CLAUDICAR
O MENTIR
Rubén
Castillo nos ofrece su novela más sosegada, más calmada, pero también la más
profunda y reflexiva.
Entre
estos dos polos se mueve a veces Horacio, el protagonista de esta última novela
de Rubén Castillo, un hombre que ha sido tocado con el don de adivinar el
futuro, no de hacer creer a los demás que puede adivinarlo, sino de saberlo de
verdad, lo cual convierte su vida en una tremenda encrucijada a la hora de
tomar ciertas decisiones, sobre todo por lo que pueden acarrearle tanto a él
como a quienes le rodean.
Así,
enfrentándose una vez más a la mentira, ha regresado Rubén Castillo, con una
novela más evocadora que nunca, porque complementando a esa trama en la que la
adivinación o la videncia vertebran la vida de Horacio, ha logrado salpicar sus
páginas de un buen número de recuerdos y reflexiones, recuerdos del pasado de
Horacio, quién sabe si del propio autor o incluso de algunos de sus lectores,
quienes somos coetáneos, y reflexiones que van surgiendo de la necesidad de
mirar la vida siempre con ojos despiertos, lejos de la somnolencia de la
costumbre, algo que ha caracterizado toda la carrera de este narrador.
La
trama, eso sí, adquiere un interés diabólico cuando Horacio le hace un pequeño
regalo a un anciano y éste, como agradecimiento, le pone en la picota
mediática. Para un adivino como él, empeñado en pasar siempre desapercibido,
eso era lo peor que podía ocurrirle, sobre todo cuando los servicios secretos
españoles entran en liza, conscientes de las innumerables ventajas que un don
como el de Horacio puede proporcionarles. A partir de ese momento la novela
será una huida hacia adelante, llena de sorpresas y sobresaltos, pero, como ya
se ha dicho, con un espacio reservado para el ayer, para el pasado del vidente,
el descubrimiento de su don, o su formación a cargo de un inolvidable maestro,
su primer amor, el último, e incluso las vivencias infantiles y juveniles. En
suma, todo lo que conforma su ser actual, sobre todo en unos momentos muy
difíciles en los que más que nunca necesita estar muy seguro de quién es
realmente.
Si
en otras ocasiones hemos elogiado la prosa de Rubén Castillo, posiblemente
estemos ante su narración más sosegada, más calmosa, más serena pero también
una de las más profundas, sin olvidar que nos coloca en la disyuntiva brutal de
conformarnos o seguir luchando, de dejarnos llevar por lo fácil, llámese éxito
según los cánones actuales, o conservar nuestra verdadera esencia. Será el
lector quien elija, pero acompañado siempre por las magníficas palabras de un
narrador que nos tiene acostumbrados a la buena literatura.
‘EL
CALENDARIO DE DIOS’. Rubén Castillo. Género:
Boria Ediciones. Murcia,
2018. 330 págs. 16 euros.
(LA VERDAD, "ABABOL", 26/01/2019)
No hay comentarios:
Publicar un comentario