.
Hoy no tengo cava, pero si lo llego a tener una caja encima, no queda botella alguna.
¡GRACIAS!
Muchas felicidades por una reseña que supo captar el buen hacer de tu virtuosa pluma.
Creo que ya estarás tranquilo CABEZÓN, la buena literatura siempre se abrirá paso cueste lo que cueste y la tuya es excelente.
Mi más sincera enhorabuena, Fernando.
Un abrazo de los gordos.
Ignacio León.
Una historia unica que tuve oportunidad de leer gracias a la generosa mano de Fernando, una historia que bebe de los clasicos y que nada tiene que envidiar a grandes obras clasicas. Picara, divertida, actualizada una verdadera joya que no hay que perderse. Un placer enorme que Antonio Parra haya refrendado lo que ya sabiamos "El Duque del Altozano" una obra a tener en cuenta. Gracias Fernando por acercarnos a tu Mirlo/Duque
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