DE NUEVO DIANA DÁVILA
Si un policía acepta un trabajo
externo puede deberse a varios motivos, uno lógicamente sería monetario, pero
el otro puede responder a la necesidad de seguir sintiéndose policía, y ése
parece ser el que empuja a Manuel Hernández a emprender la búsqueda de un
particular edición del Fausto de
Goethe, muy valorada por su propietario. Lo que no sabía el inspector es que
esa búsqueda le traería la muerte.
Esteban Navarro sienta muy bien las
bases de esta novela, la cuarta de la serie de Diana Dávila, y gracias a esas
bases la trama avanzará después con un ritmo constante, desvelando incógnitas y
soluciones en una cadencia que, si bien no aprieta en exceso el acelerador,
tampoco le permite al lector abandonar la calzada de la lectura. Diana se ve
sacudida por esa muerte y no acaba de encajar el golpe, de ahí cierta frialdad
que se aprecia en su regreso a Huesca, puede que por el hecho de la celeridad
con la que se ha de llevar la investigación, puede que por el propio viaje. El
caso es que uno echa de menos algo más de sentimiento por su parte, sabemos que
es dura, firme, pero también sabemos que es humana y no le vendría mal
mostrarse un poco más emotiva.
Sentimentalismos aparte, la cuestión
técnica, tanto narrativa como policial, va como un reloj, como es habitual en
Esteban Navarro, entrando con bastante naturalidad en la colaboración entre la
Policía Nacional y la Guardia Civil, mostrando los procedimientos en toda su
extensión y pulcritud, y llamando a todo por su nombre.
Las cuatro jóvenes aspirantes a
brujas, relacionadas con la muerte del inspector, son un desafío para cualquier
investigador, y en el interrogatorio de las cuatro Esteban Navarro roza la
maestría. Que continúe la serie.
'LA MARCA DEL PENTÁGONO'. Esteban Navarro
Amazon. 2017. 244 págs.
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