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domingo, 31 de mayo de 2020

SOLEDAD - CARLOS BASSAS DEL REY


Soledad de Carlos Bassas por Antonio Parra


Título
Soledad
Datos publicación
Alrevés Editorial. Barcelona 2019. 181 páginas

Autor
  CARLOS BASSAS DEL REY (Barcelona, 1974) trabaja como juntaletras de fortuna, labor que equilibra con la docencia y la escritura de guiones. En el 2007 ganó el premio Plácido al Mejor Guion de Género Negro en el IX Festival Internacional de Cine Negro de Manresa. En el 2012 publicó su primera novela, Aki y el misterio de los cerezos (Toro Mítico), y ganó el premio Internacional de Novela Negra Ciudad de Carmona con El honor es una mortaja (Tapa Negra). En el 2015 llegó Siempre pagan los mismos (Alrevés), ganadora del Tormo Negro, y una nueva entrega de la saga japonesa Aki, El Misterio de la Gruta Amarilla (Quaterni). En el 2016 publicó el libro de haiku Mujyokan (Quaterni), la novela corta La puerta Sakurada (Ronin Literario) y Mal Trago (Alrevés), y en el 2018, El samurái errante (Quaterni). Ese mismo año publicó su última novela negra, Justo (Alrevés), que ha sido nominada a varios premios, entre ellos el Hammett.

Sinopsis de la obra

          El dolor por la muerte de un hijo es innombrable y se manifiesta de modos muy distintos. También lo hacen la soledad, el vacío, el miedo, la culpa y la rabia que traen consigo al saber que esa vida ha sido arrebatada. De la noche a la mañana, Soledad se convierte en la madre muerta de una niña muerta. El inspector Romero, encargado de investigar el caso, vivirá su propio calvario tratando de descubrir la verdad. La de la muerte de la niña y otra que solo le atañe a él.
          Soledad narra esa doble búsqueda desde la duplicidad constante de voces. También es un recordatorio de que, en ocasiones, la verdad no libera, sino que lo calcina todo a su alrededor.

Reseña
 La Nena

          Hace ya algún tiempo que Carlos Bassas se ha erigido como la voz diferente, quizá la más exclusiva, dentro de la novela negra, ya nos presentó dicha voz con su novela Justo, y ahora la ha llevado hasta extremos aún más brillantes con Soledad, demostrando que se puede contar una trama negra dándole especial protagonismo a las voces narrativas de la misma. De ahí que sobrecoja tanto la historia de Abigail L., o la nena, como era llamada por su afligida madre.
          Precisamente ella, Soledad, es quien ocupa casi dos tercios de la novela, enfundada en una segunda persona que Bassas demuestra conocer bien, y que no es nada fácil de manejar, pero que se vuelve tremendamente necesaria para que el lector vaya conociendo el universo en el que se movía la joven muerta, con sus sombras, sus sueños, sus deseos quebrantados, y también sus rebeldías de adolescente, que las tenía y no eran precisamente pocas.
          En el otro lado está Romero, el inspector que ha de lidiar con el caso, cuya vida está también patas arriba, y a quien el autor da su parte de protagonismo entre el infierno de los remordimientos y los muchos años de oficio, los mismos que le han cubierto con una pátina de amargura con la que se enfrenta a este caso y a todos los fantasmas que le acompañan.
          Esa palabra medida, ese vocablo duro, esa expresión contenida que explota después como un balazo empieza ya a ser marca de la casa, y con ella se pueden contar también aspectos del procedimiento policial, vertientes sociales de una inmigración en la que parece que los malos tratos son cosa menor, chulerías de barrio, lolitas de extrarradio, el dolor que trae la muerte con su liturgia, una autopsia y hasta el mayor de los arrepentimientos. Carlos Bassas anuncia al principio de la novela que todo en ella es tristeza, de lo que no nos avisa en cambio es de la brillantez de su lenguaje.

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