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lunes, 14 de julio de 2025

GOMES Y CÍA EN LESA LITERATURA

 Muchísimas gracias a Kika Sureda por sus palabras sobre las nuevas andanzas de Sergio Gomes.


«Gomes y Cía»

de Antonio Parra Sanz

Todos los días sale el sol

«Gomes y Cía» es una obra de novela negra, escrita por Antonio Parra Sanz con un estilo mordaz y crítico que te atrapa desde la primera página. La historia sigue a Sergio Gomes, un detective cincuentón y cínico que llega a Cartagena desde Madrid con un pasado turbio y un presente desengañado. Acompañamos a Gomes a lo largo de siete relatos negros, donde se enfrenta a casos complejos que cuestionan los principios y lo llevan al límite.

Gomes es un protagonista complejo y bien definido, con un pasado oscuro y un presente marcado por la náusea ante los abusos de los poderosos. Su relación con Silvia, la forense, es especialmente interesante. Por supuesto, la ciudad portuaria es el escenario perfecto para la novela negra (no hay que olvidar que tiene una de las jornadas negras más conocidas, Cartagena Negra), con un ambiente fronterizo que atrae a los delincuentes y genera un sinfín de historias oscuras. Antonio Parra conoce muy bien la ciudad y la describe con detalle, lo que hace al lector local y no tan local sentirse como en casa.

La obra no es solo una entretenida serie de relatos, sino también una crítica social mordaz sobre la corrupción, los malos tratos y la explotación, temas en los que el autor no se anda con rodeos y los denuncia con un lenguaje directo y crudo. Antonio Parra nos presenta un mundo sobrio y decepcionante, en el que la lógica de la violencia y la corrupción han penetrado hasta el último rincón de la sociedad. La figura del detective madrileño cínico y desencantado en Cartagena es un símbolo de la desesperanza y la alienación que caracterizan a nuestros tiempos.

«Me dejé tentar por un desvaído té, confirmando mi idea de que da igual lo que uno consuma en un hospital, porque nunca sabrá a nada más que a asepsia y vacío»

Un hospital es el escenario con el que abre la novela. Lugar donde Gomes es citado por un cliente. Es importante el trato que da Antonio Parra a los temas sociales: la vejez y la pérdida de memoria, corrupción, prostitución, el abuso sexual y el asesinato, malos tratos, las drogas, y sin esquivar temas locales como el de la avioneta "revientanubes". Para quien conoce Cartagena se le hace ameno el recorrido con Gomes por las calles de la ciudad y sus locales; y para el que no ha pisado nunca la ciudad es un recorrido por algunos de sus lugares emblemáticos, como por ejemplo Mr. Witt. Así como la gastronomía, donde no puede faltar la receta de un buen asiático. La figura de la mujer es un puntal importante a lo largo de toda la obra. Hace acto de presencia la metaficción autorreferencial en alguna de sus historias. Un guiño especial a Cartagena Negra y algunos cameos como los de Francisco Marín o Susana Lezuan.

Un bocado literario divertido y cínico, crudo y real, donde el autor nos ofrece la parte más oscura de la ciudad de manos del detective Gomes, con «s».

«Entre visita y visita, fue cayendo la tarde, de esa manera inclemente con la que robamos el alma a los atardeceres antes de los dichosos cambios de hora»

 https://lesaliteratura.blog/productos/

martes, 24 de junio de 2025

GOMES Y CÍA EN EL COLOQUIO DE LOS PERROS

Mi agradecimiento a Juan de Dios García y Ángel Manuel Gómez Espada, que siempre se hacen eco de mis criaturas, y también a Jesús Boluda del Toro, por unas preguntas que miran siempre un poco más allá de lo habitual.


ANTONIO PARRA SANZ, Gomes & Cía
 
Entrevista realizada por JESÚS BOLUDA DEL TORO

Después de tres entregas de la serie de Sergio Gomes, regresa Antonio Parra Sanz con Gomes y Cía. (MAR Editor, 2025), un volumen de relatos que acoge siete casos de su detective, en los que rinde homenaje tanto al género como al formato breve, que no siempre es muy practicado por los autores “negros”.

