Penumbra – Reseña
Penumbra es el título de la reciente publicación de Esteban Navarro, reconocido autor del género policial.
Donde duerme la verdad
Es ahí, en esa penumbra del título, donde a veces se esconde la verdad de las cosas, la cara real de lo que andamos buscando, una vez que las neblinas del tiempo y la consciencia quedan disipadas. Y hasta esa zona ha de adentrarse el inspector jefe Dupont, un lobo solitario que coquetea con la jubilación, y para conseguir que no le conquiste del todo, acepta formar parte de una nueva y secreta unidad, la Unidad de Asuntos Ocultos, una suerte de Expediente X a lo español, que consta únicamente de un miembro, el citado Dupont, que sólo rinde cuentas a un alto superior en Madrid.
Podría parecer absurda la creación de esta sección, pero no lo es tanto cuando encontramos un caso extrañísimo en el nuevo edificio de la comisaría de Jaca, donde misteriosamente hay un agente que se desmaya cada vez que tiene que subir al archivo situado en el segundo piso. Esteban Navarro nos adentra en esta curiosa trama sin cortinajes de humo ni fuegos artificiales, con toda la naturalidad con la que el propio Dupont habla del caso con su superior, y la misma calma con la que le escamotea mucha información a su propia esposa, porque el celo profesional es el celo profesional.
Dupont sigue el procedimiento habitual en estos casos: declaración del afectado, posibles testigos, y ayuda de una psicóloga porque el asunto lo requiere, psicóloga con la que Esteban Navarro va a intentar conmover sus cimientos masculinos y de esposo fiel. Los problemas, además, llegarán cuando el agente afectado empiece a confesar que habla con un hombre misterioso que habita el sótano de la comisaría, y que parece darle informaciones vitales sobre ciertos delitos incluso antes de que se comentan. La guinda, porque también hay guinda, llegará cuando descubramos que hay otro señor, filosófico y teñido de parecido misterio, habitando el altillo de la comisaría, guardando el archivo al que el agente no logró acceder.
Si todo esto es un disparate o no ha de juzgarlo el lector, porque Esteban Navarro consigue que nos entreguemos a ciegas a la voz narrativa de Dupont, que es quien va desgranando su experiencia, sus descubrimientos, miedos y desconfianzas. Y de tal manera caemos en sus manos que nos preocupará saber qué fue de cierto borracho rumano, visitante habitual de la comisaría, presunto autor del atropello de una joven, y que ahora está muy desaparecido.
Surge aquí la caja china, o la muñeca rusa, el truco del que se vale el autor moratallero, insertar un caso dentro de otro para solaz del lector pero quebrando la cabeza de un Dupont que poco a poco ve cómo surgen los primeros recelos hacia él desde los compañeros de Jaca, recelos que llegarán también a sus superiores de Madrid.
Una novela diferente, que se arma con todos los mimbres del género, pero que guarda en su interior un buen puñado de sorpresas que, como es lógico, se irán desvelando conforme nos acerquemos al final. Tras la apertura de la última de las muñecas rusas, ya saben, ésa que es la más pequeña, hallaremos el verdadero secreto de esta novela, algo que es absolutamente imperioso que no compartamos luego con nadie.
Sinopsis de la obra
La comisaría de Jaca inicia unas obras por reformas, por lo que los agentes se trasladan durante un tiempo al Seminario, un edificio propiedad de la Diócesis conocido porque años atrás habían ocurrido una serie de hechos calificados como inexplicables. En unas semanas comienzan a ocurrir una serie de incidentes que asustan a algunos policías, llegando incluso a negarse a prestar servicio por el temor que les infunde trabajar en el interior del Seminario.
Desde la Jefatura, preocupados porque la situación provoque un colapso en los servicios y que la policía sea el hazmerreír por el pánico de sus agentes a trabajar en el edificio nuevo, decide enviar al Inspector Jefe Samuel Santamaría Dupont, perteneciente a la Unidad De Asuntos Ocultos (UDAO), especializada en desentrañar falsos casos sobrenaturales.
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