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viernes, 18 de julio de 2025

LAS HERMANAS COLORADAS - FRANCISCO GARCÍA PAVÓN

Reseña de Las hermanas coloradas, de Francisco García Pavón, por Antonio Parra Sanz

Sinopsis del libro Las hermanas coloradas, de Francisco García Pavón

Las hermanas coloradas gira en torno a dos curiosos personajes femeninos: dos mujeres pelirrojas, sesentonas y solteras, hijas de un antiguo notario de Tomelloso y afincadas en Madrid, reciben una misteriosa llamada telefónica y salen de su domicilio precipitadamente para desaparecer en un taxi sin dejar ningún rastro. Este es el leit motiv que despierta a Manuel González, alias Plinio, padre de familia y avezado investigador debe hacerse cargo del enigmático suceso. Con la eficaz ayuda de su “Watson” particular, Don Lotario, veterinario del pueblo, y a través de encuentros y desencuentros con nuevos personajes, el jefe de la policía municipal de Tomelloso irá, poco a poco, atando cabos sueltos.

Reseña de Las hermanas coloradas, de Francisco García Pavón

El precursor

Nunca se valorará lo suficiente a Francisco García Pavón como el verdadero precursor de la novela negra española moderna. Nunca deberíamos cansarnos de reconocerle ese privilegio porque en sus narraciones se esconde la pentalogía de cabecera que todo autor negro debería tener presente a la hora de crear. A saber: la investigación propiamente dicha, el papel de la tierra, lo social, el lenguaje y hasta el costumbrismo.

Luego ya podremos incorporar juegos narrativos, saltos temporales, técnicas y tecnologías, modas y progresos, variaciones narrativas y puntos de vista, pero sin esos cinco pilares correremos el riesgo de dejar cojas a nuestras novelas.

Del mismo modo que durante décadas hemos loado a los clásicos norteamericanos, y que Chandler y Hammett no se revuelvan en sus tumbas, el autor de Tomelloso fue capaz de ir sembrando esos mimbres en sus narraciones, y además haciéndolo con aparente naturalidad, y decimos aparente sabiendo lo difícil y complejo que es llegar a alcanzar ese tono.

Estas hermanas coloradas, además, arrojan una variación con respecto al grueso de sus obras, como es el hecho de que su historia transcurre en Madrid, pero ni de esa forma se puede huir del ambiente tomellosero, puesto que la colonia manchega de visita en la capital se aloja en el mismo hotel y mantiene a toda costa sus vínculos terruñeros. He aquí la primera columna del edificio: la tierra, aun estando lejos.

Y eso nos llevará a la segunda y hasta a una tercera, si me apuran, como son el lenguaje y el costumbrismo. El hecho de que las hermanas Peláez, desparecidas, sean de Tomelloso, justifica que desde la capital hayan llamado a Plinio, el baluarte de su Guardia Municipal, y este, acompañado de don Lotario, su inefable escudero, y de un curioso tipo apodado Faraón, se maneja por el foro con su lengua, acento, decires y expresiones, con lo que esa habla manchega triunfa y lo llena todo con sus costumbres, si bien los personajes se dejarán contagiar por el ambiente madrileño, sobre todo en lo tocante a diversión y condumio.

Nos quedan, pues, otros dos elementos capitales: la investigación y lo social. En cuanto a la primera, las dotes de Plinio, sus pálpitos, parece que tardan un poco más de lo habitual en florecer, pero terminan haciéndolo, incluso con situaciones que le exigirán un respiro forzado, una buena dosis de calma acompañada del acto de liar un contundente ‘caldo’ que llevarse a los labios. La lógica es la que es, y debe seguir su curso, y aunque a ratos don Lotario sucumba a la magia de la capital junto a Faraón, su amigo policía deshilvanará los jirones de la niebla para enfrentarse, como siempre, a la luz.

Una luz que baña cuestiones sociales aún delicadas a finales de los sesenta, tales como el papel de la DGS, las huellas de la guerra, la llegada de apetitosas turistas extranjeras o las casas de renta antiquísima donde se sigue viviendo en manos de viejos oropeles, y hasta las diferencias de la vida matritense y la manchega.

Solo les queda bañarse en este texto, que ya camino del clasicismo, como su autor, y disfrutar de los primeros pasos de nuestra novela negra moderna.

Sobre Francisco García Pavón

FRANCISCO GARCÍA PAVÓN nació en Tomelloso en 1919. Doctor en Filosofía y Letras y profesor en la Escuela de Arte Dramático de Madrid, cultivó la novela, el ensayo y la crítica teatral. Sin embargo, en lo que destacó fue en los relatos. Su estilo, cuidado y cervantino, es perfecto para el detalle costumbrista.   Su creación más famosa es la de Plinio, jefe de policía local de Tomelloso, protagonista de un buen número de novelas en las que García Pavón traslada el escenario de los libros de detectives al entorno de La Mancha, con grandes dosis de costumbrismo y crítica. Algunos de los más destacados son Las hermanas coloradas, El reinado de Witiza o El rapto de las Sabinas. Entre otros galardones, García Pavón obtuvo en 1969 el Premio Nadal y el Premio de la Crítica de Narrativa Castellana.

Ficha técnica:

Título: Las hermanas coloradas

Autor: Francisco García Pavón

Editorial: Destino

Año: 1970

Género: Novela

Páginas: 189 páginas

https://www.elquintolibro.es/2025/07/resena-de-las-hermanas-coloradas-de-francisco-garcia-pavon/

jueves, 17 de julio de 2025

CORAZÓN EN SILENCIO - JULIO CÉSAR CANO

 

CORAZÓN EN SILENCIO, de Julio César Cano, por Antonio Parra

Título

Corazón en silencio

 

 

Datos publicación

Maeva Noir. Madrid 2025. 472 págs.

 

Datos del autor

 

 

    JULIO CÉSAR CANO (1965, Capellades, Barcelona) empezó a escribir después de trabajar durante años como músico y mánager de grupos. Es conocido, sobre todo, por su serie del emblemático inspector Monfort, ambientada en la ciudad de Castellón, donde el autor reside en la actualidad junto a su familia. Corazón en silencio es el séptimo caso del carismático inspector, después de Asesinato en la plaza de la FarolaMañana, si Dios y el diablo quierenOjalá estuvieras aquí, Flores muertas, Incluso la muerte miente y La soledad del perro.

