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domingo, 23 de abril de 2017

PROGRAMA DOBLE - LOS TRAMPOSOS

LOS TRAMPOSOS
 
            Acabo de alquilarme un autobús. Tenía que decirlo. He intentado mantenerlo en secreto pero ya no puedo más, que se vayan preparando todos aquellos que me miren por encima del hombro, aquellos que no coman, lean, voten, amen o piensen lo que yo, porque lo voy a decorar convenientemente y me voy a echar a las carreteras y ciudades españolas para poner a cada uno en su sitio. A ver si yo no voy a tener derecho a tunear mi vehículo como quiera y a colocarle mi mensaje más honrado, sentido y justo por encima de todo en cualquiera de sus laterales. Hay chapa para rato y seguro que destinatarios también.

            En 1959, Pedro Lazaga filmaba las triquiñuelas de Virgilio y Paco, que de vez en cuando visitaban alguna “ciudad castellana enrejada” para expiar sus andanzas. En una de esas salidas hacia adelante, crearon VIRPA EXPRESS, y con un par de autobuses robaban turistas a otras agencias para regalarles verdaderos recorridos folklóricos por cementerios, tabernas y demás localizaciones típicamente hispánicas. Y no les fue mal, que hasta la empresa rival terminaba por absorberlos para sacar el ingenio de Tony Leblanc y Antonio Ozores del mercado turístico.

            Así que ya saben, espero que los de HazteOír.org me hagan una oferta, o los del autobús morado ese que habla de oscuras tramas. Vamos, bagatelas al lado del que pienso decorar. Tengo trabajando en él a dos ingenieros telemáticos de la Universidad de Wisconsin, de forma que le vamos a instalar un sensor camaleónico para que cambie la decoración a medida que en nuestros viajes nos vayamos encontrando colectivos o individuos poco deseables.

            Que pasamos cerca del Congreso, ilustramos con el símbolo del dólar, si nos coge un semáforo ante un banco la palabra desahucio se perfilará con unos colores fosforescentes, que nos da por ir a Cataluña, perfilaremos un buen jamón ibérico con forma de constitución, si llegamos a Sevilla lo teñiremos de olivos. Al paso por el Bernabéu se coloreará de rojiblanco, y ante el Calderón de blanco refulgente. Si paramos en la carnicería de mi barrio saldrá el color verde vegano y cuando estemos ante un McDonald’s la foto de una paella gigantesca les afeará la existencia a los hamburgueseros. Por supuesto, al paso de la sede de cada partido, pondremos los colores del contrario, o de todos los contrarios, será por dinero y mala baba…

            El caso es denunciar a todo bicho viviente y recuperar la esencia de la protesta, porque quien tiene un autobús tiene siempre la razón, sólo faltaría, y como tal nos lo tienen que reconocer, sobre todo ahora que estamos sindicándonos para crear la SAETA (Señalar Al Enemigo Tuneando Autobuses). A ver quién es el guapo que nos tose, la razón está de nuestra parte siempre, y el que no esté con nosotros, estará contra nosotros, así que se puede preparar porque los ingenieros de Wisconsin son incansables y le diseñarán su correspondiente amenaza.


            Ah, y como encontremos por ahí a esos que quieren defender la corriente nueva del cordurismo, que se den por atropellados, con ellos no gastaremos ni pintura ni ingenio. Hasta ahí podríamos llegar. Hale, todos a tunear o aténganse a las consecuencias.




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