En Gomes y Cía. Parra Sanz nos ofrece, en realidad, siete fogonazos de una realidad oscura y reconocible. Casos que huelen a calle mojada, a desconfianza, a cicatrices. Y en el centro de todo, ese investigador cincuentón, irónico, cansado del mundo, pero aún dispuesto a revolverlo cuando la justicia lo reclama, aunque sea con los nudillos pelados.

Gomes no es un héroe. Ni falta que hace. Es un hombre que observa, que deduce, que sufre y que se equivoca. Es también una conciencia crítica que no predica, sino que actúa. Y en ese gesto —pequeño, tenaz, incluso torpe a veces— reside su dignidad.

Estos relatos nos devuelven a una Cartagena negra y palpitante, llena de recovecos morales, pero también de humanidad. Porque eso es lo que distingue la prosa de Antonio Parra: su capacidad para convertir cada historia en una pregunta incómoda, en un espejo oblicuo donde no siempre nos gusta vernos reflejados.


—EL COLOQUIO DE LOS PERROS: Sergio Gomes no es un detective al uso. Tiene cicatrices, ironía y una manera muy personal de mirar el mundo. No parece buscar la gloria ni la redención, y sin embargo actúa. ¿Cómo se gestó este personaje? ¿Qué vacío vino a llenar? ¿Y qué querías explorar tú, como autor, a través de alguien como él?

 

—ANTONIO PARRA SANZ: Gomes nace como protagonista de lo que iba a ser un relato breve, y que después se fue extendiendo hasta convertirse en la primera novela de la serie, Ojos de fuego. Era un instrumento para servir de contrapunto a una femme fatale que protagonizaría el relato, pero poco a poco fue creciendo, y hasta me arrebató la voz narrativa de aquel texto, para hacerse con ella y contar él mismo una historia que a la postre se convirtió en el estreno de una trayectoria mucho más larga.

 

—ECP: Desde Marlowe a Carvalho, los detectives de novela negra han sido siempre espejos rotos de su tiempo. ¿Qué elementos del canon del género negro heredó Gomes y cuáles rompiste a propósito?

 

—APS: Gomes le debe todo a esas dos figuras capitales que mencionas, porque, además, sus historias deberían ser de obligada lectura para cualquiera que desee escribir novela negra, sería un pecado hacerlo sin conocer a Vázquez Montalbán y a Raymond Chandler. Ellos tienen la culpa de que yo me aficionara al género de tal forma que ahora no concibo pasar un día sin leer novela negra, y también me inculcaron una manera muy peculiar de narrar, pero sobre todo una manera muy peculiar de mirar el mundo y la sociedad en la que ha de moverse un detective, con esa sensación de derrota, el cinismo, la tozudez..., en fin, los rasgos que han ido caracterizando al propio Gomes.

 

—ECP: Todo personaje es una mezcla de invención, memoria y lectura. ¿Tiene Sergio Gomes algo de ti, de personas reales, de otros personajes?

 

—APS: Después de tantos años juntos, estamos mutuamente contaminados, aunque uno intenta alejarse todo lo posible de él a la hora de la escritura, por eso le dejo la voz narrativa. Ya hemos hablado de algunos rasgos comunes que comparte con Marlowe o Carvalho, lo demás es cosa suya, supongo, una infancia vinculada al abuelo, un trabajo ingrato, un divorcio a cuestas, inseguridades sentimentales, mucho vodka, mucho tabaco... Cada vez nos parecemos menos, salvo en la intolerancia a la hipocresía y a las injusticias. Y luego está la trampa de la literatura, claro, la que nos lleva a construir a los personajes con lo que somos, lo que leemos, lo que recordamos o lo que vemos en otros, pero intento que él tenga también su propio equipaje, y que no se alimente únicamente del mío.

 

—ECP: Ahora que hemos conocido al protagonista quiero preguntarte por otro personaje silencioso que lo acompaña en cada historia: Cartagena, porque es mucho más que un decorado en tus novelas. Como te podría preguntar Jesús Quintero: Antonio, ¿qué tiene Cartagena que no tenga Chicago, Baltimore o Londres?