 

Sinopsis de la obra

 

    Castellón acaba de estrenar nueva comisaría cuando se cometen varios crímenes con elementos en común: las víctimas son jóvenes extranjeros sin arraigo y el culpable se ha suicidado tras cometer el asesinato. Bartolomé Monfort, junto a sus inseparables Silvia Redó y Pablo Morata, lleva a cabo una investigación contrarreloj para evitar más muertes. ¿Quién querría atacar a las víctimas, unos jóvenes supervivientes con un futuro incierto?

    En la esfera personal, Monfort y la jueza Elvira Figueroa están pasando por un momento delicado en su relación y el inspector está muy preocupado por la salud de su padre. Una vez más, antepone el trabajo a sus seres queridos, al dolor de tener el corazón hecho pedazos.

 

Reseña

INTENSO MONFORT

 

    Ha tardado el inspector Monfort en regresar a nuestras vidas y al panorama editorial español, y a fe que le hemos estado echando de menos, aunque algunos conociéramos las circunstancias que en los últimos tiempos han rodeado a su creador.

    Pero la espera se olvida pronto, en cuanto comenzamos la lectura de esta novela en la que hay extraños asesinos que se suicidan después de matar, como si estuvieran empujados por unos designios superiores. Esos casos, unidos al estreno de la nueva comisaría de la ciudad de Castellón, y a alguna que otra incorporación curiosa en la misma, podrían bastar por sí solos para armar una novela ya atrayente, pero Julio César Cano no es un autor conformista, no lo ha sido nunca y no iba a empezar ahora.

    Ese planteamiento, complejo y global, todavía se verá enriquecido por la narración de unos hechos previos ocurridos en Gibraltar, en los que tanto Monfort como Silvia Redó tuvieron un papel demasiado fundamental que les llevó a cruzar ciertos puentes que quizá en otros momentos, y por otras personas, nunca se hubieran planteado franquear.

    Y por si eso no fuera suficiente, Monfort padre anda peleándose con la demencia y el deseo de reunirse con su amada. La juez Elvira se enfrenta día sí y día también con el corazón rocoso del inspector, y la propia Silvia ha ido acumulando una inquina y un rencor que empieza a no dejarle vivir. Imaginen todo eso a la vez alrededor de Bartolomé Monfort, silenciándole un corazón de cuyas estancias varias andan entrando y saliendo ya muchas personas.

    Pero los muertos siguen apareciendo, los asesinos no entienden de delicadezas y las benzodiacepinas tampoco, ni las sectas que defienden la eliminación selectiva de inmigrantes, algo que quizá nos suene como algo tristemente familiar. Todo ello barniza una sociedad de poderes ocultos que usan la religión como un arma para su conveniencia, algo que a Silvia y a Monfort, a pesar de sus respectivas cargas, no les hace ninguna gracia.

    Novela intensa y dura, quizá la más compleja que ha tenido en frente un Julio César Cano al que estamos felices de darle una nueva bienvenida.


https://www.solonovelanegra.es/corazon-en-silencio-de-julio-cesar-cano-por-antonio-parra/

martes, 15 de julio de 2025

EL CASO DE LA VIUDA POLACA - JUAN PEDRO APARICIO

 

EL CASO DE LA VIUDA POLACA, de Juan Pedro Aparicio, por Antonio Parra

Título

El caso de la viuda polaca

 

 

Datos publicación

MAR Editor. Madrid 2025. 147 págs.

 

Datos del autor

 

 

    JUAN PEDRO APARICIO (León, 1941). A lo largo de su carrera ha obtenido sobresalientes galardones en los tres géneros que ha cultivado: el Nadal de Novela en 1989, el Setenil de Relatos en 2005 y el Premio Internacional de Ensayo Jovellanos en 2016. Ha sido director del Instituto Cervantes en Londres y comisario de la conmemoración del 1100 Aniversario del Reino de León. Recibió el Premio Castilla y León de las Letras en 2012 en reconocimiento al conjunto de su obra.

    Su última novela publicada es El sueño del emperador. Anteriormente publicó La Novela de Lot, donde reúne las cuatro novelas que constituyen un gran fresco literario de la ciudad su adolescencia y juventud, espejo mítico del país y hasta del mundo en que vivimos. Entre sus libros de relatos destacan La Vida en Blanco, La Mitad del Diablo, El Juego del Diábolo y London Calling.

 

Sinopsis de la obra

 

    Malo es un subcomisario en desgracia. Podría llamarse de otro modo, pero su nombre, que parece una degradación del prestigioso Marlowe, nos lleva a pensar que no está especialmente dotado para su trabajo. Apartado de un importante caso de asesinato en Lot, es destinado a la inmensa, grisácea y poco acogedora Madrid como sencillo inspector de una comisaría de barrio.

    En la capital se le asigna un caso que, en principio, le parece monótono y sin interés: investigar a un acosador de viudas extranjeras; un caso que apenas daría para un suelto en la prensa capitalina y que lleva al lector a seguir al protagonista, un hombre solitario y desencantado que se ve envuelto en la resolución de un crimen que parece tener conexiones con un oscuro pasado. ¿Ha muerto de verdad el marido de Miranda Bobrowski? ¿Ha recibido ella una fuerte indemnización por haber muerto él en un coche de alquiler? ¿Quién es el extorsionador Gigi el Oloroso? ¿Está Malo intentando ayudar a Miranda Bobrowski o está siendo engañado por ella?

 

Reseña

OFICIO

 

    El inspector Malo surca las calles del Madrid finisecular en un intento de encajar en su nuevo destino, tras el repudio de Lot, y tiene que desentrañar un caso complejo, el de la muerte de un capitoste y la presencia de un merodeador que asedia a su viuda. Así contado, todo parece una trama negra más, pero en manos de Juan Pedro Aparicio se convierte en una joya en la que el oficio destaca en cada página.

