EL
REGRESO DE SOFÍA LUNA
El género negro español
estará de enhorabuena mientras cuente con novelas como ésta, y con autores como
Antonio Mercero.
Nos
presentó Antonio Mercero en su anterior novela (El final del hombre) a uno de esos personajes que están llamados a
permanecer en el imaginario colectivo de los lectores, máxime si se trata de
aficionados a la novela negra. Y es que el caso del cambio de sexo de Carlos
Luna, ahora convertido en Sofía Luna, fue un bombazo de originalidad en el
género, pero no por el hecho en sí, más bien por la manera tan natural con la
que el autor ha sido capaz de imbricarlo en las correspondientes tramas
criminales, y en el ambiente de la comisaría donde Luna y sus compañeros
desempeñan su trabajo.
El
desafío creció con el anuncio de la segunda entrega, y las expectativas se han
visto más que cumplidas, la recién estrenada inspectora Sofía Luna, un año
después de su intervención, se enfrenta a un asesino en serie que mata turistas
japonesas en Madrid, nada menos que jóvenes asexuales, lo que complica aún más
la investigación, y por si eso fuera poco, Sofía además ve cómo su padre es
acusado de asesinato. Manejar esas dos tramas supone un reto para el autor
madrileño, reto del que sale airoso, claro que no es de extrañar, puesto que
cuenta con la inestimable ayuda de un elenco de personajes que no hacen más que
agrandar la trama, la novela y hasta la figura de la propia Sofía.
Y
como tales hay que destacarlos, la comprensiva exmujer, el hijo que no acababa
de entender a su padre, la compañera y antigua amante que aún anda descolocada,
el intransigente superior, el compañero más cerril que de pronto se vuelve medianamente
tolerante. Y por encima de ellos, una trama en la que el sexo y la falta de él
tienen una importancia capital en el desarrollo de la misma, y en la que hay
algunas figuras impagables, como la hija del embajador japonés y su manera de entender la noche madrileña.
Hablamos
por tanto, de una novela negra llena de matices, que va más allá de la sólida
trama, en la que el personaje se yergue por encima de la misma y en la que las
voces corales le dan al texto un valor añadido al que el lector no puede
sustraerse. Con obras así, el género es capaz de tumbar a las voces más
críticas, y es que el noir español seguirá de enhorabuena mientras contemos con
personajes como éste, y con narraciones vertiginosas que llevan al lector en
volandas en cada página. Desde ahora mismo estamos esperando la siguiente
entrega de la serie.
‘EL
CASO DE LAS JAPONESAS MUERTAS’.
Antonio Mercero.
Alfaguara Negra. Madrid,
2018. 353 págs. 18’90 euros.
(LA VERDAD, "ABABOL", 17/11/2018)
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