 

—APS: Hace ya mucho tiempo que la novela negra huyó de la exclusividad de las grandes ciudades, y demostró que cualquier entorno puede acoger una trama criminal. Cartagena es una ciudad llena de contrastes, empezando por su historia y por los avatares que ha tenido que sufrir, la presencia militar, las crisis industriales, las remodelaciones urbanísticas... Ahora es una ciudad diferente a la que yo conocí, y un escenario lleno de posibilidades, por la herencia histórica, por el puerto, por sus costumbres, y sobre todo es la ciudad que me acogió y la que ahora mejor conozco, y en la que vive Gomes, así que ubicar las tramas en ella era una consecuencia natural.

 

ECP: El puerto, los barrios, las contradicciones sociales... Todo parece empapar los casos que afronta Gomes. ¿Hasta qué punto los conflictos de la ciudad moldean el tipo de historias que cuentas?

 

—APS: Como comentaba, esta es una ciudad muy viva, a pesar de lo que sigan diciendo algunos agoreros, y en esa vitalidad resaltan también las tradiciones, algunas más potentes que otras, y también los vicios, que suelen ser los que más me interesan. Por otro lado, no concibo la novela negra sin una visión crítica de la sociedad, este género no consiste solo en el juego investigador, también tiene la obligación de ejercer la crítica social, porque sus tramas vienen provocadas casi siempre por aquello que no funciona bien entre nosotros, llámese poder, dinero, política...


—ECP: En un género como el negro, que suele caer en fórmulas universales, tú apuestas por lo cercano, por el caso que podría haberle ocurrido al vecino de enfrente. ¿Crees que el caso narrado con un lugar tan a mano gana fuerza?

 

—APS: De alguna manera creo que el lector se siente más atraído por un caso que le resulte más cercano, que tenga a mano, incluso que haya visto en los medios, y ahí la realidad siempre termina ganándonos la partida. En cualquier caso, el germen de cada investigación surge de confines remotos, aunque siempre hay sugerencias flotando por el ambiente: corrupción, marginación de los mayores, malos tratos, no me digas que no son temas que todos tenemos delante a diario, ahí es cuando llega Gomes y elige el caso en cuestión, y a mí sólo me queda prestarle la pluma.

 

—ECP: Hablemos, por encima, de Gomes y Cía. Son siete relatos como siete son los pecados capitales, o las Bellas Artes o las maravillas del mundo. Gomes viene de la novela, pero aquí ofreces historias más breves. ¿Te lo pedía el personaje o el momento?

 

—APS: Las historias van llegando a su aire, con su cadencia y su contenido, y se almacenan en esos cajones que tenemos en la mente, acomodándose hasta terminar de construirse. Después ya sólo queda valorar si han crecido lo suficiente como para convertirse en una novela o se guardan toda su fuerza para un disparo de distancia más cercana. En muchas ocasiones el secreto consiste en no hacerse demasiadas preguntas, como la que me surge ahora, al hilo de la tuya: ¿alguno de estos relatos podría haber crecido hasta ser una novela? Pues sí, alguno sí; otros, en cambio, nacen y terminan para ese formato más breve, y extenderlos sería hacer algo artificial, forzado. También puede ser cosa del momento, con estos relatos curo el síndrome de abstinencia de una historia más larga de Gomes, esperando el momento en el que volvamos a hipotecarnos a más largo plazo.

 

—ECP: ¿Qué te permite el relato que no te permite la novela?

 

—APS: Esa inmediatez de la que hablaba, el crear la historia en la cabeza de principio a fin, casi incluso con la frase inicial y la final, sabiendo quién ha hecho qué, cómo lo ha hecho y de qué manera Gomes lo va a resolver, si es que lo resuelve. Y eso no significa que no haya un intenso trabajo previo de planificación, personajes, hechos, que lo hay, pero sin dejar el resquicio a otros hilos, como ocurre con la novela. Además, no puedo sustraerme a la pasión por el cuento, siempre la he tenido, como lector y como escritor, porque así empecé en esto de la literatura, y de paso, reivindico también el papel del relato negro, porque no es algo que practiquen muchos de mis compañeros, salvo en alguna antología colectiva. En muchos aspectos sigue siendo el hermano pequeño y olvidado, y eso hay que solucionarlo.