    A partir de ahí, las cosas se van acelerando con un grupo de esposas ricas a las que anda esquilmando un turbio predicador, y a ello se suma la presencia de un tipo cuyo aroma corporal podría tumbar a un elefante hindú. El inspector Malo tendrá que lidiar con lugares comunes de la inmigración, con un barrio rico, con unos guardaespaldas de altura, y con unos compañeros policiales a los que parece que les cuesta aceptarle.

    Ahí es donde volvemos a disfrutar del buen hacer de su autor, con un Juan Pedro Aparicio que se maneja en las distancias narrativas con suma pericia, y que arma una novela de ritmo ágil y con los cánones del género bien asentados. Eso sin olvidar la ácida crítica social en una ciudad que siempre anda buscándose a sí misma, y un humor que bien harían otros autores en incorporar a sus novelas.

    Un valor seguro que nos regala ahora MAR Editor, haciendo hueco a uno de los autores de cabecera nacional.

https://www.solonovelanegra.es/el-caso-de-la-viuda-polaca-de-juan-pedro-aparicio-por-antonio-parra/

lunes, 14 de julio de 2025

GOMES Y CÍA EN LESA LITERATURA

 Muchísimas gracias a Kika Sureda por sus palabras sobre las nuevas andanzas de Sergio Gomes.


«Gomes y Cía»

de Antonio Parra Sanz

Todos los días sale el sol

«Gomes y Cía» es una obra de novela negra, escrita por Antonio Parra Sanz con un estilo mordaz y crítico que te atrapa desde la primera página. La historia sigue a Sergio Gomes, un detective cincuentón y cínico que llega a Cartagena desde Madrid con un pasado turbio y un presente desengañado. Acompañamos a Gomes a lo largo de siete relatos negros, donde se enfrenta a casos complejos que cuestionan los principios y lo llevan al límite.

Gomes es un protagonista complejo y bien definido, con un pasado oscuro y un presente marcado por la náusea ante los abusos de los poderosos. Su relación con Silvia, la forense, es especialmente interesante. Por supuesto, la ciudad portuaria es el escenario perfecto para la novela negra (no hay que olvidar que tiene una de las jornadas negras más conocidas, Cartagena Negra), con un ambiente fronterizo que atrae a los delincuentes y genera un sinfín de historias oscuras. Antonio Parra conoce muy bien la ciudad y la describe con detalle, lo que hace al lector local y no tan local sentirse como en casa.

La obra no es solo una entretenida serie de relatos, sino también una crítica social mordaz sobre la corrupción, los malos tratos y la explotación, temas en los que el autor no se anda con rodeos y los denuncia con un lenguaje directo y crudo. Antonio Parra nos presenta un mundo sobrio y decepcionante, en el que la lógica de la violencia y la corrupción han penetrado hasta el último rincón de la sociedad. La figura del detective madrileño cínico y desencantado en Cartagena es un símbolo de la desesperanza y la alienación que caracterizan a nuestros tiempos.

«Me dejé tentar por un desvaído té, confirmando mi idea de que da igual lo que uno consuma en un hospital, porque nunca sabrá a nada más que a asepsia y vacío»

Un hospital es el escenario con el que abre la novela. Lugar donde Gomes es citado por un cliente. Es importante el trato que da Antonio Parra a los temas sociales: la vejez y la pérdida de memoria, corrupción, prostitución, el abuso sexual y el asesinato, malos tratos, las drogas, y sin esquivar temas locales como el de la avioneta "revientanubes". Para quien conoce Cartagena se le hace ameno el recorrido con Gomes por las calles de la ciudad y sus locales; y para el que no ha pisado nunca la ciudad es un recorrido por algunos de sus lugares emblemáticos, como por ejemplo Mr. Witt. Así como la gastronomía, donde no puede faltar la receta de un buen asiático. La figura de la mujer es un puntal importante a lo largo de toda la obra. Hace acto de presencia la metaficción autorreferencial en alguna de sus historias. Un guiño especial a Cartagena Negra y algunos cameos como los de Francisco Marín o Susana Lezuan.

Un bocado literario divertido y cínico, crudo y real, donde el autor nos ofrece la parte más oscura de la ciudad de manos del detective Gomes, con «s».

«Entre visita y visita, fue cayendo la tarde, de esa manera inclemente con la que robamos el alma a los atardeceres antes de los dichosos cambios de hora»

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domingo, 13 de julio de 2025

MISIÓN ESTAMBUL - JOSÉ LUIS CASTILLO-PUCHE

 

VALOR Y RECONOCIMIENTO


    Quizá estas sean las dos primeras palabras que vengan a nuestra mente a la hora de calificar esta novela de José Luis Castillo-Puche que ahora ha reeditado La Fea Burguesía. Valor tanto por la iniciativa editorial como por el hecho de que su autor la escribiera en unos momentos (1954) en los que la novela negra patria era prácticamente inexistente, y en todo caso vivíamos de las dos muestras precursoras; El clavo, de Pedro Antonio de Alarcón, y La gota de sangre, de Emilia Pardo Bazán.

    El género, si lo había, tenía fama de vulgar y hasta de algo zafio, la figura de García Pavón aún no había hecho acto de presencia y en aquel momento Castillo-Puche se descolgó con una novela a mitad de camino entre lo negro y el espionaje, con un agente español (también de apellido Castillo) que debe llevar algo muy misterioso hasta las puertas de Oriente, y cuyo carácter le hace ganarse muy pronto el favor del lector, tanto por su forma de ser como quizá por tener una formación que no está del todo dentro de las más cualificadas.

    Además del valor, como se ha dicho, el reconocimiento a esta obra es algo que no se le debe hurtar, por las circunstancias y el fin pero también por la calidad de Castillo-Puche y su prosa, siempre observadora e incisiva, que logra mantener en vilo al lector al tiempo que nos ofrece magníficas pinceladas ambientales y de carácter, jugando también con las impresiones del propio protagonista, inmerso por deberes patrios en un mundo que le resulta bastante ajeno.

