Viaje a la memoria
Con
ese destino arranca de Madrid Daniel, fotógrafo y columnista de prensa en la
capital en los inquietos años de la transición, impulsado por la última carta
de un padre al que creía muerto hacía unos cuantos años. Manuel Pérez Recio
compone una novela en la que los testimonios tienen un papel fundamental,
porque le irán descubriendo la figura de un hombre que distaba mucho de ser como
a él le habían hecho recordar.
Acompañado
por la pequeña Ángela, una hija que sobrevive a la tajante separación de sus padres,
y por el irascible Pablo, albacea y compañero de andanzas de su padre, poco a
poco averiguará cuál fue el papel de aquél al que llamaban El Lobo en los
primeros años de la posguerra, cuando unos cuantos irredentos se echaron al
monte y no se resignaron a dejar de luchar contra la tiranía. En un pequeño
pueblo cercano al Pirineo oscense se esconden todos los secretos que Daniel
tendrá que desentrañar, los referidos a su padre y a su última misión, los de
una niña que desapareció en la montaña varios años atrás, y los de un corazón
que trata de hallar un nuevo ser en el que volcar sus latidos.
Una
novela en la que Manuel Pérez Recio demuestra que nunca las cosas son como
parecen, en la que rezuman sus mimbres de narrador, con una prosa fluida que
nos llevará hasta su final casi sin darnos cuenta, justo como él quiere antes
de abrirnos, una vez más, los ojos.
Piel de lobo. Manuel Pérez Recio
Edn, 2013. 355 páginas.
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