
(LA VERDAD, "ABABOL", 20/12/2014)
ANTONIO PARRA SANZ (Madrid 1965), profesor de Lengua y Literatura, de Escritura Creativa y crítico literario. Novelas: Ojos de fuego, La mano de Midas (Premio Libro Murciano 2015), Los muertos de las guerras tienen los pies descalzos; Acabo de matar a mi editor, Dos cuarenta y nueve y Entre amigos (Serie Sonia Ruiz 6). Relatos: Desencuentros, El sueño de Tántalo, Polos opuestos, Cuentos suspensivos, Malas artes, Gomes y Cía. Artículos: La linterna mágica, Butaca de patio. Ensayo: Tres heridas.
La
cantera nórdica parece no tener fin, y el noruego Samuel Bjørk así lo demuestra
en esta novela en la que los policías Holger Munch y Mia Krüger van a tener que
lidiar con sus propios fantasmas y con un depravado que asesina a niñas para
luego vestirlas de muñecas y colgarlas de los árboles. Pasados atroces,
religiones caníbales, venganzas soterradas, la sombra de algún muerto personal,
todo jalona el camino de los dos investigadores que se dejarán en él algo más
que el alma.
Una
vez más Santiago Posteguillo demuestra hasta dónde llega su amor por los
clásicos, y de qué forma tan amena puede contagiarse dicho amor a los lectores,
ya estén versados o no en las mejoras obras de la literatura universal. Los
detalles de la muerte de Pushkin, qué provocó la enemistad entre Lope y
Calderón, el amargo final de Poe, los versos perdidos de Dante, la osadía de
Quevedo, el asesinato de Agatha Christie, son algunos de los casos de los que a
buen seguro disfrutará el lector.
Acompañado
por la pequeña Ángela, una hija que sobrevive a la tajante separación de sus padres,
y por el irascible Pablo, albacea y compañero de andanzas de su padre, poco a
poco averiguará cuál fue el papel de aquél al que llamaban El Lobo en los
primeros años de la posguerra, cuando unos cuantos irredentos se echaron al
monte y no se resignaron a dejar de luchar contra la tiranía. En un pequeño
pueblo cercano al Pirineo oscense se esconden todos los secretos que Daniel
tendrá que desentrañar, los referidos a su padre y a su última misión, los de
una niña que desapareció en la montaña varios años atrás, y los de un corazón
que trata de hallar un nuevo ser en el que volcar sus latidos.
Cuando
un científico se pone a escribir pueden pasar dos cosas; que aburra
soberanamente a los lectores con un soso verismo, o que ponga sus conocimientos
al servicio de la ficción. Juan José Gómez Cadenas pertenece a este segundo
grupo, y además se mantiene firme en él gracias a su pasión por la literatura
clásica, tal y como puede verse en numerosas guiños de esta novela, una obra
que seducirá por igual tanto a los escépticos de la ciencia ficción como a los
amigos de los buenos libros con aventura.
Todos
los recuerdos caben en el charco de una playa, y la mayor fiesta de todas
consiste en estar vivos, éstas son dos de las premisas con las que Natalia
Carbajosa vuelve a sus versos, y lo hace también para nombrar el mundo de nuevo
con cada poema, guardando la pureza de la inocencia milenaria, la inocencia de
la verdad poética, la que nos permite volver la vista a la nostalgia. Conjugar
vida y literatura, vida y poesía es, posiblemente, lo máximo que se le puede
pedir a un verso.
El boxeador retirado Silvano
Masoero es ahora utillero de un club de fútbol que lucha por el ascenso en un
último partido decisivo, y en el que juega también su hijo Roberto. Giorgio
Faletti nos ofrece, en la voz de este baqueteado personaje, los entresijos de
su pasado, los avatares de la conciencia, el conflicto entre la honradez y el
dinero, los errores que nos aguardan a ambos lados del camino, y todos los
golpes que la vida suele propinarnos, aquellos que aún nos permiten levantarnos
una última vez.Hace unas semanas os presentábamos al escritor Antonio Parra, autor de novelas tan sugerentes como “Acabo de matar a mi editor” o “La linterna mágica”. Hoy os presentamos una entrevista que tuvimos oportunidad de hacerle hace unos días:

Los
buenos autores se reconocen también por la facilidad para moverse entre géneros
huyendo de posibles encasillamientos, y Claudio Cerdán, a quien conocíamos por
tres brillantes novelas negras, nos entrega ahora un relato ambientado en la Rusia
caótica de 1919, en mitad de la guerra civil que desencadenó la revolución, y
en la que la angustia y el frío son sólo los maestros de ceremonias.
Por
si fuera poco, emerge del frío el Maestro, un gigante cazador de licántropos,
con una dentadura de plata y unos conceptos seudorreligiosos que harían
sollozar a cualquier asesino en serie actual. Claudio Cerdán maneja los
ingredientes con tanto desapego emocional como crudeza, la guerra es salvaje,
la muerte casi omnisciente y su prosa está envuelta por ese hálito que el frío
congela nada más nacer en la garganta.
Madrid,
1908, los científicos involucrados en un secretísimo proyecto comienzan a
desaparecer sospechosa y sistemáticamente, y sólo tres personajes muy
peculiares, Salomón Fo, su hija Irene y el aspirante a periodista Elías Arce,
podrán dar con la clave del misterio. Luis Manuel Ruiz ha perfilado una novela
muy atrayente no sólo por su trama, sino por el uso de un estilo brillante en
el que destacan el lenguaje, bendecido con una cuidadísima adecuación
histórica, y un soberbio tacto a la hora de dosificar tanto la intriga
argumental como sus enigmas.
Retorcer
la realidad como si fuera el regaliz en la mano de un niño despistado, hacer
que cualquier persona camine cabeza abajo. Poco más o menos así se podría
resumir lo que ha hecho Rubén Castillo en esta nueva novela, con su sosiego
habitual, con esa prosa mimada y ese lenguaje que no sólo domina, sino que forma
parte ya de su propia alma. Así se ha empeñado en hacernos dudar acerca de lo
que vemos, de lo que vivimos, incluso de lo que podemos sentir.
Los últimos colosos que se me ocurren son Ghandi, Martin Luther King o Nelson Mandela. Churchill, de otra forma, también. Luego hay colosos desconocidos: la gente humilde, pero honesta, que se las ingenia para sobrevivir en un mudo esencialmente injusto sin robar ni agredir a nadie, sino con su propio ingenio y pericia.