    Esa ambigüedad que se alimenta durante la novela lo que hace es estimular la curiosidad del lector, ignorante, como el propio Castillo, de quién es el verdadero portador de esa mercancía tan misteriosa, quién correrá más peligro, y sobre todo quién logrará salir triunfante, en el hipotético caso de que eso llegue a producirse, claro.

    Una novela breve, que ha resistido bastante bien el paso del tiempo, que es más de espías que negra, pero cuyo misterio alienta hasta la última de sus páginas (y esto no es una frase de aliño). Y para colmo, es una novela nuestra, por lo que va sumando méritos a ese bagaje del misterio narrativo que nacía en los años cincuenta. Algún autor que otro ya hubiera querido lograr la ambientación y el ritmo emotivo que alcanza Castillo-Puche en algunos de sus pasajes.

  

‘Misión Estambul’. José Luis Castillo-Puche

La Fea Burguesía. Murcia 2024. 156 páginas.

 

CÁNDIDAS BESTIAS - JAVIER SACHEZ

 

CÁNDIDAS BESTIAS, de Javier Sachez García, por Antonio Parra

Título

Cándidas bestias

 

 

Datos publicación

Octubre Negro Ediciones. Aranjuez 2025. 270 págs.

 

Datos del autor

 

 

    JAVIER SACHEZ GARCÍA nació en Campillo de Llerena (Badajoz) en septiembre de 1970. Cursó las carreras de Derecho, Geografía e Historia y Trabajo Social y posee el título de especialización en Gestión Cultural por la Universidad de Extremadura. Comenzó a escribir en el año 2005. Ha obtenido una treintena de premios literarios en las modalidades de novela, relatos y poesía, que le han permitido publicar hasta el momento once novelas y tres poemarios. Actualmente reside en la ciudad de Mérida.

 

Sinopsis de la obra

 

    Nadie conoce al responsable de aquellos ataques a niñas de una aldea de montaña. No las mata. Sólo les arranca una pieza dental. La cercanía del bosque sugiere la presencia de un animal salvaje. Las ancianas piensan en un ser fantástico y ancestral: el Machu Lanú.

    Cualquiera sospecha de su vecino o de un hombre adinerado, dueño de medio pueblo. Su hija, venida de la ciudad, debe solucionar la incógnita antes de la visita programada del Rey Alfonso XIII. Ella se sumergirá en una tierra ajena donde habitan seres crueles, inocentes, asilvestrados, cercanos o irreales. Cada casa es un mundo. Cada barrio es un universo. Cada individuo es un interrogante. Dudas y certezas se enredan como el ramaje de las higueras muertas.

 

Reseña

MACHU LANÚ

 

    Dientes arrancados a pequeñas criaturas que se quejan de ‘muerdos’ salvajes, encías sangrantes tras las que cada una da una versión diferente del animal que les ha asaltado. Y todo ello en una atmósfera opresiva de un pueblo que tiene muy bien compartimentados y separados sus barrios, uno de miseria, otro de burgueses y el de los ricos, tres ambientes muy diferentes que se vuelven la espalda hasta que las víctimas dejan de pertenecer siempre al mismo.

    Javier Sachez perfila un fresco social del primer tercio del pasado siglo en un mundo rural lleno de penurias, costumbres y hasta enredos mágicos, pero sobre todo crea un ambiente que corta la respiración, con capítulos breves dedicados a diferentes personajes: la mujer que ejerce de hechicera, otra que es maltratada de manera sistemática, la hija del terrateniente que decidirá investigar los casos de las niñas atacadas. Y hombres, también hombres como sujetos de poder, del poder tradicional, pero a quienes el autor va arrebatando poco a poco ese dominio ancestral.

    Conforme avanza la novela, el papel de las mujeres irá creciendo, y eso que hablamos de una época en la que seguían siendo inexistentes, pero el ámbito rural es otra cosa, y la fuerza necesaria para emplear la lógica cuando otros quieren culpar a la figura mítica del Machu Lanú hace que esas mujeres se adueñen del panorama narrativo.

    La sombra de la época, como es lógico, está muy viva, y el panorama rural extremeño se impone ante los ojos de un lector que entra con mucha facilidad en él, gracias a la habilidad de Javier Sachez, que ha sabido conjugar en la novela lo mítico, lo misterioso y lo social.

    El avance de la bestia arrebatando los dientes infantiles se antoja imparable, e incluso inevitable, porque además a las pequeñas les cuesta confesar que encontraron junto a ellas una moneda, una especie de pago diferido por daños y perjuicios. Al mismo tiempo, las sospechas recaen sobre varios elementos del pueblo que estarán a punto de ser linchados porque siempre es más fácil apelar a la costumbre, sobre todo cuando esta se hace ley gracias a la murmuración.

    Acepten el guante que lanza su autor y lleguen hasta el final, merece la pena.

https://www.solonovelanegra.es/candidas-bestias-de-javier-sachez-garcia-por-antonio-parra/

sábado, 12 de julio de 2025

LO PROHIBIDO - NINA SWEET

 

ESTRENO

  

    Saltar de un género literario a otro no es algo sencillo. Por mucha voluntad que atesore el autor, autora en este caso, siempre hay unos cuantos imponderables que pueden condicionar el paso y hasta estropearlo. Paz Castelló, que ya lleva a la espalda una buena trayectoria como autora de novela negra o de thriller psicológicos, decidió ampliar fronteras a su creación literaria y embarcarse en lo que ahora se está denominando como suspense erótico.

     Y así ha surgido esta novela, en la que una joven profesora, Cora Quiroga, verá cómo su existencia queda sacudida por un cambio radical provocado por el éxito de su pareja, Mason Brown, un ambicioso abogado que poco a poco nos irá mostrando que esconde mucho más de lo que muestra.

     Enlazar en una novela una investigación con pasajes románticos y eróticos no es tarea sencilla, y además Paz Castelló entendió que para hacerlo bien debía construirse incluso una personalidad nueva, naciendo así Nina Sweet, que fue quien daba la cara, o mejor dicho, quien ponía el nombre, durante los primeros meses de promoción de la obra.

