Crear
un parque temático dedicado a lo tétrico y la muerte parecía una buena solución
contra la crisis, hasta que todos los suicidas del país deciden acudir a
despedirse del mundo en sus instalaciones. El caso se lo ofrece Fernando Lalana
a su detective y ex legionaria Lola Andrade, quien con una primera persona
desbordante narrará sus curiosas andanzas en esta originalísima investigación
en la que no faltará un buen número de sorpresas. Y es que hay personajes que,
a pesar de su nombre, se empeñan en resultar tremendamente atractivos.
Parque Muerte. Fernando Lalana.
Editorial: Edebé. Barcelona, 2012. 228 páginas.
(LA VERDAD, ABABOL, 12/5/2012)
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