EJERCICIO DE MEMORIA
Muchas son
las maneras de contar una historia en el marco de la Guerra Civil, estamos
quizá un poco cansados incluso de ellas, porque las hemos visto de todos los
colores, parciales, dogmáticas, tendenciosas, románticas, ciegas, sesgadas,
blancas… De ahí que cuando nos topemos con una novela que no se significa, que
cuenta las cosas tal y como fueron, y que se hace eco del dolor, la necesidad,
los ideales y los sentimientos de las personas, no tengamos más remedio que
alegrarnos y celebrarlo.
Alegrarnos y
disfrutar como lo hacemos de la mano de Fernando Da Casa, mientras nos cuenta
las andanzas de cuatro familias, alguno de cuyos frutos se entrelazarán a lo
largo de los tiempos previos a la guerra, durante la confrontación y también en
los años duros de una de las posguerras más largas de la Historia. Y no es
baladí reconocerlo, sino justo, porque con esas lentejas universales del
título, que aparecen de manera recurrente en la novela, se conjugaba el hambre
pero también los sueños, las injusticias cometidas a uno y otro lado de las
banderas, y hasta las esperanzas que eran capaces de brotar desde el pasado más
oscuro, desde el agujero de terror dejado por cualquier obús.
Hay quien
podrá decir que quizá se pasa de puntillas sobre el conflicto propiamente
dicho, pero es que la intención del autor no era ésa, era la de mostrar cómo
esos años marcaron las almas de los españoles, de los que mataron, de los que
murieron, los que quedaron, los que lograron escapar, los que sobrevivieron sin
sufrir y los que sufrieron la supervivencia. Una lección que muchos deberían
aprender, sobre todo aquellos que se empeñan en que las heridas no se cierren,
haciéndonos creer que con vendas provisionales podríamos aguantar otros
cuarenta o cincuenta años. Hay que darle las gracias a Fernando Da Casa por
este ejercicio de cordura humana.
‘LAS
LENTEJAS DE LA GUERRA’
Fernando Da Casa.
Dokusou. Murcia 2019. 342 págs. 17 euros.
(LA VERDAD, "ABABOL", 26/10/2019)
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