     Aquellos que conocemos a Paz, y su implicación a la hora de escribir, entendemos perfectamente que necesitara un álter ego para desarrollar esta novela, y gracias a él encontramos una trama muy equilibrada, en la que lo investigador, lo erótico y lo romántico alcanzan una presencia muy bien medida, complementándose pero sin que ninguno sobresalga sobre los demás.

     Y luego, claro está, debe llegar lo psicológico, algo que la autora alicantina siempre trabaja de forma muy exhaustiva, y sólo así entendemos el nacimiento del triángulo que conforman Cora, Mason y el tercer elemento, Roque Gato, encarcelado por un crimen que niega haber cometido. Ahí está el armazón: un abogado ambicioso, una joven demasiado sacrificada y un hombre en busca de una segunda oportunidad, que no reniega de los errores cometidos pero que ansía poder resarcirse de ellos.

     En esos vaivenes triangulares vamos viendo las costuras de los tres personajes, e incluso tomamos partido por alguno de ellos, o contra alguno de ellos. Eso sin olvidarnos de otras dos damas de vital importancia en la trama, la abuela Flavia y la galga Petra, dos faros en el horizonte hacia los que miran perdidos algunos de los personajes. En definitiva, un buen estreno, y por encima de los calificativos y los géneros.

 

‘Lo prohibido’.

Nina Sweet

Ed. Urano. Madrid 2024.

320 páginas.

SOMA - EMILIO DÍEZ

 

SOMA, de Emilio Díez, por Antonio Parra Sanz

Título

Soma

 

 

Datos publicación

VR Editoras. Barcelona 2025. 384 págs.

 

Datos del autor

 

 

    EMILIO DÍEZ es licenciado en Derecho por la Universidad Carlos III y diplomado en Guion por la Escuela de Cinematografía de Madrid (ECAM). Desde entonces lleva más de veinte años trabajando como guionista en el medio audiovisual. Entre sus trabajos destaca su participación como guionista o coordinador de guion en series como El Internado, Víctor Ros, El Embarcadero o La casa de papel, un gran éxito internacional y segunda serie española en ganar el prestigioso premio Emmy. Soma es su primera novela.

 

Sinopsis de la obra

 

    Algo siniestro está sucediendo en la capital. Una tarde cualquiera en Madrid, un hombre se sube a una azotea y se lanza al vacío. Arregui, un periodista en crisis que necesita una gran noticia para no ser despedido de su periódico, presencia horrorizado la escena. Ese mismo día, Aisha, una joven adjunta de pediatría en el Hospital de La Paz, española e hija de libaneses, recibe la mejor y la peor noticia de su vida: por la mañana descubre que está embarazada, y esa misma tarde, un inspector de mirada triste, Santos, le cuenta que sus padres han sido asesinados. El olfato periodístico de Arregui le lleva a sospechar que varios suicidios y asesinatos que nadie había relacionado hasta ahora están conectados entre sí de una manera misteriosa. Todo tiene que ver con «Soma».

 

Reseña

PURA MALDAD

 

    Utilizar las debilidades y los miedos de los demás para manipularlos, pero no en beneficio propio, sino para que causen el mal de manera aleatoria e indiscriminada. Así podríamos resumir los objetivos vitales de un asesino que hace de la sombra y de una web muy particular su coto de actuación. Emilio Díez nos planta en la cara una novela que ahonda no solo en las miserias del ser humano, sino también en ella debilidad que podemos mostrar ante una mente psicopática que sepa hurgar entre nuestras sombras más íntimas.

    Arregui, un periodista en la cuesta abajo que va persiguiendo la que quizá sea la última exclusiva de su vida. Aisha, una doctora repudiada por su familia por saltarse todos los estándares de su religión, deseosa de ser madre. Coral, una estudiante sometida a ese acoso de aulas tan habitual, que se sabe adoptada y pretende encontrar a la madre biológica para pedirle explicaciones. Estos tres personajes confluirán en una trama que Emilio Díez ha dispuesto con dosis magistrales en lo que a repartición argumental se refiere, y en capítulos veloces que nos atrapan desde su inicio.

    Sobre ellos gobernará un hombre que también arrastra sus fracasos, profesionales, sentimentales y hasta judiciales, y que encuentra en Soma una plataforma en la que intentar volcar esas carencias, disfrutando de forma vicaria de una violencia y una venganza que de otro modo no podría alcanzar.

    Suicidios coincidentes, un joven que asesina a sus padres por coartarle su camino, una adolescente que busca vengarse del acoso, y una mujer desengañada en lo sentimental y a quien la maternidad tampoco parece solucionarle los vacíos. Ahí es donde el ‘maestro’ de la manipulación va hallando su materia prima, metiendo los dedos en las llagas del dolor y el resentimiento, manejando a todos los personajes a su antojo.

    A medida que se cumplan las peculiares instrucciones que proporciona la web llamada SOMA, ese engrudo de maldad irá creciendo, y sólo la tenacidad de Arregui y el fondo de esperanza que sobrevive en algunas almas podrá erguirse como un enemigo un tanto fiable de este individuo. Además del misterio, deberíamos reflexionar un poco más acerca de cuáles son esas debilidades nuestras que un manipulador experto puede llegar a explotar.


https://www.solonovelanegra.es/soma-de-emilio-diez-por-antonio-parra/

viernes, 11 de julio de 2025

ESE IMBÉCIL VA A ESCRIBIR UNA NOVELA - JUAN JOSÉ MILLÁS

 

CERRANDO CÍRCULOS

 

 Lecciones vitales, las neblinas del tiempo, el camino que hemos recorrido y el que nos aguarda, con nuestra vejez y nuestros defectos, sin olvidar una ácida crítica al mundo periodístico. Así se nos muestra Juan José Millás en su último libro.

  

Ha adquirido hace ya tiempo Juan José Millás esa dignidad que baña a los autores que portan mayúsculas, que lo han demostrado todo en el ámbito de la literatura y que ya forman parte de nuestro ideario y de nuestras propias conciencias lectoras.

 Si uno le oye hablar, se encuentra con una voz mesurada, tranquila, que guarda en su interior un leve tono zumbón cuando hace al caso, pero también halla la palabra de un hombre que sabe muy bien qué momento de la existencia está transitando, cuál es el equipaje que porta y cuál el que ha ido dejando atrás con el paso, y el peso, de los años.

