Lo
rancio deja de ser sevillano y trasciende nuestras fronteras, Julio Muñoz Gijón
traslada a Madrid a su inefable inspector Jiménez para que, ayudado por
Villanueva, acabe con una serie de crímenes que siguen castigando a los
enemigos del clasicismo más español. Una vez más el humor más desternillante se
alía con una trama vertiginosa en la que ni siquiera la vieja Europa está a
salvo de los desmanes de un nuevo asesino y de la agudeza mental de este
policía más sevillano que nunca.
El misterio del perro, la mermelada y el
cantante. Julio Muñoz Gijón.
Almuzara. Córdoba 2014. 206 pág. 15 euros.
(LA VERDAD, "ABABOL", 31/1/2015)
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