 

—ECP: ¿Hay algún relato de los que hablamos hoy que te haya supuesto un reto, o que haya fluido de forma especial? ¿Alguna historia te dejó más poso que otras?

 

—APS: Bueno, hay dos que han influido un poco más, ‘Cuestión de querer’, porque tiene una base real y por desgracia muy común hoy, como son los malos tratos, y el que cierra el volumen, ‘Cobi 92’, porque con él quise enfrentarme al reto de no tener un narrador, sino armar el relato a base de los testimonios de los propios personajes, y que fuera el lector quien tuviera que reconstruir poco a poco los hechos. En cuanto a lo del poso, cuando terminé la relectura sentí que el primer cuento, ‘Alcolea’, cada vez me resultaba más intenso, imagino que será por el paso del tiempo, cuando el lector lo lea entenderá esta respuesta.

 

—ECP: Volviendo a lo psicológico en Gomes, sabemos que es un tipo cínico, pero que no ha perdido el sentido de la justicia. ¿Dónde está el límite entre el desencanto y el compromiso? ¿Cómo evoluciona a lo largo de los relatos, aprende o se limita a resistir?

 

—APS: Desencanto o compromiso, esa línea es muy tenue, y cada vez se va volviendo más fina, tendrías que preguntarle al propio Gomes, él siempre se compromete hasta el final, eso es cierto, y a veces le sale caro, pero está en su naturaleza, otra cosa es que se vaya desencantando con el ser humano, como creo que nos pasa a todos a medida que vivimos más cosas. Gomes es un resiliente, aunque él renegaría de esa palabra, pero lo cierto es que está hecho para resistir y levantarse aun cuando parece que le hayan dado de verdad, imagino que será por su propia testarudez, en cuanto a lo de aprender, a palos y despacio, pero algo va aprendiendo.


—ECP: La forense Silvia Férez es su contrapunto emocional, ¿qué papel juega en la vida de Gomes?

 

—APS: Un papel mucho más importante de lo que él quisiera reconocer, aunque no es tonto y lo va sabiendo. Hablamos de un hombre con graves carencias emocionales, que arrastra un divorcio peculiar y a quien una mujer austriaca le rompió por dentro. Ha sobrevivido a base de relaciones esporádicas o de sofá y ha seguido solo, hasta que Férez lo encontró en La mano de Midas. Por cierto, que fue un encuentro de dos trenes a punto de descarrilar, porque ella también carga con su mercancía amarga, pero tuvo las cosas más claras que Gomes y se ha convertido en alguien necesario para el detective, aunque el orgullo de este le lleve a veces a negarlo, pero lo hace con la boca pequeña.

 

—ECP: Para ir terminando, una pregunta sobre el proceso de escritura de este libro: ¿qué tal es trabajar con un personaje al que conoces tan bien como Gomes? ¿Cambia algo a la hora de desarrollar nuevas tramas?

 

—APS: Después de tanto tiempo, y de conocernos bastante bien, sabemos de qué pie cojeamos ambos y eso ayuda a que la convivencia sea, al menos, respetuosa. Es un tipo con el que te puedes sentar a tomar una cerveza sin que te haga preguntas absurdas, y así es fácil darle la palabra, porque el tono nunca se pierde. Eso sí, cuando decide que tenemos que trabajar, suele ser bastante impaciente, y yo casi termino por agradecerlo, porque a veces soy un tanto caótico a la hora de ponerme a escribir. Lo que sí he visto gracias a estos relatos es que él está algo cambiado, lo de la edad está generando algunas diferencias en su carácter, así como la ciudad nueva y la relación con Silvia, todo contribuye a provocarle pequeñas modificaciones de conducta. Veremos hasta dónde le lleva eso.


