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viernes, 14 de marzo de 2025

ROSA HUERTAS EN LOS JUEVES LITERARIOS

 

ES IMPRESCINDIBLE RECUPERAR LA FIGURA DE MUCHAS MUJERES OLVIDADAS

 

Si hubiera que buscar un motivo que justificara por sí solo la escritura de esta nueva novela de Rosa Huertas, sería ése: la necesidad, y hasta la urgencia, de que nuestra Historia repare tantas injusticias como ha cometido con las mujeres a lo largo de los siglos, incluso, como ocurre en esta obra, en aquellos tiempos que supuestamente estaban llamados a ser las luminarias de un nuevo progreso.

 

Una de esas mujeres, Carmen de Burgos, también conocida como Colombine, es la protagonista de La guardiana de secretos, junto a su hermana Ketty, verdadera valedora y memoria de una mujer incansable que escribió teatro, poesía, recetarios, novelas, columnas de prensa, y que tuvo que hacerse oír el doble que la mayoría de los hombres, incluso más que aquellos dos que incidieron en su vida de manera muy determinante, Rafael Cansinos Assens y Ramón Gómez de la Serna.

 

Rosa Huertas justificó también la escritura de la novela aludiendo a una especie de destino que la había obligado a seguir adelante, regalándole libros de la citada Colombine encontrados en el otro extremo del mundo, o incluso mostrándole cómo su hermana llegó a residir en nuestra Cartagena. Una serie de casualidades o juegos del azar que han empujado a la autora a la redacción de este texto.

 

Sobre ello habló la autora ante un abarrotado Museo del Teatro Romano, y desgranó lo que fue el proceso de documentación, la voluntad de contar lo que muchísima gente nunca supo de una mujer muy especial (de dos, en realidad), y de la hermana que la sostuvo en muchas de sus actividades. Carmen de Burgos fue, entre otras cosas, la primera mujer que ejerció (aunque oficiosamente) como corresponsal de guerra, la organizadora de una tertulia a la que quien deseara ser alguien en el Madrid de la época no podía faltar, y una autora con una agudeza especial, sin duda necesaria a la hora de intentar vencer ese oscurantismo machista que sobrevolaba lo literario incluso en los años de la bohemia.

 

Un libro lleno de rigor histórico pero también con sus rincones de ficción, la historia de dos vidas que apenas pudieron separarse, mostrando una vez más la fuerza de la solidaridad femenina. Carmen de Burgos, cuya obra fue prohibida durante el franquismo, ve ahora cómo alguien se convierte en su valedora, transmitiendo su legado en una novela que a ratos es como una maleta llena de esperanzas.

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