Una mujer mira por la ventanilla de su coche anclado en un semáforo, es hermosa, joven, rubia, parece elegante aunque la puerta mutila el resto de su imagen. Flota sobre el asfalto con delicadeza, hasta que baja el cristal, asoma media cabeza y lanza a la calzada un escupitajo demoledor. Acaso sea ése su concepto de la igualdad de los sexos, cometer las mismas barbaridades estéticas e higiénicas que muchos hombres.
4 comentarios:
Buenísimo, Antonio. Me hiciste reír, con la foto y con el texto. Ay, esas chicas que copian hasta lo más burdo mientras los hombres actuales intentan copiar lo más tierno y hermoso del otro sexo...
Me alegra haberte hecho reír, estas cosas me hacen ver el mundo un tanto ajeno, a veces pienso que la gente no tiene cabeza.
¿Estás seguro de que era un escupitajo? ¿Iba acompañada? Caso afirmativo me estoy imaginando la cara del copiloto.
Mente retorcida y calenturienta la mía. El síndrome de "viernes al mediodía" que sgue haciendo estragos en mí.
Un abrazo.
Joé, qué bruto, no me quedé a comprobarlo, como comprenderás. Y sí, iba sola, quiero pensar que, de haber ido acompañada, no se habría atrevido, pero ¡quién sabe!
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