 

—ECP: Gracias, Antonio, por abrirnos las puertas del despacho de Gomes, por recordarnos que tanto la novela como el relato negro siguen siendo un terreno abonado para contar y conocer las zonas grises de la realidad, y también de nosotros mismos. Nos llevamos un libro con siete relatos y un protagonista que, aunque no lleva capa ni espada, sigue luchando contra lo que no debería permitirse.


https://elcoloquiodelosperros.weebly.com/entrevistas/antonio-parra-sanz2188198?fbclid=IwY2xjawLHGCBleHRuA2FlbQIxMQBicmlkETAzUUZhYzJFN0tvMjdoaWRsAR7kg6FG5hbH5pwPT13PG3TWbiZTSNi6MMWu0Q6GCr04pIXVWPOzUAcmXR0MAQ_aem_M9YfSVoMMcTK4dcr0nRPEw

miércoles, 18 de junio de 2025

GOMES Y CÍA EN LECTURAS ILETRADAS

 Mi agradecimiento a Basilio Pujante por la lectura que ha hecho de estos relatos.


Gomes y Cía - Antonio Parra Sanz



 Gomes y cía, Antonio Parra Sanz, MAR editor, 2025, 168 páginas. 


En un género tan estandarizado como es la novela negra, es complicado ofrecer algo diferente, algo que satisfaga a los lectores pero que, simultáneamente, los sorprenda. Antonio Parra Sanz, experto en el género tanto desde su faceta como organizador de Cartagena Negra, como en sus críticas literarias como en sus novelas, lo hace en este libro optando por un formato poco habitual en este tipo de historias: el relato. Así, en vez de ofrecernos una novela que desarrolle un nuevo caso de Gomes, el descreído detective madrileño afincado en Cartagena, opta por multiplicar por siete los enredos que debe desentrañar en otros tantos cuentos. 

La extensión de los textos marcan lo que nos vamos a encontrar en el libro: investigaciones sobre desapariciones o comportamientos sospechosos de un familiar que se resuelven de manera mucho más directa que lo hacen en una novela negra, que adolecen a menudo de un exceso de giros en la trama y pistas que resultan falsas y que a menudo van en detrimento de su lectura. Aquí, sin embargo, se mantiene el protagonista arquetípico del género: un detective duro pero con buen corazón, bebedor (de vodka), con un pasado turbio, una relación sentimental con demasiados altibajos (con la forense Silvia) y con una colaboración no exenta de desconfianza con la policía (con el inspector Inglés). A ello le sumaremos un variopinto desfile de personajes que a menudo circulan por los bajos fondos cartageneros, la ciudad que sirve de telón de fondo de los siete relatos y que se convierte en una de las protagonistas del libro. 

En la mayoría de relatos se sigue también la estructura habitual del género: Gomes se hace cargo de un caso y va narrando en primera persona su investigación hasta hallar al responsable de un asesinato, a la persona desaparecida o el misterio sobre el que se quiere arrojar luz. Todo ello con la habitual solvencia de Antonio Parra Sanz y con la brevedad que impone el cuento que obliga a dejar de un lado las historias secundarias. El único que se aparta de este modelo es el último, ‘Cobi 92’, en el que Gomes no es el narrador sino que conocemos la historia a través de varios testigos o de las conversaciones de los personajes. 

Existe, aunque estemos ante siete relatos independientes, una estructura interna que recorre todo el libro gracias a varios elementos que se van repitiendo. A aspectos ya citados como el protagonismo de Gomes, la temática de las historias o el escenario cartagenero, podemos añadir la importancia que tienen varios personajes secundarios, especialmente Silvia y el inspector Inglés pero también la madame Aurori o el portero Arturo, que van apareciendo en varios de los relatos y protagonizan el último. Además, se observa una evolución temporal de los acontecimientos desde el primer y último relato marcados por la inminencia de la pandemia en las primeras páginas y la desescalada que se cita más adelante. 