 Esa voz, la del hombre, se afina para encontrarse con la del Millás narrador, que a su vez deja un hueco para el Millás personaje, como el protagonista de esta última novela, aquejado, o tal vez afortunado, de poseer una segunda mente que se le disocia a voluntad, y que rememora el día en el que creyó haber encontrado a su verdadero padre, o a su padre postizo.

 Con esa fluidez de prosa que le caracteriza, Millás parodia el género periodístico buscando un gran reportaje mientras sus jefes le miran como a un viejo lastre. El mundillo de lo noticiable queda tan expuesto en la novela como cualquier tema social que se nos pueda ocurrir, lo laboral, lo literario, lo social, lo religioso incluso, y el inclemente paso del tiempo, que empieza a exigirle al protagonista que vaya cerrando círculos a la mayor brevedad posible.

 Haciendo un recorrido de juventud universitaria, de militancia y contramilitancia, de envidias y aspiraciones sociales, el autor nos lleva por el camino que su álter ego recorre, es decir, la recuperación de aquel presunto hermano, del que se hizo amigo en la universidad, y una trama novelesca que no parece terminar de arrancar.

 Humor ácido

 Destacables por el humor, un poco más ácido si cabe, son los episodios del confesionario y el momento en el que la novela de marras parece ser reescrita por un hacker. Ahí Millás amenaza con tomarnos el pelo con todas las de la ley, pero también con todos sus valores literarios como espoleta para una explosión que parece ir demorándose a voluntad.

 Pero más allá de lo puramente argumental, o complementándolo con temple, parece surgir también el articulista, el hombre que mira el mundo con ojillos afilados y especiales, esos con los que intentó reconocer como padre a aquel director del Banco Hispano Americano y que luego diseccionarían convenientemente al hijo legítimo de éste, el famoso Alberto que parece ir a escribir una novela, tal y como se anuncia en el título.

 La identidad, los posibles dobles, la otredad, la ficción y los entresijos de la literatura son los armazones que sustentan esta prosa incisiva y con la que el autor valenciano hace también autocrítica cuando toca. Y por encima de ellos flota también la memoria, esa poderosa carga de profundidad que se activa a medida que se rebasan las décadas, y que no siempre lo hace avisando de su presencia ni de las consecuencias devastadoras que puede llegar a provocar.

 Naturalidad

 Con todo, en esos círculos concéntricos que Millás tiene que ir cerrando hay también una naturalidad importante, que nos llama la atención como lectores pero también como personas. Ni el autor ni sus personajes le vuelven nunca la espalda, al contrario, asumen que hasta las situaciones más disparatadas, ya sean los desplantes del esnob de Alberto o la confesión ficticia que anida en el pecho del periodista durante años, pueden y deben contarse sin engolamientos, sin adornos superfluos que corran el riesgo de entontecer al lector.

 Junto a esa memoria antes mencionada, compadreando con ella, hay otro tema que preocupa a su autor, y es la vejez. Él mismo ha confesado no temerle a la muerte pero sí al deterioro físico, y esos temores se hacen presentes en una parte del libro, por mucho que Millás intente bromear con ellos convirtiéndolos en motor de un nuevo reportaje que su jefe rechazará con la delicadeza de siempre.

 Recuperar a Alberto, liberar la conciencia de aquella confesión, descubrir que el mundo de la universidad estaba lleno de informantes a sueldo de la DGS son las perlas con las que el protagonista debe lidiar en este ocaso de su carrera periodística, y eso le irá zarandeando en una especie de fortuna pendular a lo Lázaro, con suerte dispar, como si los miedos fueran los mismos que padecía el de Tormes pero las resoluciones le llegaran a un Pablos más viejo y curtido, y también algo más sabio.

 La niebla de la memoria

 Los guiños de los recuerdos a veces traen consigo una niebla confusa, e invocar a quienes fuimos en el pasado puede suponer un gran riesgo, el de que aparezcan esos fantasmas propios exigiendo su derecho de ajustarnos las cuentas. Hay también en estas páginas una evidencia no por sabida menos contundente, que al ir transitando la parte final del camino no lo hacemos solos, porque a un lado llevaremos al que éramos, o al que fuimos, y al otro al que hubiéramos querido ser. En medio, ya lo saben, estaremos nosotros, dudando si mirar a izquierda o derecha, si pararnos, o si seguir andando hasta ver de qué manera finaliza ese camino.

 Lecciones vitales, pero no de un catedrático ríspido y malévolo que nos mirase por encima del hombro, sino de un profesor comprensivo que ha visto ya muchos cursos y nos previene acerca de lo que puede llegar. Que las notas finales se acerquen al notable o chapoteen entre el insuficiente más ramplón ya será cosa de cada lector. Millás, por supuesto, está instalado hace mucho en el sobresaliente alto, rozando incluso la matrícula de honor.

ESE IMBÉCIL VA A ESCRIBIR UNA NOVELA.

Juan José Millás

Alfaguara. 176 páginas.

(LA VERDAD, "ABABOL", 21/06/2025)

https://www.laverdad.es/ababol/libros/imbecil-escribir-novela-cerrando-circulos-20250621073502-nt.html

martes, 24 de junio de 2025

GOMES Y CÍA EN EL COLOQUIO DE LOS PERROS

Mi agradecimiento a Juan de Dios García y Ángel Manuel Gómez Espada, que siempre se hacen eco de mis criaturas, y también a Jesús Boluda del Toro, por unas preguntas que miran siempre un poco más allá de lo habitual.


ANTONIO PARRA SANZ, Gomes & Cía
 
Entrevista realizada por JESÚS BOLUDA DEL TORO

Después de tres entregas de la serie de Sergio Gomes, regresa Antonio Parra Sanz con Gomes y Cía. (MAR Editor, 2025), un volumen de relatos que acoge siete casos de su detective, en los que rinde homenaje tanto al género como al formato breve, que no siempre es muy practicado por los autores “negros”.

