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domingo, 27 de febrero de 2022

EL QUINTO LIBRO SOBRE LOS MUERTOS DE LAS GUERRAS...

 

Reseña de la novela Los muertos de las guerras tienen los pies descalzos, por Víctor Mirete

Sinopsis

    Samuel Alonso y Sergio Gomes, dos detectives uniendo sus fuerzas en un caso complejo y lleno de sorpresas.

    La investigación de ambos detectives privados les llevará a codearse con mafiosos locales y políticos corruptos, pasear por hogares desestructurados y vislumbrar sueños utópicos hasta llegar al Delfín Blanco, una especie de sociedad secreta de jóvenes con un desconocido propósito e inquietantes sensaciones?

    Los detectives Samuel Alonso y Sergio Gomes se fuman un mismo caso

‘Somos los que se preocupan por aquellos que no tienen gente que se preocupe por ellos’.

    Samuel Alonso y Sergio Gomes. Hablar de estos dos interfectos es hablar de dos seres tan singulares como plurales. Una suerte de detectives, de almas errantes, de almas gemelas tan distintas como similares; y no entre ellos sino también con nosotros mismos, pues sin duda cualquiera que sea el lector que se adentre en la vida de estos personajes, verá en ellos muchas cosas de él mismo. Cosas que es, que haría, que diría, que pensaría.

    Ese es el secreto para que los personajes que nacen de la mente de un escritor se conviertan en personas reales y narren verdades, aunque sean ficciones. Samuel y Sergio. Ambos se han encontrado por primera vez, aunque probablemente hayan ido de la mano mucho tiempo antes. Lo que no cabe duda es que, como diría aquella película: ‘CREO QUE ÉSTE ES EL COMIENZO DE UNA HERMOSA AMISTAD’.

    ¿Qué cómo los definiría yo? Pues me remito a un par de textos de la propia novela.

Samuel Alonso:

‘Te tengo por un buen tío, y has demostrado varias veces que también eres un buen investigador, pero la mayoría del tiempo eres un gilipollas’

Sergio Gomes:

‘Somos dos adultos que sabemos lo que hacemos. Bueno, al menos uno, porque el otro parece que no lo tiene claro’.

    En tanto a lo que atañe a los escritores (Antonio Parra y Alfonso Gutiérrez Caro), si es que podemos diferenciarlos de sus creaciones, se nota a raudales su respeto, no sólo del uno por el otro, sino por el lenguaje, por el castellano y por la prosa. Dos métodos distintos de expresión que parecen funcionar a la perfección, como dos voces distintas en un dúo de éxito musical (Ella ya no baila sola).

    Uno más descriptivo, otro más directo; uno más frugal, otro más catedrático; uno más emocional, otro más caustico. Sin embargo, hay algo de lo que gozan ambas voces narrativas. La amabilidad y la diligencia con la que escriben; amén del sutil sarcasmo que recorre cada diálogo y texto de esta obra sutilmente tensa y crítica.

    Ambos literatos tienen ese no sé qué, que qué sé yo para imbuirte en sus historias, para hacer que tu entorno carezca de realidad, porque la realidad es lo que ellos están relatándote. Eso lo tienen muy pocos, o quizá muchos, pero ellos lo tienen. Los muertos de las guerras tienen los pies descalzos lo tiene.

    Otro factor determinante en la obra de esos dos señores es su influencia Noir. Los patrones de los clásicos del género están presentes. Los dominan, lo demuestran y lo homenajean. Esta, es sin duda una novela de detectives, con todo su ritual, estructura y atmósfera. Sin embargo tiene la frescura y expansión propia de dos tipos que saben actualizar la narrativa a los tiempos, sin perder de vista el aroma que todo lector del género debería tener siempre presente.

  Pero no sólo de la novela negra de nutren estos dos partners literarios, sino de la música, el cine y la vida. Numerosas referencias y guiños que además se ven refrendados con ciertos personajes inspirados o directamente robados de sus propias vidas. Amigos y, por qué no decirlo, enemigos que han pasado a la eternidad de alguna forma en esta obra gracias a la generosidad de Alfonso y Antonio, Antonio y Alfonso.

«Más allá de la carretera las sombras de Vic y Boluda se acercaban, sin prisa pero sin pausa».

    El diálogo y la primera persona. El buen uso de ambas armas narrativas está muy activo en esta obra. Nos consiguen hacer parte de la historia con su ágil, dinámico y preciso uso. Hay diálogos que no se leen, se escuchan. Son tan de verdad, que es difícil pensar que hayan sido escritos y no grabados de viva voz.

«—A lo mejor hacen hamburguesas con los cojones de capullines imberbes…»

    Quizá parezca un caso liviano, una búsqueda de dos adolescentes desaparecidos para dos tipos que han dado caza a asesinos y voladores, pero nada más lejos de la realidad. Como diría Maquiavelo, que el hombre tenía mala hostia pero acertaba a menudo: ‘Los hombres son tan simples y se sujetan a la necesidad en tanto grado, que el que engaña con arte halla siempre gente que se deja engañar’.

    Sea como fuere, esta andanza detectivesca y literaria servirá no sólo para descubrir qué y quién se esconde tras la organización criminal El delfín blanco, sino para adentrarnos en la vida de Samuel y Sergio; para conocerles más y tal vez para que ellos se conozcan un poco más a sí mismos.

https://www.elquintolibro.es/2022/02/5610/?fbclid=IwAR2H_PNz9LfwDA16hN30GfMoD-zIewt0icGxAJ-G2_9XDYGbaSK1iG1RjXQ

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