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sábado, 8 de diciembre de 2012

AL OESTE DEL SANCTI SPÍRITUS


Rezumando metal

            Dicen algunas voces que Dionisio Martínez ha trazado esta novela con tintes faulknerianos, y puede que tengan razón, pero adaptándolos a la idiosincrasia española y a la que predomina en La Unión y su Sierra Minera. Esta historia es mucho más que una herencia, tiene latido propio desde el mal y los odios hasta la última de sus reyertas, pero también tiene el compromiso y la fidelidad de Espinosa parta impedir que el tiempo entierre su memoria.

            Acaso sea una de las primeras veces, salvando al gran Asensio Sáez, en las que las estribaciones mineras de La Unión se transmutan en un universo narrativo poderoso, árido y salvaje, y para ello había que recurrir al siglo XIX, cuando una veta cambiaba de manos con suma rapidez en cuanto su propietario se alejaba de ella, aunque fuera para registrarla como suya. Entonces la vida se depreciaba, los rencores escapaban de las pieles y las órdenes del General eran misas latinas ante las que nadie osaba rebelarse.

            El aire serrano se vuelve asfixiante, los burdeles están llenos de trampas, bajo las camas de La Manca puede aguardar una navaja infiel, una escopeta adúltera que reordene el caos universal a su antojo. Ante tamaños desmanes, un niño no puede hacer otra cosa que huir, refugiarse en el norte de África y alimentar los deseos de venganza durante años.

            Porque ni las canas pueden tapar el ansia de justicia, sólo un cuerpo de mujer tal vez sea capaz de atemperarlo, pero antes el metal debe rezumar sangre por los poros de la tierra explotada por ingleses, oportunistas y militares, por los montes agrestes a los que había que arrancarles sus corazones a golpe de barreno. Y barrenazos son los que propina Dionisio Martínez con una escritura escueta y dura, como la propia tierra, y en la que caben muy pocos rincones para la ternura.


Al oeste del Sancti Spíritus. Dionisio Martínez.
Editorial: Huerga y Fierro. Madrid, 2012. 248 páginas.
(LA VERDAD, ABABOL, 1/12/2012)

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