En Gomes y Cía. Parra Sanz nos ofrece, en realidad, siete fogonazos de una realidad oscura y reconocible. Casos que huelen a calle mojada, a desconfianza, a cicatrices. Y en el centro de todo, ese investigador cincuentón, irónico, cansado del mundo, pero aún dispuesto a revolverlo cuando la justicia lo reclama, aunque sea con los nudillos pelados.

Gomes no es un héroe. Ni falta que hace. Es un hombre que observa, que deduce, que sufre y que se equivoca. Es también una conciencia crítica que no predica, sino que actúa. Y en ese gesto —pequeño, tenaz, incluso torpe a veces— reside su dignidad.

Estos relatos nos devuelven a una Cartagena negra y palpitante, llena de recovecos morales, pero también de humanidad. Porque eso es lo que distingue la prosa de Antonio Parra: su capacidad para convertir cada historia en una pregunta incómoda, en un espejo oblicuo donde no siempre nos gusta vernos reflejados.


—EL COLOQUIO DE LOS PERROS: Sergio Gomes no es un detective al uso. Tiene cicatrices, ironía y una manera muy personal de mirar el mundo. No parece buscar la gloria ni la redención, y sin embargo actúa. ¿Cómo se gestó este personaje? ¿Qué vacío vino a llenar? ¿Y qué querías explorar tú, como autor, a través de alguien como él?

 

—ANTONIO PARRA SANZ: Gomes nace como protagonista de lo que iba a ser un relato breve, y que después se fue extendiendo hasta convertirse en la primera novela de la serie, Ojos de fuego. Era un instrumento para servir de contrapunto a una femme fatale que protagonizaría el relato, pero poco a poco fue creciendo, y hasta me arrebató la voz narrativa de aquel texto, para hacerse con ella y contar él mismo una historia que a la postre se convirtió en el estreno de una trayectoria mucho más larga.

 

—ECP: Desde Marlowe a Carvalho, los detectives de novela negra han sido siempre espejos rotos de su tiempo. ¿Qué elementos del canon del género negro heredó Gomes y cuáles rompiste a propósito?

 

—APS: Gomes le debe todo a esas dos figuras capitales que mencionas, porque, además, sus historias deberían ser de obligada lectura para cualquiera que desee escribir novela negra, sería un pecado hacerlo sin conocer a Vázquez Montalbán y a Raymond Chandler. Ellos tienen la culpa de que yo me aficionara al género de tal forma que ahora no concibo pasar un día sin leer novela negra, y también me inculcaron una manera muy peculiar de narrar, pero sobre todo una manera muy peculiar de mirar el mundo y la sociedad en la que ha de moverse un detective, con esa sensación de derrota, el cinismo, la tozudez..., en fin, los rasgos que han ido caracterizando al propio Gomes.

 

—ECP: Todo personaje es una mezcla de invención, memoria y lectura. ¿Tiene Sergio Gomes algo de ti, de personas reales, de otros personajes?

 

—APS: Después de tantos años juntos, estamos mutuamente contaminados, aunque uno intenta alejarse todo lo posible de él a la hora de la escritura, por eso le dejo la voz narrativa. Ya hemos hablado de algunos rasgos comunes que comparte con Marlowe o Carvalho, lo demás es cosa suya, supongo, una infancia vinculada al abuelo, un trabajo ingrato, un divorcio a cuestas, inseguridades sentimentales, mucho vodka, mucho tabaco... Cada vez nos parecemos menos, salvo en la intolerancia a la hipocresía y a las injusticias. Y luego está la trampa de la literatura, claro, la que nos lleva a construir a los personajes con lo que somos, lo que leemos, lo que recordamos o lo que vemos en otros, pero intento que él tenga también su propio equipaje, y que no se alimente únicamente del mío.

 

—ECP: Ahora que hemos conocido al protagonista quiero preguntarte por otro personaje silencioso que lo acompaña en cada historia: Cartagena, porque es mucho más que un decorado en tus novelas. Como te podría preguntar Jesús Quintero: Antonio, ¿qué tiene Cartagena que no tenga Chicago, Baltimore o Londres?

 

—APS: Hace ya mucho tiempo que la novela negra huyó de la exclusividad de las grandes ciudades, y demostró que cualquier entorno puede acoger una trama criminal. Cartagena es una ciudad llena de contrastes, empezando por su historia y por los avatares que ha tenido que sufrir, la presencia militar, las crisis industriales, las remodelaciones urbanísticas... Ahora es una ciudad diferente a la que yo conocí, y un escenario lleno de posibilidades, por la herencia histórica, por el puerto, por sus costumbres, y sobre todo es la ciudad que me acogió y la que ahora mejor conozco, y en la que vive Gomes, así que ubicar las tramas en ella era una consecuencia natural.

 

ECP: El puerto, los barrios, las contradicciones sociales... Todo parece empapar los casos que afronta Gomes. ¿Hasta qué punto los conflictos de la ciudad moldean el tipo de historias que cuentas?

 

—APS: Como comentaba, esta es una ciudad muy viva, a pesar de lo que sigan diciendo algunos agoreros, y en esa vitalidad resaltan también las tradiciones, algunas más potentes que otras, y también los vicios, que suelen ser los que más me interesan. Por otro lado, no concibo la novela negra sin una visión crítica de la sociedad, este género no consiste solo en el juego investigador, también tiene la obligación de ejercer la crítica social, porque sus tramas vienen provocadas casi siempre por aquello que no funciona bien entre nosotros, llámese poder, dinero, política...


—ECP: En un género como el negro, que suele caer en fórmulas universales, tú apuestas por lo cercano, por el caso que podría haberle ocurrido al vecino de enfrente. ¿Crees que el caso narrado con un lugar tan a mano gana fuerza?

 

—APS: De alguna manera creo que el lector se siente más atraído por un caso que le resulte más cercano, que tenga a mano, incluso que haya visto en los medios, y ahí la realidad siempre termina ganándonos la partida. En cualquier caso, el germen de cada investigación surge de confines remotos, aunque siempre hay sugerencias flotando por el ambiente: corrupción, marginación de los mayores, malos tratos, no me digas que no son temas que todos tenemos delante a diario, ahí es cuando llega Gomes y elige el caso en cuestión, y a mí sólo me queda prestarle la pluma.