Parra Sanz nos ofrece una manera diferente de acercarse al género del relato de detectives a través del cuento, brevísimo en el caso de ‘Un recado muy especial’ de solo tres páginas, con historias sobre malos tratos, desapariciones, homicidios, tráfico de drogas o agresiones.


https://lecturasiletradas.blogspot.com/2025/06/gomes-y-cia-antonio-parra-sanz.html

miércoles, 21 de mayo de 2025

GOMES Y CÍA EN EL QUINTO LIBRO

 

Reseña del libro de relatos Gomes y Cía, de Antonio Parra Sanz, por Jesús Boluda del Toro

 Sinopsis de Gomes y Cía


    Gomes es un detective cincuentón llegado a Cartagena desde Madrid, cínico, desencantado, que cayó en el oficio de rebote. Detective negro en la más pura tradición, acepta casos que no son una bicoca y que cuestionan sus principios. Cabezón e independiente, comprende que nadie sobrevive solo, y construye una peculiar familia junto a la forense Silvia Férez.
    Se reúnen aquí 7 historias negras de Gomes; comenzando en Alcolea por la agresión a un banderillero retirado, con cuya familia y amigos tendrá que lidiar el detective, averiguando algunos secretos inconfesables. En Noches húmedas las sospechas de unos más que probables cuernos ponen a Gomes tras los pasos de un concejal putero; todo explota cuando el cadáver del edil aparezca desnudo en un descampado. En Un recado muy especial un caso de celos se complica con el atractivo de un dinero fácil. Una amiga de Silvia desconfía del marido de su hermana y ambas convencen a Gomes para que demuestre unos malos tratos que ellas dan por seguros en Cuestión de querer. En Tiempo de mareas el entrenador del FC Cartagena busca a su hija y contrata a Gomes mientras sobre la ciudad planea la sombra de varias jóvenes asesinadas junto a la Muralla del Mar. Un piloto de avioneta desaparece en medio de las mayores lluvias que se recuerdan en la ciudad; su jefe, empresario turístico, requiere los servicios de Gomes para encontrarle en Todos los días sale el sol. Y en Cobi 92 Gomes aparece en Urgencias, drogado y casi en coma; algo une su historia con la desaparición del portero de La Bámbola, un famoso club de alterne de la ciudad.

Crítica de Gomes y Cía

Gomes y Cía. Siete relatos, siete fogonazos de una realidad oscura

    Volver a encontrarte con Sergio Gomes es como cruzar un umbral oxidado que da a una oficina sin ventanas. Es volver a un modo de narrar sin alardes. Aquí no hay poses ni artificios: hay mirada, hay tacto, hay oficio. Son casos que dejan marca, miradas que ya han visto demasiado y una ciudad que no es capaz de disimular algunas de sus costuras. En Gomes y Cía, (por aquí os dejo la web de su editorial), Antonio Parra Sanz no ofrece una simple galería de casos, sino un conjunto de relatos que parten del desencanto, pero no caen en el cinismo. Siete historias que no buscan impresionar, sino incomodar. No para provocar, sino para revelar.

Gomes: el detective sin método, pero con principios

    El detective Sergio Gomes no responde al arquetipo clásico. No es brillante ni metódico, al menos de cara al lector. No lo mueve el afán de justicia ni una voluntad reformista. Lo mueve el deber, o quizás el hábito. Se mantiene en pie porque todavía no ha aprendido a hacer otra cosa.

    Antonio Parra tampoco lo envuelve en épica. Lo dibuja con un trazo contenido, casi en sordina. No hay monólogos interiores ni revelaciones redentoras. Gomes observa, calcula, a veces se arriesga. Tiene una manera de estar en el mundo que no exige protagonismo. Su fuerza está en la persistencia, en esa obstinación callada del que ha asumido que no va a cambiar las cosas, pero sigue dispuesto a mirar de frente.

    No hay psicología explicativa, y se agradece. El personaje se impone desde la acción. No necesita justificarse. No evoluciona, tampoco se quiebra. Lo que hace es resistir. Y, en ese gesto, el lector encuentra una forma de dignidad poco frecuente en los relatos del género.

