ESENCIA CLÁSICA
Con tanto subgénero como hay en la
novela negra, encontrarse con una voz clásica y potente, sin tapujos de
modernidades ni nuevas corrientes, es un placer que no nos proporcionan muchos
autores. Así que cuando abrimos las páginas de Alejandro Gallo, a los pocos
minutos sabemos que estamos delante de alguien que no va a claudicar ante modas
o tendencias, primero porque no le da la real gana, y segundo porque no le hace
ninguna falta.
Alejandro, que lleva su buena
experiencia a cuestas, no es ningún “thrillero”, como diría Mariano Sánchez
Soler, sino que se mueve entre los parámetros de quien ha leído mucha novela
negra y sabe ser respetuoso con sus cánones. Sólo si entendemos ese punto de
partida disfrutaremos de verdad de este comisario Gorgonio, zumbón, fumador,
malhablado y directo, muy directo siempre, lo cual es una ventaja que los
lectores no tenemos más remedio que agradecer.
Gorgonio está al borde la jubilación,
tiene un jefe un tanto déspota pero que conoce muy bien sus virtudes, y un
equipo alrededor en el que hay un subordinado fiel con la mano y el puño siempre
dispuestos, una policía con la que comparte algo más que casos, y un forense
con el que se pelea día sí y día también, amén de un esporádico colaborador de
orígenes galaicoportugueses que parece encarnar el futuro. Fuera de lo
profesional, hay también huellas indelebles, el padre que se ha puesto a
escribir en la residencia y a venderle su libro a cualquiera, y sobre todo el
hijo treintañero que, digamos, es la quintaesencia del nini, por ser un poco generosos
con él…, cuando le conozcan lo entenderán.

En este volumen que nos regala Reino
de Cordelia encontramos once casos muy peculiares, que llevan a Gorgonio a
visitar Estados Unidos y Argentina, con los consiguientes choques culturales y
costumbristas, pero que también le mueven por diversos lugares patrios,
incluida la Asturias que su autor tan bien conoce. Y son casos que oscilan
siempre entre la brevedad y el atractivo de la investigación, porque Alejandro
Gallo tampoco renuncia a ese concepto tan propio del género, sobre todo en sus
orígenes, de la novela breve.
Así que prepárense para disfrutar de
un personaje que vale su peso en oro, y flaco precisamente no está, se lo
aseguro, un tipo que derrocha un humor tan ácido como ocurrente, y que tiene un
ojo clínico que ya quisieran muchos. Los mimbres más clásicos del género están
en buenas manos cuando es Alejandro Gallo quien se pone a la faena de escribir.
Loores para Gorgonio y los suyos.
‘Gorgonio, comisario emérito’.
Alejandro M.
Gallo
Reino de
Cordelia. Madrid 2023.
625 páginas.
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