 

—ECP: Hablemos, por encima, de Gomes y Cía. Son siete relatos como siete son los pecados capitales, o las Bellas Artes o las maravillas del mundo. Gomes viene de la novela, pero aquí ofreces historias más breves. ¿Te lo pedía el personaje o el momento?

 

—APS: Las historias van llegando a su aire, con su cadencia y su contenido, y se almacenan en esos cajones que tenemos en la mente, acomodándose hasta terminar de construirse. Después ya sólo queda valorar si han crecido lo suficiente como para convertirse en una novela o se guardan toda su fuerza para un disparo de distancia más cercana. En muchas ocasiones el secreto consiste en no hacerse demasiadas preguntas, como la que me surge ahora, al hilo de la tuya: ¿alguno de estos relatos podría haber crecido hasta ser una novela? Pues sí, alguno sí; otros, en cambio, nacen y terminan para ese formato más breve, y extenderlos sería hacer algo artificial, forzado. También puede ser cosa del momento, con estos relatos curo el síndrome de abstinencia de una historia más larga de Gomes, esperando el momento en el que volvamos a hipotecarnos a más largo plazo.

 

—ECP: ¿Qué te permite el relato que no te permite la novela?

 

—APS: Esa inmediatez de la que hablaba, el crear la historia en la cabeza de principio a fin, casi incluso con la frase inicial y la final, sabiendo quién ha hecho qué, cómo lo ha hecho y de qué manera Gomes lo va a resolver, si es que lo resuelve. Y eso no significa que no haya un intenso trabajo previo de planificación, personajes, hechos, que lo hay, pero sin dejar el resquicio a otros hilos, como ocurre con la novela. Además, no puedo sustraerme a la pasión por el cuento, siempre la he tenido, como lector y como escritor, porque así empecé en esto de la literatura, y de paso, reivindico también el papel del relato negro, porque no es algo que practiquen muchos de mis compañeros, salvo en alguna antología colectiva. En muchos aspectos sigue siendo el hermano pequeño y olvidado, y eso hay que solucionarlo.

 

—ECP: ¿Hay algún relato de los que hablamos hoy que te haya supuesto un reto, o que haya fluido de forma especial? ¿Alguna historia te dejó más poso que otras?

 

—APS: Bueno, hay dos que han influido un poco más, ‘Cuestión de querer’, porque tiene una base real y por desgracia muy común hoy, como son los malos tratos, y el que cierra el volumen, ‘Cobi 92’, porque con él quise enfrentarme al reto de no tener un narrador, sino armar el relato a base de los testimonios de los propios personajes, y que fuera el lector quien tuviera que reconstruir poco a poco los hechos. En cuanto a lo del poso, cuando terminé la relectura sentí que el primer cuento, ‘Alcolea’, cada vez me resultaba más intenso, imagino que será por el paso del tiempo, cuando el lector lo lea entenderá esta respuesta.

 

—ECP: Volviendo a lo psicológico en Gomes, sabemos que es un tipo cínico, pero que no ha perdido el sentido de la justicia. ¿Dónde está el límite entre el desencanto y el compromiso? ¿Cómo evoluciona a lo largo de los relatos, aprende o se limita a resistir?

 

—APS: Desencanto o compromiso, esa línea es muy tenue, y cada vez se va volviendo más fina, tendrías que preguntarle al propio Gomes, él siempre se compromete hasta el final, eso es cierto, y a veces le sale caro, pero está en su naturaleza, otra cosa es que se vaya desencantando con el ser humano, como creo que nos pasa a todos a medida que vivimos más cosas. Gomes es un resiliente, aunque él renegaría de esa palabra, pero lo cierto es que está hecho para resistir y levantarse aun cuando parece que le hayan dado de verdad, imagino que será por su propia testarudez, en cuanto a lo de aprender, a palos y despacio, pero algo va aprendiendo.


—ECP: La forense Silvia Férez es su contrapunto emocional, ¿qué papel juega en la vida de Gomes?

 

—APS: Un papel mucho más importante de lo que él quisiera reconocer, aunque no es tonto y lo va sabiendo. Hablamos de un hombre con graves carencias emocionales, que arrastra un divorcio peculiar y a quien una mujer austriaca le rompió por dentro. Ha sobrevivido a base de relaciones esporádicas o de sofá y ha seguido solo, hasta que Férez lo encontró en La mano de Midas. Por cierto, que fue un encuentro de dos trenes a punto de descarrilar, porque ella también carga con su mercancía amarga, pero tuvo las cosas más claras que Gomes y se ha convertido en alguien necesario para el detective, aunque el orgullo de este le lleve a veces a negarlo, pero lo hace con la boca pequeña.

 

—ECP: Para ir terminando, una pregunta sobre el proceso de escritura de este libro: ¿qué tal es trabajar con un personaje al que conoces tan bien como Gomes? ¿Cambia algo a la hora de desarrollar nuevas tramas?

 

—APS: Después de tanto tiempo, y de conocernos bastante bien, sabemos de qué pie cojeamos ambos y eso ayuda a que la convivencia sea, al menos, respetuosa. Es un tipo con el que te puedes sentar a tomar una cerveza sin que te haga preguntas absurdas, y así es fácil darle la palabra, porque el tono nunca se pierde. Eso sí, cuando decide que tenemos que trabajar, suele ser bastante impaciente, y yo casi termino por agradecerlo, porque a veces soy un tanto caótico a la hora de ponerme a escribir. Lo que sí he visto gracias a estos relatos es que él está algo cambiado, lo de la edad está generando algunas diferencias en su carácter, así como la ciudad nueva y la relación con Silvia, todo contribuye a provocarle pequeñas modificaciones de conducta. Veremos hasta dónde le lleva eso.


 

—ECP: Gracias, Antonio, por abrirnos las puertas del despacho de Gomes, por recordarnos que tanto la novela como el relato negro siguen siendo un terreno abonado para contar y conocer las zonas grises de la realidad, y también de nosotros mismos. Nos llevamos un libro con siete relatos y un protagonista que, aunque no lleva capa ni espada, sigue luchando contra lo que no debería permitirse.


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