Reseña: Hotel Chinesca de José Salvador Ruiz por Antonio Parra
Título
Hotel Chinesca
Datos publicación
Editorial De Otro Tipo. México 2018. 244 págs.
Datos del autor
José Salvador Ruiz (Mexicali, 1971) es doctor en literatura mexicana por la Universidad de California, San Diego y ejerce como profesor de literatura hispanoamericana en el Colegio del Valle Imperial. Ha publicado ensayos en diversas revistas académicas en Estados Unidos, México, Argentina, Chile y España, y ha participado en varios volúmenes de relatos. Es autor de las novelas Nepantla P.I. y Hotel Chinesca, así como del libro de cuentos Hotel Kennedy, y de Crímenes sueltos. Con el libro Ni deis lugar al diablo ganó el V Premio Nacional de Cuento Rafael Ramírez Heredia, 2016.
Sinopsis de la obra
Dos agentes investigan la desaparición de una periodista que denunciaba en sus artículos los manejos poco claros del gobierno. Atando cabos descubren muchos porqués sobre los feminicidios en el norte del país y deciden llegar al fondo. Con esto se abre la caja de Pandora de un Mexicali perverso y violento, donde los dueños de esos intereses oscuros salen a pelear sus beneficios, a vengarse de quien sea necesario por ventilarlos y a silenciar testigos.
Hotel Chinesca nos describe el engranaje entre el crimen organizado, las instituciones y los medios de comunicación. Nos devela una sociedad construida sobre cimientos de papel, en donde el orden que impera está hecho a base de simulación, mientras la verdadera historia avanza entre sombras, cercenada y en contenedores de basura.
Reseña
Mexicali violento
Ser mujer en México y no morir en el intento. He ahí uno de los desafíos que plantea esta novela, y que se puede hacer extensivo a muchos rincones del país centroamericano. Si a eso le sumamos el poder que una mujer periodista puede llegar a alcanzar, la estaremos colocando en la diana de los corruptos, o del crimen organizado. José Salvador Ruiz le añade, a esa realidad tan tristemente actual, una pareja de peculiares investigadores, uno del México profundo y otro de orígenes orientales, que tienen que hacer frente a la aparición de brazos amputados de mujeres, y a la desaparición de esa reconocida periodista.
Con capítulos intensos, algunos breves, va pintando un panorama del que es difícil sustraerse, porque la corrupción llega hasta niveles inimaginables, porque las perversiones sexuales se adueñan de quienes tendrían que mostrarse más equilibrados para gobernar, y porque otra aprendiz de periodista no tendrá más remedio que dar dos pasos hacia delante si quiere ser considerada, y de paso sobrevivir en el intento.
El ambiente va oprimiendo conforme avanzan las páginas, los investigadores sufrirán las consecuencias, pero el autor deja entrever el importante papel que las mujeres han de desempeñar no solo allí, sino en cualquier novela, en cualquier país, y aquí vemos cómo una forense y una periodista se unen a esa lucha dejando claro que las actitudes sexistas están condenadas al fracaso, aunque ese fracaso aún esté tardando en llegar más tiempo del que sería deseable.
Ojalá el panorama cambie para la mujer mexicana, ojalá no tengamos que leer novelas con esta dureza, ojalá, por una vez, la ficción logre adelantar a la realidad y ganarle la carrera.
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