Cartagena no es escenario, es personaje principal

    La ciudad que atraviesa Gomes no es un decorado. Es un cuerpo curtido, con cicatrices. Es un personaje más. Lugares que hacen dudar al cartagenero de toda la vida si son reales o inventadas. Olor a salitre entre las páginas, esquinas sin nombre, portales que guardan más secretos que buzones. Cartagena aparece en estos relatos como un personaje más, con su dignidad, su ironía de barrio y su crudeza sin filtro. Y en esa realidad agrisada radica su fuerza literaria.

    Cada relato es una excusa para asomarse al abismo cotidiano: un caso de celos, un encargo con trampa, una deuda que alguien decidió saldar por su cuenta. Pero el verdadero núcleo no es el caso, sino la mirada. Y Gomes —ese detective que ya no se sorprende de nada, pero no ha dejado de indignarse— es el filtro perfecto para mirar lo que otros no quieren ver.

Siete historias, una sola pulsión: resistir

  Si nos ponemos formales para escribir sobre el contenido, Gomes y Cía. se articula como un volumen de relatos, pero lo que vertebra el conjunto es la persistencia del personaje. Gomes no cambia. Y ese punto es la piedra angular. No se transforma ni evoluciona como dicta el manual. Resiste, se desgasta, pero no cede. Esa tozudez ética —que no necesita discursos ni pancartas— convierte cada historia en una pequeña victoria contra la enormidad que parece envolverlo y controlarlo todo.

    La prosa de Antonio Parra renuncia a cualquier tipo de fuegos de artificio. Es directa, seca, precisa. Cada frase está escrita con el derecho a estar ahí. No hay adornos innecesarios. Hay ritmo, oído y una contención admirable. Parra sabe cuándo cortar una escena, cuándo dejar un diálogo colgando, cuándo poner el punto final y alejarse sin mirar atrás.

Personajes que importan aunque solo aparezcan una vez

    A Gomes lo acompañan, en cada historia, figuras que a veces no llegan ni a la siguiente página, pero que se quedan en la memoria. Desde la forense Silvia Férez —único faro emocional del protagonista— hasta jueces, policías o simples ciudadanos que traen su propio dilema a cuestas. No hay secundarios de cartón: todos arrastran su parte de sombra, todos tienen una grieta desde la que se les puede mirar.

    Parra se permite incluso guiños al lector avezado, introduciendo personajes inspirados en amigos, colegas de profesión o autores del gremio, sin que eso reste densidad ni seriedad al conjunto. Al contrario: humaniza el proceso. Juega, pero no trivializa.

Una despedida sin redención

    Gomes y Cía es una obra donde no hay moraleja ni redención. Lo que propone es una lectura que raspa, que obliga a detenerse, a asumir que detrás de cada relato hay una incomodidad larvada, una fisura que no cierra. Los casos terminan, pero la pregunta persiste. No hay trampa emocional ni cierre catártico: solo un silencio que se queda pegado al pensamiento. Es un libro que puede llegar a incomodar al mismo tiempo que su lectura reconforta por la calidad. Parra logra la misión del que planta sus relatos como quien deja una nota bajo la puerta. Leerlo es como escuchar una confidencia a media voz, justo antes de que se marche el último tren.

    Leer a Sergio Gomes no te va a resolver la vida. Pero puede ayudarte a entenderla con otra luz, desde el margen. Y eso, hoy en día, es ya una forma de consuelo.

Datos de Gomes y Cía

  • Título: Gomes y Cía
  • Autor: Antonio Parra Sanz
  • Editorial: M.A.R. Editor
  • Año: 2025
  • Género: Relatos
  • Páginas: 168 páginas
https://www.elquintolibro.es/2025/05/resena-de-gomes-y-cia/?fbclid=IwY2xjawKbJl5leHRuA2FlbQIxMQBicmlkETBQQnl1cGZkbm0wTFpXZU84AR6k5sMC8n1szSAG8CXsjoAQV35IdtNh782Kp9gYzJrv7xg-4JUTJM0_VYH0iA_aem_CuUFOpssbVCIy3ngL1DM_w