ES IMPRESCINDIBLE RECUPERAR LA FIGURA DE MUCHAS MUJERES
OLVIDADAS
Si hubiera que buscar un motivo que justificara por sí solo
la escritura de esta nueva novela de Rosa Huertas, sería ése: la necesidad, y
hasta la urgencia, de que nuestra Historia repare tantas injusticias como ha
cometido con las mujeres a lo largo de los siglos, incluso, como ocurre en esta
obra, en aquellos tiempos que supuestamente estaban llamados a ser las
luminarias de un nuevo progreso.
Una de esas mujeres, Carmen de Burgos, también conocida como
Colombine, es la protagonista de La
guardiana de secretos, junto a su hermana Ketty, verdadera valedora y
memoria de una mujer incansable que escribió teatro, poesía, recetarios,
novelas, columnas de prensa, y que tuvo que hacerse oír el doble que la mayoría
de los hombres, incluso más que aquellos dos que incidieron en su vida de
manera muy determinante, Rafael Cansinos Assens y Ramón Gómez de la Serna.
Rosa Huertas justificó también la escritura de la novela
aludiendo a una especie de destino que la había obligado a seguir adelante,
regalándole libros de la citada Colombine encontrados en el otro extremo del
mundo, o incluso mostrándole cómo su hermana llegó a residir en nuestra
Cartagena. Una serie de casualidades o juegos del azar que han empujado a la
autora a la redacción de este texto.

Sobre ello habló la autora ante un abarrotado Museo del
Teatro Romano, y desgranó lo que fue el proceso de documentación, la voluntad
de contar lo que muchísima gente nunca supo de una mujer muy especial (de dos,
en realidad), y de la hermana que la sostuvo en muchas de sus actividades.
Carmen de Burgos fue, entre otras cosas, la primera mujer que ejerció (aunque
oficiosamente) como corresponsal de guerra, la organizadora de una tertulia a
la que quien deseara ser alguien en el Madrid de la época no podía faltar, y
una autora con una agudeza especial, sin duda necesaria a la hora de intentar
vencer ese oscurantismo machista que sobrevolaba lo literario incluso en los
años de la bohemia.

Un libro lleno de rigor histórico pero también con sus
rincones de ficción, la historia de dos vidas que apenas pudieron separarse,
mostrando una vez más la fuerza de la solidaridad femenina. Carmen de Burgos,
cuya obra fue prohibida durante el franquismo, ve ahora cómo alguien se
convierte en su valedora, transmitiendo su legado en una novela que a ratos es
como una maleta llena de esperanzas.
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